Archivos de la etiqueta: Peque

25Abr/14

Carta abierta a mi Peque (2 años)

Peque_2 años

Queridísimo Peque:

Esta semana cumples dos años. Dos años que has sabido llenar con tus miradas, tus sonrisas y, de un tiempo a esta parte, también con tu lengua de trapo. Sigues teniendo esa complicidad conmigo de los primeros días, pero empiezas a acercarte más a tus hermanos. Te has convertido en su compañero de juegos. Has sabido ganártelos a base de meterte entre ellos, por bruto que fuera el juego, y compartir sus carcajadas. Me encanta ver cómo os desvivís los unos por los otros.

Ya sabes hacerte entender y defender lo que (crees que) es tuyo. Vas teniendo las ideas muy claras sobre lo que te gusta y lo que no. Y aunque a veces tu cabezonería (o perseverancia, herencia de Papá³, todo sea dicho) me ponga de los nervios, lo cierto es que me encanta ver cómo vas formando tu propia personalidad.

Ahora empiezas a buscar más a Papá³, pero sigues arrimándote a mis faldas buscando cobijo. ¡Y yo estoy tan encantada de dártelo! Me llenas el alma con esos achuchones y besos que sólo me das a mí. Bueno, a mí y a tu peluche favorito. Creo que va a acompañarte muchos años.

Eres extrovertido como el Mayor y te encanta subirte a los sitios como al Mediano. Tienes la luz del universo entero en tus ojos y la bondad te inunda el corazón. De mí has sacado esa sonrisa siempre puesta en la cara y sabes usarla para meterte en el bolsillo a quien tú quieras. ¡Menudo pieza vas a ser!

He visto cómo te caías y levantabas, a veces con ayuda y otras tantas sin ella. He visto cómo volvías a intentarlo siempre. He visto cómo juegas con tus hermanos. He visto cómo dabas tus primeras carreras. He visto cómo empezabas a hablar y a decir medias frases. Te he visto aplaudirte con cada logro. Y, ¿sabes qué? Que sigo teniendo ganas de más. Quiero ver qué persona llegas a ser, ésa en la que ya te estás convirtiendo.

Desde este rinconcito de mi mundo (mundo que llenas con tu sola presencia y al que das sentido junto con tus hermanos), quiero desearte un muy feliz cumpleaños.

Te quiero, Peque.

15Abr/13

Carta abierta a mi bebé

Carta abierta a mi bebé

Queridísimo Peque:

Esta semana hace ya un año que tú y yo dejamos de ser uno para ser cinco. Una familia. Un año de sonrisas y risas, de olor a leche y a purés, de lágrimas y besos y, sobre todo, de mucho amor.

En estos días, hace un año ya que tuviste que nacer para salvarnos a los dos. No era tu momento. Yo aún no estaba preparada. Recuerdo la cena de aquella noche. Recuerdo la bolsa a medio preparar. Recuerdo la sangre y el miedo. No miedo por mí, sino por ti. Aquellos minutos que parecían horas. Aquella carrera al hospital temiéndome lo peor. Y papá pensando que nos perdía a los dos.

Recuerdo las horas separados, sin saber qué habría sido de ti. Sin saber qué iba a ser de mí. La soledad, el frío y el reloj de la pared del fondo. Todo parece un mal sueño. Una pesadilla que volvería a repetir, sin duda, por volver a vivir el momento de tenerte entre mis brazos, al fin.

Te costó nacer, arrancado de mis entrañas. Me costó mantenerme consciente, presa del terror a no saber. No saber si estarías bien, si serías un bebé sano, si sería capaz de cuidarte. Temores que desaparecieron nada más verte, nada más abrazarte, nada más olerte, nada más besarte. Por fin juntos. Todo había salido bien.

Has crecido. Tus dientes ya asoman cuando sonríes. Empiezas a jugar con tus hermanos, dentro de poco serás uno más. Tu curiosidad no deja de asombrarme. Otra vez, miro el mundo con nuevos ojos. Intentas andar pero te caes. Ahí estamos papá y yo para ayudarte a levantarte, y tú listo para intentarlo de nuevo. Así ha de ser. Te miro embobada. Aún no me creo que hayas estado dentro de mí. No me creo que sea la madre de un bebé tan hermoso, tan lleno de vida, tan feliz. Se te alegra el alma cuando me ves aparecer. Tú y yo nos debemos la vida.

Desde aquí, en tu primer año de vida, en nuestro primer año juntos, quiero darte las gracias por estos meses a tu lado. Todo, absolutamente todo, ha merecido la pena. Merece la pena. No me arrepiento de nada. ¿Cómo podría si mirándote me pierdo en tu mirada? ¿Cómo podría si al besarte siento que no hay amor en el mundo más grande ni más puro? ¿Cómo podría si en cada abrazo te doy mi vida?

Feliz, muy feliz cumpleaños, Peque.