Esta semana cumples 13 años, ahí es nada. Si te digo que se me han pasado volando y que hasta hace tres días eras un bebé, seguro que vas a pensar que me pongo muy cursi y quizá hasta te dé vergüenza que te lo diga si hay alguien más escuchando. Así que me conformaré con mirarte y preguntarme cómo es posible que ya seas un adolescente.
El mes pasado cumpliste 7 años y, semanas después, aún me cuesta creer lo mayor que te estás haciendo. Tienes un desparpajo tan grande como tu corazón. Tus risas son la banda sonora de esta casa y tu voz el sonido sin el que ya no podría vivir.
Esta semana cumples nueve otoños y, simplemente, estoy alucinada. Te has hecho tan mayor en tan poco tiempo… Eres un niño sensible con las ideas claras, amable y muy sociable. Quién lo hubiera imaginado viendo al tímido niño de tres años que no salía de la cocina en Nochebuena porque había demasiada gente en la casa o al de cinco que se tapaba los oídos cuando iba a algún sitio con mucho ruido.
Esta semana cumplirás tres años. Años que han pasado en un suspiro, sin avisar siquiera. Parece que fue ayer cuando casi no lo contamos. Atrás quedaron tus papillas y tu cuna. Y atrás vas dejando también ya los pañales. Este verano va a ser súper emocionante.
Parece mentira que ya hayan pasado siete años. Aún recuerdo cuando te contemplé por primera vez, tan pequeño, tan frágil, tan nuevo, tan mío.
Parece mentira, pero fuiste la primera persona en este mundo que me llamó mamá. Parece mentira que me hicieras madre. Aquellos ojos me conquistaron de inmediato. Me hiciste tuya con sólo una mirada y un agarre de dedo.
Me enseñaste a ser más paciente, me enseñaste a ser mejor persona, me enseñaste el amor sin medida. Me enseñaste que, a pesar de lo enfermo que está el mundo, aún hay esperanza en el corazón de los niños.
Juntos aprendimos a caminar por la vida como familia. Juntos aprendimos que, cuantos más somos en casa, más amor hay. Eres un fantástico hermano mayor y, aunque haya las normales discrepancias entre hermanos, sé que cuidas de ellos y que te gusta saberte así, el mayor de todos.
También fuiste el primero en separarte de mí y juntarte más a papá. Y, aunque eso me da un respiro, a veces lo echo de menos. Sobre todo, cuando veo vuestras confidencias. Pero el tiempo de la teta y las tardes para nosotros solos ya pasaron.
Ahora estás mellado, escribes cartas al Ratoncito Pérez y esperas su llegada con la misma ilusión que esperas a los Reyes Magos. Poco te queda ya de disfrutar de esta magia. Pero mientras dure, haré todo lo posible para que sigas teniendo esa ilusión.
Queridísimo Mayor, esta semana cumples siete años. Siete años que has llenado de risas, de complicidades, de rabietas, de razonamientos y de frases de una lógica aplastante. Ya no eres mi bebé, eres un niño, con tu personalidad arrolladora, con tus guiños, tus bromas, tus gustos… Me tienes deseosa de ver hasta dónde puedes llegar porque, viendo lo que has conseguido ya, sé que será tan alto como te propongas.
Feliz, muy feliz cumpleaños, Mayor.
00
Si te ha gustado esta entrada o te ha resultado útil, te agradecería mucho que la compartieras. ¡Es sólo un clic!
Esta semana cumples dos años. Dos años que has sabido llenar con tus miradas, tus sonrisas y, de un tiempo a esta parte, también con tu lengua de trapo. Sigues teniendo esa complicidad conmigo de los primeros días, pero empiezas a acercarte más a tus hermanos. Te has convertido en su compañero de juegos. Has sabido ganártelos a base de meterte entre ellos, por bruto que fuera el juego, y compartir sus carcajadas. Me encanta ver cómo os desvivís los unos por los otros.
Ya sabes hacerte entender y defender lo que (crees que) es tuyo. Vas teniendo las ideas muy claras sobre lo que te gusta y lo que no. Y aunque a veces tu cabezonería (o perseverancia, herencia de Papá³, todo sea dicho) me ponga de los nervios, lo cierto es que me encanta ver cómo vas formando tu propia personalidad.
Ahora empiezas a buscar más a Papá³, pero sigues arrimándote a mis faldas buscando cobijo. ¡Y yo estoy tan encantada de dártelo! Me llenas el alma con esos achuchones y besos que sólo me das a mí. Bueno, a mí y a tu peluche favorito. Creo que va a acompañarte muchos años.
Eres extrovertido como el Mayor y te encanta subirte a los sitios como al Mediano. Tienes la luz del universo entero en tus ojos y la bondad te inunda el corazón. De mí has sacado esa sonrisa siempre puesta en la cara y sabes usarla para meterte en el bolsillo a quien tú quieras. ¡Menudo pieza vas a ser!
He visto cómo te caías y levantabas, a veces con ayuda y otras tantas sin ella. He visto cómo volvías a intentarlo siempre. He visto cómo juegas con tus hermanos. He visto cómo dabas tus primeras carreras. He visto cómo empezabas a hablar y a decir medias frases. Te he visto aplaudirte con cada logro. Y, ¿sabes qué? Que sigo teniendo ganas de más. Quiero ver qué persona llegas a ser, ésa en la que ya te estás convirtiendo.
Desde este rinconcito de mi mundo (mundo que llenas con tu sola presencia y al que das sentido junto con tus hermanos), quiero desearte un muy feliz cumpleaños.
Te quiero, Peque.
Si te ha gustado esta entrada o te ha resultado útil, te agradecería mucho que la compartieras. ¡Es sólo un clic!