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06Sep/16

… de hacer un cuadro de letras con conchas DIY

Cuadros de letras con conchas

Qué bonito es ir a la playa y dar un agradable paseo recogiendo conchas con los más peques. Yo acabo con la espalda destrozada de agacharme, pero ellos se lo pasan estupendamente buscando y recogiendo sus tesoros. Además del ratito juntos hablando de nuestras cosas. Muy bonito todo, sí. Pero luego llegas a casa y te encuentras con un montón de conchas que acabas guardando (en el mejor de los casos) sin saber qué hacer con ellas. Pues si es tu caso, vete sacándolas porque hoy te voy a mostrar cómo hacer un cuadro de letras con conchas.

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05Ago/13

… de hacer una pecera de arena

Pecera de arena

Hoy vengo con otra propuesta para decorar la casa, aprovechando de nuevo los días a la orilla del mar. Siempre que vamos a la playa (llevamos ya 5 años), mi padre le dice al Mayor que le traiga agua del mar. Es un chascarrillo porque no espera que él se la traiga. Sin embargo, cuando volvemos y nos encontramos, le pregunta a mi hijo por el agua de mar. El Mayor le responde que no y se queda con cara de ¡ay va! Y el abuelo le dice cosas como “ay que ver”, “mira que no acordarte” y demás que no pongo para no aburrir, pero supongo que os hacéis una idea.

Este año, tras la broma de rigor, me dije que no pasaba otro año viendo la cara que se le quedaba a mi hijo cuando el abuelo le pidiera el agua y, por lo tanto, no me volvía a casa sin una botellita de agua para él. Y así, el último día de playa, rellené con agua de mar una botella de agua mineral y la eché en la maleta. No sin antes cruzar los dedos para que no se rompiera y mojara el resto del contenido.

El caso es que, ya que estaba rellenando la botellita con agua de mar y ya que tenía otra botella vacía, decidí rellenar aquélla otra con arena de la playa. Aún no tenía muy claro qué haría con ella, pero me la traje ante la estupefacta mirada del Tripadre y demás miembros de su familia.

Llego a casa y me encuentro con la botella de arena (la del agua de mar ya la habíamos entregado al abuelo, para su sorpresa) y con un montón de conchas que sobraron después de hacer el marco. Ahí se me iluminó la bombilla. Había visto en Pinterest jarrones de cristal con arena y velas. Y me gustaba cómo quedaban. Pero yo le di a esa idea una vuelta de tuerca más.

Compré una pecera redonda, eché parte de la arena y puse en el medio una vela azul (por aquello del agua de mar) rodeada por unas pocas conchas de varios tamaños. Yo creo que quedó vistoso y es como tener un pedacito de la playa en casa.

CONTRAS:

  1. Hay que acordarse de llevar a la playa una botella vacía. El hecho de que yo recogiese el agua y la arena de la playa el último día no fue porque sí, sino por esta memoria mía.

  2. Hay que volverse a casa cargados con la botella. La arena pesa. Y además, cruzando los dedos para que no se abra o se rompa y se desparrame toda la arena por la maleta. Seguro que ya tenéis en la cabeza la imagen mental de cómo acabaría la maleta.

  3. Al echar la arena en la pecera hay que tener cuidado. Por muy buen pulso que tengáis y por muy ancha que sea la boca de la pecera, creo que no está de más poner un trapo o papel de periódico debajo.

PROS:

  1. Los niños os pueden ayudar a montar la pecera. Eso sí, cuidado con la arena y el cristal.

  2. Si os ha gustado y estáis pensando poner esta idea en práctica, sólo tenéis que comprar la pecera. Pero, como he dicho antes, de donde yo saqué la idea lo hacían con jarrones. Así que, si tenéis uno por casa al que le deis poco uso, podéis usarlo.

  3. Si no os convenció el marco hecho con conchas, pero tenéis algunas rondando por casa, podéis aprovecharlas haciendo esto otro.

  4. Obviamente, con arena de playa queda muy bien. Pero si ya os habéis vuelto de la playa con las conchas pero sin la arena, también se puede hacer con cualquier otro tipo. Estoy pensando en la del parque, aunque también venden arena de río en las tiendas de animales (para los acuarios).

Para rematar, en la base de la pecera, se puede escribir de dónde os trajisteis la arena y el año. Al fin y al cabo, es un recuerdo más de vuestras vacaciones. Aunque, ahora que lo pienso, si la pecera os da para ello, también podéis hacer algo así como un cartel (con cartón y un palillo), escribirlo ahí y ponerlo dentro.

Bueno, esto ya es rizar el rizo, pero se me acaba de ocurrir, a raíz de lo anterior, que también podéis poner dentro una pequeña foto de vuestros días en la playa. Puede ser una foto familiar, ésa tan bonita del romper de las olas en la orilla del mar o aquélla tan espectacular que conseguisteis hacer de la puesta del sol.

Como veis, la pecera da para mucho. Sólo hay que echarle imaginación y ponerse a ello. ¿Se os ocurren más ideas? No dudéis en contádmelas ;-).

29Jul/13

… de hacer un marco con conchas

Marco con conchas

Durante nuestros días en la playa, hay una cosa que pude hacer a ratitos con los Trastos (juntos unos días, por separado otros): recoger conchas. Hemos traído una bolsa llena de ellas. Las hay grandes, muy grandes, normales, pequeñas, minúsculas… Vamos, que hay de todo tipo y, por supuesto, color. Es una actividad que a los niños les encanta, al menos a los míos.

Tuve la precaución de llevarme una malla o red que venía con no sé qué juguete y que tenía guardada (sí, lo sé, creo que tengo un leve síndrome de Diógenes ;-)). De esta manera, la arena, una vez seca, cae al suelo y no a la bolsa donde vamos guardando las conchas. Esto no quita para, una vez de vuelta al nido, las lavemos un poco para quitarles posibles restos de arena. Yo esto lo hice en mi pueblo, así que, al volver a casa, ya las tenía listas para usar :-).

¿Y qué se me ocurrió esta vez? Pues como me encantan las fotografías, decidí no irme de la playa sin una foto de mis tres Trastos en la orilla del mar. Y, una vez conseguida tamaña empresa (hicieron falta unas 20 fotos para obtener una decente, ¡benditas cámaras digitales!), imprimirla y ponerla en un marco bonito. Y ahí entran las conchas. Se me ocurrió comprar un marco de madera, de los que venden sin tratar para que tú los barnices o los pintes, y en vez de hacer esto, pegarle las conchas. Bueno, la verdad es que esto se me ocurrió después del primer día recogiendo conchas, de ahí que las buscara de varios tamaños.

Al llegar aquí, no hubo manera de encontrar el marco que quería. Todos estaban listos para ponerles foto. Lo más que llegué a encontrar sin tratar fueron cajitas de madera. Sí, ya sé que a las cajitas también se les podrían haber puesto las conchas (mira, para hacer una cajita de recuerdos, por ejemplo ;-)), pero yo quería un marco para mi foto. Así que compré uno que no tuviera mucho relieve.

Conchas

Mi primer impulso fue darles con un pincel un poco de cola blanca a la parte de la concha que fuera a pegar en el marco. Pero fue un desastre total que, lejos de terminar con la concha pegada, acabó con mis dedos embadurnados de cola. Como digo, un desastre. Así que lo hice de otra manera. Eché un poco de la cola en un recipiente y, con un pincel, la extendí por todo el marco y después fui colocando las conchas una a una cubriendo como mejor pude la superficie. Para aprovechar alguna de las  conchas más pequeñas, las pegué sobre otras más grandes, como se puede apreciar en la fotografía principal de esta entrada.

Luego sólo quedó imprimir la foto elegida en papel y colocarla en un sitio bien visible, en mi caso, del salón. Y ahí sigue, para gozo de los Trastos y mío propio. No ha nada que mejor le venga a un marco con conchas que una foto en la playa.

CONTRAS:

  1. Encontrar el marco adecuado es, sin duda para mí, lo peor de esta manualidad. Quizás tengáis suerte y deis con el marco que iba buscando yo. Pero si no, no desesperéis. Ya habéis visto que con otro de madera se puede igualmente. Si es de plástico, no estoy yo muy segura de que las conchas se peguen bien con la cola blanca. Pero todo es cuestión de probar.

  2. He usado cola blanca en lugar de silicona por dos razones básicamente. Una es que no soy muy mañosa aún con la pistola. Y la segunda es que, debido a la primera, aún se me quedan hilos de silicona cuando trabajo con ella. Como no quería guarrear el marco, decidí optar con la cola blanca y he de decir que me fue muy bien.

  3. Recoger las conchas. Ya he dicho que a los niños les encanta, pero yo acabé un poco harte de agacharme tanto. Claro que, bien pensado, puede ser que me trajera demasiadas conchas, jejeje…

PROS:

  1. Yo compré un marco de madera, pero mi cuñada optó por coger la tapa de una caja de zapatos, recortar un rectángulo en el medio (con lo que quedaría una especie de ventana), pegarle las conchas por delante y la foto por detrás. Le ha quedado genial. Aunque no sé si aguantaría mucho tiempo colgado en la pared…

  2. Si vuestros hijos son pacientes o algo más mayores, podéis hacer esta actividad con ellos. Les va a encantar. Yo hubiera podido hacerla con el Mayor (al Mediano aún le quedan un par de años para centrarse en una actividad así).

  3. Las fotos que tengo en los portarretratos de casa están impresas en papel. No hay que gastarse más dinero para imprimirlas en papel de fotografía. Como va a ir detrás de un cristal, si no se os descuelga la impresora aclarando u oscureciendo la foto original, os puedo asegurar que no se nota la diferencia.

  4. Como la foto se puede imprimir en casa y las conchas se recogen en la playa, lo único que tenéis que comprar es el marco. Si optáis por la tapa de la caja de zapatos, ni eso. Así que conseguís por poco esfuerzo un DIY (como se dice ahora ;-)) muy barato, o gratis, con poco esfuerzo.

  5. Si no vais a pegar las conchas con vuestros hijos, sino que preferís hacerlo solas, entonces podéis hacerlo hasta viendo la tele.

Así que si vais este verano a la playa, no dejéis pasar la oportunidad. Buscad conchas y haced el marco. Es fácil y divertido. Y la foto queda genial.