¡Hola, adolescencia! ¡Hola, cuchillas de afeitar! Una de las cosas que trae consigo la adolescencia en los chicos es que les sale pelo por todas partes. Tal como dice el Peque y también una de sus más enérgicas quejas respecto a esta nueva etapa de sus hermanos. Dice que hay pelos en el váter y también en el lavabo. Y es que mis dos hijos mayores acaban de empezar a afeitarse.
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… de la adolescencia
Hace años hablaba aquí de la pre-preadolescencia por la que pasaba el Mayor. Pues bien, creo que es el momento de actualizar la historia y hablar un poco de los pros y contras de las adolescencia, tal como la estamos viviendo en casa. Lo aclaro porque, de igual manera que hay etapas comunes a todos los niños, es cierto que no todos los niños pasan por esas etapas de la misma manera. ¡Ni siquiera en la misma familia!
Sigue leyendo… del libro «¡Bienvenida Adolesc(i)encia!»
Con el Mayor en plena adolescencia y el Mediano en su particular preadolescencia, estaba claro que ya tenía que empezar a leer algún libro sobre la etapa de la adolescencia. Así que el libro ¡Bienvenida Adolesc(i)encia! que me hizo llegar Anaya me ha venido genial. Por supuesto, aunque no sea un libro de cuento o una novela, ya forma parte del Rincón de lectura del blog.
Sigue leyendo… de que tu hijo te diga «jo, mamá, macho»
Bueno, pues el famoso día ha llegado. Si bien no ha sido en la forma en la que esperaba, sí que lo ha hecho en todo su esplendor. Mientras los «mamis» aún resuenan en tu cabeza y tú aún te empeñas en ver al bebé que era tu peque en lugar del adolescente en el que se está convirtiendo, el día menos esperado tu retoño te suelta un «jo, mamá, macho» y a ti se te antoja que una jarra de agua bien fría no te habría dejado tan helada.
… de los olores corporales de mis hijos
Todas las madres sabemos que, en algún momento, nuestro pequeño va a dejar de oler a bebé. Es algo a lo que nos vamos mentalizando, nunca estamos preparadas para que nuestra criatura empiece a oler a niño mayor, es cierto, pero poco a poco nos vamos preparando para ese momento. Pero te puedo asegurar que para lo que no estamos preparadas es para los olores corporales de nuestros hijos cuando llegan a la pre y adolescencia.
… de no estar preparada para la adolescencia
Llevo ya un tiempo que me siento como un pulpo en un garaje. No doy pie con bola y no me gusta esta sensación de estar tan perdida. La culpa la tiene la adolescencia y es que cada vez tengo más claro que la adolescencia no es para mí. Como madre, no me siento cómoda en esta nueva etapa de mis hijos. Tanto es así que estoy totalmente convencida de que lo que me pasa es que no estoy preparada para la adolescencia de mis hijos.
… de querer estar solo
Este verano que acabó ayer (¡feliz otoño!) nos ha dejado clara una cosa, el Mayor ha empezado a querer estar solo, a reclamar un espacio y un tiempo solo para él, al margen de sus hermanos e incluso de nosotros. No es algo que me moleste ni que le recrimine, pero sí que me parece curioso. La verdad es que no sé si yo también pasé por esa fase «solitaria» porque yo siempre he sido de jugar sola, estar en mi habitación leyendo sola y hasta de preferir quedarme en casa en vez de salir por ahí.
… de dejar a los niños solos en casa
Pensar en el día en el que llegara a dejar a los niños solos en casa, aunque fuera para salir media hora, siempre me ha puesto nerviosa. Y siempre, muy risueña yo, decía que hasta los 12 años no dejaría a mis hijos solos en casa ni para acercarme a comprar el pan a la panadería de la esquina. Pero, para mi sorpresa, quien está a la vuelta de la esquina son los 12 años del Mayor. Y yo ya no tengo nervios, ahora me dan sudores fríos al comprobar que mi fecha límite se acerca sin piedad.
… de que Papá³ duerma en el sofá
Es algo que lleva pasando desde antes del verano y que hoy te voy a contar. Lo más raro no es que Papá³ duerma en el sofá, sino que no ha sido una decisión suya o mía. No nos hemos peleado ni hay una causa de salud por medio. Qué va, lo que se ha metido por medio ha sido ¡el Mayor! ¿Quieres saber por qué?
… de tener un hijo contestón
El Mayor tiene ahora 8 años y le quedan solo unos pocos meses para cumplir nueve. Es un niño muy espabilado, muy noble y con un gran corazón. Y ahora, también, estoy empezando a tener un hijo contestón. Da malas contestaciones a sus hermanos, a su padre y a mí. Y yo ya no sé qué hacer.