Estoy convencida de que tienes en casa algún cartel en la habitación del peque. Quizás un póster de algún personaje que le guste o una cartulina de un dibujo muy chulo que hizo hace tiempo. Y, como ellos crecen y sus gustos cambian, es posible que también quieran reemplazar ese cartel por otro que ahora les guste más. Y entonces te planteas cómo guardar un póster sin doblarlo y sin que quede desparramado.