Queridísimo Mediano:
Esta semana cumples cinco, años no, añazos. Inauguras el otoño por todo lo alto. Llegaste a este mundo a la hora de la sobremesa y aún recuerdo tu tono blanquecino. Nada que ver con el que tienes ahora. Naciste con mucho pelo, pero ningún rizo. De nuevo, nada que ver con tu melena de ahora.