Es curioso cómo las modas siempre vuelven. Cuando iba al instituto estaban de moda los pantalones de pitillo, para luego desaparecer y volver hace poco. Algo así pasa con el ganchillo, el punto de cruz… tengo una tía que hacía verdaderas maravillas con el ganchillo. Ay, no, perdona, el crochet que es como se dice ahora. Yo no tengo ni idea de dónde se conseguían las agujas para tejer. En mercerías, supongo. Pero ahora, como con todo, están a un golpe de clic.