Habrás notado que el blog está diferente. El jueves pasado por la tarde, ocurrió algo inesperado y frustrante. No era mi intención, pero soy patosilla y, aunque me manejo con los ordenadores, lo cierto es que es una relación de amor-odio. Y la semana pasada le di, sin querer, al botón que no debía, lo que me obligó a hacer cambios en el blog.