No os lo he contado, pero he estado estas últimas dos semanas prácticamente sola en casa. Papá³ se fue de viaje por negocios a Israel, volvió y a los tres días se fue a México. Y justo esta última semana ha sido en la que los Trastos han ido cayendo malitos cuales fichas de dominó. Lo he pasado realmente mal, muy agobiada y, a ratos, frustrada e impotente.