Hace poco has cumplido los catorce años. Te está cambiando el cuerpo, la voz y casi me aventuraría a decir que tu forma de pensar. Si te miro a los ojos, aún puedo ver un atisbo del niño que fuiste, sin embargo, también veo tus ganas de ser mayor y de dejar atrás todas esas cosas que ahora consideras infantiles pero que un día te encantaban.
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Carta abierta a mi Peque (9 años)

Queridísimo Peque:
Hace unas semanas cumpliste 9 años, tu último cumpleaños con una sola cifra. El año que viene pasarás a las decenas y esto te hace sentirte muy mayor. Todo el mundo dice que eres un niño muy despierto y que parece que tienes más edad de la que tienes. Es verdad, desde que entendiste que eras el pequeño de la familia, no has dejado que eso te haga quedarte atrás. Ni con tus hermanos ni con nadie.
Sigue leyendoCarta abierta a mi Mediano (11 años)
Queridísimo Mediano:
Esta semana vas a cumplir 11 años. Y parece mentira lo rápido que ha pasado el tiempo. Este último año has cambiado mucho, te has hecho mucho más mayor y ahora eres todo un preadolescente. Empiezas a tener esa rebeldía propia de tu edad a la vez que consigues mantener esa candidez tan propia de un niño. De repente, te veo haciendo muchas cosas «de mayores» y al momento siguiente te vienes a acurrucar conmigo porque aún no eres mayor del todo.
… de cumplir 40 años
Bueno, pues ya está aquí la famosa decena. Esta semana me planto en los cuarenta veranos casi sin darme cuenta. La verdad es que siempre me gustaron los cumpleaños pares y, si además son redonditos, pues mejor. Y, en contra de la opinión popular, no estoy nada deprimida por cumplir 40 años.
Carta abierta a mi Mayor (13 años)
Queridísimo Mayor:
Esta semana cumples 13 años, ahí es nada. Si te digo que se me han pasado volando y que hasta hace tres días eras un bebé, seguro que vas a pensar que me pongo muy cursi y quizá hasta te dé vergüenza que te lo diga si hay alguien más escuchando. Así que me conformaré con mirarte y preguntarme cómo es posible que ya seas un adolescente.
Carta abierta a mi Peque (8 años)
Queridísimo Peque:
Esta semana cumples 8 años y creo que va a ser el cumpleaños más raro de tu vida. Te plantas en los 8 años sin poder celebrarlo con la familia ni con tus amigos. Pero tú mantienes la alegría porque eres así: alegre y risueño. No te has querido pedir ningún regalo porque sabes que no se puede salir a comprarlos. Y esta decisión tuya me ha sorprendido porque veo que vas madurando a pasos agigantados.
Carta abierta a mi Mediano (10 años)
Queridísimo Mediano:
Este mes te has plantado en tu primera decena y, aunque te suene a lo de siempre, es cierto que el tiempo ha volado. De aquel bebé que llegó al mundo a mediodía aún conservas tus preciosos y grandes ojos negros, la sonrisa y la curiosidad de quien va descubriendo el mundo sin prisas. También sigues siendo igual de inquieto y no paras de moverte ni mientras duermes. Y me alegra muchísimo que seas tan cariñoso como cuando eras más pequeño.
… de cumplir 39 años
¡Feliz cumpleaños a mí! Este verano cumplo treinta y todos y, la verdad, los cumplo con mucho ilusión. Aunque, como dice el chiste, en realidad, cumplo un año porque los demás ya los tenía, ja, ja, ja… sí, los chistes malos son mi debilidad (junto con el chocolate). Pero, volviendo al tema, esto de cumplir 39 años me ha hecho reflexionar, no por la edad, sino porque es algo que me pasa en cada cumpleaños desde hace ya muchos años.
… de hacer una fiesta de pijamas en casa
Hace unos meses, el Mayor me dijo que, para su cumpleaños, en vez de invitar a sus amigos al cine o a cualquier otra cosa, este año quería hacer una fiesta de pijamas en casa. Le dije una frase muy de madre: «veremos a ver» porque pensaba que, en los meses que quedaban, aún podía cambiar de idea como tres veces. Sin embargo, los meses pasaron y el Mayor seguía fiel a su idea inicial. Así que empecé a hacerme a la idea de que su cumpleaños se celebraría en casa con sus amigos.
Carta abierta a mi Mayor (12 años)
Queridísimo Mayor:
Esta semana cumples 12 años y estoy más asustada que cuando cumpliste los terribles dos. En mi cabeza, tus doce años se me presentaban lejanos y la barrera entre el niño que tenía entonces en brazos y el proyecto de adulto en el que te estás convirtiendo. Recuerdo cuando cumpliste dos años y tuve que dejar de buscarte ropa en la zona de bebés para pasar a la de niños. Ahora, con doce, hemos dejado la zona de niños para pasarnos a la de adolescentes ¡o incluso adulto!