Esta semana es el aniversario de Papá³ y servidora. Hacemos diez años de casados. Las bodas de aluminio las llaman. Ahí es nada. Y, pues eso, que dos lustros y tres hijos después, aquí seguimos. Dándolo todo y trabajando en nuestra relación con la misma ilusión que al principio. Así que hoy toca una entrada ñoña como ninguna (si no quieres pasteleo, aún estás a tiempo de cerrar la página 😀 ).