Recuerdo cuando mis hijos tenían dos años. ¡Los terribles dos años! Todo el mundo me decía que era una edad complicada y yo me lo creí porque leí artículos que así lo confirmaban. Resultó que sí, que era una etapa de cambios en mis Trastos, donde empezaban a dejar claro sus personalidades. Ahora me río yo de esos dos años si los comparo con la etapa de los 10 años.