Archivos de la etiqueta: baño

13Jun/14

… de las pegatinas “No salpiques” y ¡sorteo!

pegatinas baño nosalpiques.com

Una de las primeras entradas de este blog fue la que escribí sobre mear de pie, en la que me desahogaba tras haber tenido que limpiar el baño con los charquitos de pises de mis hijos. Los pobres aún estaban afinando su puntería. Aquella entrada que tanto os gustó a quienes me leíais por entonces, dio pie a un comentario en el que me recomendaban unas pegatinas para el baño.

Indagando llegué hasta Nosalpiques.com,  la web de dichas pegatinas. Las vi, me gustaron y compré dos: un coche que se volvía rojo y una nube donde aparecía un sol. Fueron un éxito rotundo en casa, pues los charquitos se redujeron bastante. Los niños (y mayores) se divertían apuntando el chorrito de pis hacia el dibujo buscando el color del coche o el sol. Una vez bien pegadas, doy fe de que no se despegan por mucho que se limpie la taza del inodoro. Respecto al color, en nuestro caso duró como seis meses el coche (estaba en el baño de más uso) y un año largo la nube (en el baño de menos uso).

Tanto me gustaron que escribí una entrada sobre ellas e intenté hacer entonces un sorteo con estas pegatinas. En aquel momento no pudo ser, pero ¡¡hoy sí!! Así que vamos con el sorteo de una pegatina (a elegir por el ganador entre todas las de la tienda) de No salpiques, que puede usarse tanto para niños como para niñas, lo que os vendrá especialmente bien a quienes estéis en plena operación pañal. Aunque también pueden usarla los mayores 😉

CONTRAS:

  1. Como casi siempre, la marca ofrece su producto, pero a cambio vosotros tenéis que darle un “me gusta” a su página de Facebook.

  2. Como siempre que hago este tipo de sorteos, la mejor opción para controlar que cumplís estos requisitos es a través de Rafflecopter. Si soléis participar en mis sorteos, ya sabéis cómo va, pero si es la primera vez que aparecéis por aquí, os cuento. Rafflecopter es una aplicación que funciona para Facebook igual que Easypromos (que seguro os suena más). Para poder participar en el sorteo, tenéis que seguir este enlace y acceder a la aplicación a través de vuestro email o perfil de Facebook. Como uno de los requisitos es darle un “me gusta” a la página de Facebook de No salpiques, os aconsejo acceder a la aplicación a través de vuestro perfil de FB.

  3. El sorteo estará activo una semana, es decir, desde hoy, viernes 13 de junio, en el momento en el que se publica esta entrada, hasta el jueves 19 de junio a medianoche (hora peninsular española).

  4. El premio se enviará a una dirección postal válida dentro del territorio español. Si vivís fuera, ya sabéis que podéis participar si algún amigo o familiar que viva en España os hace el favor de recogeros el premio… y no quedárselo 😉

  5. Una vez anunciado el ganador en las redes sociales, yo misma le enviaré un email informándole de su premio. Desde ese momento, dispone de siete días para contestarme y reclamar su premio. Si no lo hiciera así, el premio sería declarado desierto y se repetiría el sorteo con los mismos requisitos.

PROS:

  1. Sólo al ganador se le pedirán los datos de contacto necesarios para enviarle el premio.

  2. Rafflecopter, a diferencia de otras aplicaciones de Facebook, permite participar a través del móvil o tablet. Si es tu caso, tienes que participar siguiendo este otro enlace.

  3. El ganador puede elegir una pegatina, la que más le guste, de entre todas las disponibles en la tienda online de No salpiques.

  4. El ganador será anunciado el próximo viernes a través de la página del blog en Facebook.

Y, aunque no es obligatorio, si os apetece, podéis darme a mí también un “me gusta” en la página de Facebook del blog. ¡Suerte a todos!

22Dic/13

… de la malla recoge-juguetes para el baño

Malla para bañera

Antes de empezar con la entrada de hoy, me gustaría contaros que ésta será la última del año. Tenía que haberla publicado el pasado viernes, como ya viene siendo costumbre, pero mis hijos no fueron al cole y estuvieron todo el día conmigo. Los tres. Y me fue imposible escribir ni publicar nada. El caso es que hasta entonces estaba dudosa, no sabía si continuar escribiendo durante las vacaciones de Navidad. Pero me he dado cuenta de que, aunque tenía algunas cosas pensadas, no me va a dar tiempo. Me las guardaré para el año que viene.

Así que ésta de hoy será la entrada que despida el año. De esta manera, espero tener más tiempo para leer y comentar otros blogs, especialmente los de la Maternidad de la A a la Z, que los tengo algo abandonados. Y, sobre todo, espero tener más tiempo para disfrutar de mis hijos y mi familia, que de eso se trata la Navidad, ¿no?

Después de las fiestas, cuando comiencen las clases de nuevo, volveré por aquí. Confío en que me esperaréis, ¿eh? Que pienso pasar lista, jejeje…

Bueno, y ahora vamos al lío. Hoy os voy a hablar de un juguete que no es un juguete en sí, por lo que también podría catalogarse como cachivache, pero que es muy apañado para pedírselo a los Reyes Magos o para regalar en un cumpleaños. Se trata de una malla recoge-juguetes para el baño y, en concreto la de la foto, que es la que tenemos en casa, es de Imaginarium.

Cuando nació el Mayor, apenas teníamos juguetes para el baño. Estos fueron llegando según iba cumpliendo meses. Así que, cuando llegó el Mediano, ya teníamos una buena remesa de cacharros para jugar en el baño. Empezaban a no caber a los lados de la bañera. Y luego estaba otra cosa que me daba un poco de asco, la verdad. El agua que se quedaba en los juguetes, ésa que al cabo de un tiempo le daba a la superficie un tacto así como viscoso. Porque, como los niños no jugaban con todos los juguetes al mismo tiempo, había que ir rotándolos. Lo que propiciaba que el agua hiciera de las suyas en los recovecos.

Hasta que un día vimos en Imaginarium esta malla y, aprovechando que el cumpleaños del Mediano estaba próximo, tuvimos a bien perdírselo como regalo. Por aquel entonces, él era aún casi un bebé y aquello de pedir juguetes aún le quedaba algo grande. Vamos, lo mismito que ahora… hay que ver cómo cambian en un par de años.

El caso es que es uno de los juguetes-cachivaches con los que más contenta estoy. Y os lo explico en los pros. Pero primero, como siempre, los contras.

CONTRAS:

  1. Para engancharlo a la pared es necesario taladrarla. No se pueden usar ventosas porque, por muy resistentes que sean, al final vence el peso de los juguetes y se cae. Aunque la resistencia dependerá de la cantidad de juguetes que se meta dentro y del peso de estos. Lo mejor y más seguro es taladrar un par de enganches. La malla viene con unas graciosas ventosas en forma de cangrejo, pero nosotros probamos a usarlas y siempre se nos caía. Así que al final decidimos ponerla colgando de los ganchos propios para colgar las toallas o albornoces. Y no se ha vuelto a caer.

  2. Hablando de los enganches, hay que medir bien la distancia, no vaya a ser que después de taladrar no sirva el esfuerzo.

PROS:

  1. Esta malla es ideal para recoger los juguetes del baño. Caben un montón. Bueno, ya lo veis en la foto.

  2. Al ser una malla, deja pasar el aire, con lo que permite que se sequen los juguetes y se evita que se quede agua en los juguetes.

  3. Aunque sea una manera de tener ordenados los juguetes del baño, es divertida.

  4. Es apropiado para niños que ya tengan juguetes para el baño hasta que dejen de tenerlos, jejeje… Vamos, que no pongo edad porque os podéis imaginar que se le puede regalar a cualquier niño tenga la edad que tenga siempre y cuando aún use juguetes cuando se baña.

Ahora os toca a vosotras. Contadme, ¿qué usáis en casa para guardar los juguetes para el baño? ¿Regalaríais esta malla recoge-juguetes? Y, lo más importante de todo, ¿os gustaría que después de Navidad siguiera publicando de vez en cuando más entradas sobre juguetes?

Me despido hasta el año que viene. Feliz Navidad a tod@s, que os traigan muchas cosas los Reyes (o Papá Noel si preferís) y que se cumplan todos vuestros deseos. Y, sobre todo, a disfrutar de vuestra familia y los peques quienes, en esta época más que nunca, son los verdaderos reyes de la casa. ¡Nos leemos en 2014! Besotes.

15Nov/13

… de la rana cantarina para la bañera

Tortuga musical

Bien, con esta entrada sigo en la línea de hablaros de juguetes para niños con vista a las Navidades. Hoy voy a hablaros de nuestra amiga la rana cantarina y es un juguete musical para el baño. Creo recordar que se lo regalaron al Mediano en su primer cumpleaños. Así que podría catalogarse como juguete para niños a partir de 1 año hasta que se aburran de jugar con él ;). El precio lo desconozco, pues ya os digo que fue un regalo. Pero lo que sí os puedo decir es que, costara lo que costara, ha sido amortizado con creces, pues es uno de los juguetes para el baño que más éxito ha tenido (y tiene) en nuestra casa.

Todos y cada uno de mis hijos ha jugado, y juega aún, con esta rana. Para mí, tiene cuatro cosas fantásticas. La primera es que cada una de sus patitas tiene una forma geométrica simple (círculo, cuadrado, triángulo y estrella), un color (morado, rojo, azul y amarillo) y un animalito ( pulpo, tortuga, cangrejo y estrella de mar). Además, su fondo tiene agujeritos, así que funciona a la perfección como regadera. Otra cosa que me gusta es que, aunque no salen en la foto, traía tres piezas con los dibujos de los animales de las patas para meterlos dentro.

Pero lo mejor de toda la tortuga es que tiene música. Sí, y obviamente se puede meter bajo el agua y sigue sonando. Canta un par de canciones y dice frases como “¡sácame del agua y verás lo que pasa!” para jugar con ella a modo de regadera. Cada vez que se aprieta una pata, dice el animal, la forma o el color que tiene.

Investigando un poco, porque yo ya ni me acordaba, resulta que este juguete musical es de la marca Vtech y se llama Tortugagua. La ficha técnica del producto la podéis encontrar aquí. Yo no me voy a repetir y aquí en el blog, como ya os dije, me limito a contar nuestra experiencia con este juguete.

CONTRAS:

  1. Es un juguete pesado. No me refiero a que sea cansino (eso dependerá de lo mucho o poco que se le aprieten las patas o se le saque y meta en el agua). Me refiero a que pesa y a veces al Peque se le caía de las manos. Ahora ya es más fuerte y puede con él. Pero hay que tener cuidado de todas formas porque si cae en un pie o una mano hace daño.

PROS:

  1. Es un juguete musical para el agua. Se puede mojar e introducir sin problema en la bañera. No se estropea ni se le mojan las pilas.

  2. Es didáctico con sus formas, colores y animales en las patitas.

  3. Interactúa con los niños con sus frases. Otra que dice es, por ejemplo: “¡vamos a buscar al pulpo!” y, si se aprieta la pata correcta, el muñeco felicita al niño. Si no, le insiste a que lo intente de nuevo: “¡inténtalo otra vez!”.

  4. Es fácil de manejar y muy intuitivo. Tiene un botón de encendido y apagado. Y luego las patas. El resto funciona por sensores.

Ahora os toca a vosotros. ¿Conocíais este juguete o alguno similar que hable o cante y se pueda meter en la bañera? ¿Qué os ha parecido nuestra amiga la rana cantarina?

22May/13

… de la hora del baño

bañera

Para mí, el día tiene 4 fases. La primera va desde que me levanto hasta que el Peque se echa la siesta. La segunda fase va desde que se duerme hasta que tengo que ir a buscar a los Mayores al colegio. La fase 3 va desde este último momento hasta que todos están durmiendo plácidamente. La cuarta fase abarca el ratito que el Tripadre y yo estamos solos hasta que nos vamos a la cama.

Como os podéis imaginar, la fase 3 es la más estresante del día. Empieza conmigo y el Peque saliendo rápidos a por los Trastos mayores y consta de: recogida en el colegio, meriendas, baños, juegos y cenas. E implica organizarme bien si quiero pasar un ratito jugando con los Trastos, todos juntos.

Una vez superadas las peleas por ver quién entra primero en casa y después de que todos hayan merendado, empiezo con los baños de los Mayores. Al principio les bañaba a los dos juntos, para ahorrar tiempo, pero lo he dejado porque supera mis fuerzas (mi espalda lo sabe) y mi paciencia. Puede darse el caso de que los dos estén en plan “no me toques ni salpiques”, lo que en una bañera es bastante complicado, o bien puede que los dos estén en modo compincheo y entonces soy yo la que entra en modo “esto no es una piscina” junto a “no salpiquéis a mamá”. Todo es inútil. Así que he decidido bañarles por separado.

Como en todo, hay días y días, pero básicamente se pueden resumir en que el Mediano se cree un tiburón que bucea por los mares y se zambulle cual delfín (doble tirabuzón incluido) y el Mayor prefiere hacer olas en el agua con el “suave” vaivén de su cuerpo. Uno detrás de otro consiguen que en nuestro baño nos bañemos tres. Por turnos, eso sí.

Pasa la tarde y se acerca la noche. Cuando los Mayores han cenado o están a punto de terminar, le toca su turno al Peque. Y está aprendiendo a chapotear en el agua. Y el grifo le llama mucho la atención. Y aún le falla el equilibrio en el agua. Y yo no doy a basto lavándole mientras intento que no se estampe contra el grifo a la vez que tengo que resignarme mientras me duchan por segunda vez.

¿Y el Tripadre? Pues a todo esto está trabajando. Con suerte llega para acostar a los Mayores. Con mucha suerte llega para darle las buenas noches al Peque. Así que aquí la que suscribe les baña de lunes a jueves. A los tres. Yo sola. El Tripadre les baña el fin de semana (que empieza el viernes), pero sólo a los Mayores. Además, él se aventura más que yo y les baña a los dos juntos. Incluso algunos domingos se duchan los tres a la vez. Pero al Peque casi siempre le baño yo… o me baña él a mí, según se mire.

CONTRAS:

  1. La fregona se ha vuelto mi amiga de penas inseparable. Ya sea para limpiar escapes a los pies del inodoro o para recoger el agua al lado de la bañera.

  2. Siempre les digo que la bañera no es una piscina. Pero claro, explícale tú a un niño pequeño, al que el agua le llega casi a las rodillas, que no puede bucear en la bañera. Y de los salpicones mejor no hablo.

  3. Al bañarles por separado, se me va casi toda la tarde. Intento hacerlo rápidamente, pero ellos tienen su propio ritmo y les divierte mucho el agua. Para ellos es un juego más, aunque yo esté deseando acabar pronto.

  4. Echo de menos un tercer ojo y dos manos más para poder controlar al Trasto que tengo delante y que no se dé un golpe fuerte (que alguno ha caído ya).

PROS:

  1. Al bañarles por separado, me pueden contar qué tal les ha ido el día, si han aprendido alguna canción nueva o si han discutido en el colegio. Con el Mayor puedo jugar al veo-veo o a las palabras encadenadas. Con el Mediano suelo contarle un cuento. Con el Peque todo son risas y juegos con el agua.

  2. Cuando salen del agua y tienen frío, quieren que les coja y les arrope. Dura apenas unos minutos, hasta que entran en calor, pero creo que es uno de los pocos momentos en que aún me dejan que les coja y abrace como cuando eran más pequeños. Entonces la que moja el baño soy yo con mis babas…

  3. Aún no estoy teniendo mucho éxito, pero de vez en cuando les insisto a que se enjabonen solos con la esponja, para que vayan aprendiendo a bañarse solos. El lavado de cara lo tenemos conseguido :-).

Sé que pronto se bañaran solos. Cuando menos me lo espere, serán lo suficientemente mayores como para bañarse sin mi ayuda. Y, como me conozco, sé que echaré de menos este ratito de confidencias conmigo. La fregona no, a ella aún le queda mucho tiempo rondando por el baño.

29Abr/13

… de las pegatinas para el baño

Pegatinas WC

Hace tiempo (no mucho, que el blog tampoco tiene tanto tiempo ;-)), escribí una entrada sobre mear de pie o cómo se ponía el baño teniendo 2 niños en casa (salpicaduras, charquitos, etc.). Para tranquilidad de todo, os diré que el Tripadre se lo tomó con humor, como no podía ser de otra manera (gracias, solete).

El caso es que si vais a la entrada y os leéis los comentarios, hubo quien, bromas a parte, me recomendó probar unas pegatinas para el inodoro. ¿Quién fue? Pues Annabel, de La nave del bebé :-). Me picó tanto la curiosidad por aquello que, harta como estaba ese día de cómo estaba el baño día sí y día también, encargué dos, por 5’95 € cada una, más 4’80 € de los gastos de envío. A los pocos días, tenía las pegatinas en casa. Las probé y me gustaron.

¿Y qué son exactamente? Pues pegatinas que se pegan en la taza, en un lado u otro (según si quien va a hacer pis es un niño o una niña). Cuando la orina roza el dibujo, éste reacciona. La finalidad es que así, jugando a apuntar, no hay escapes no deseados fuera del inodoro. Al menos no tantos como antes.

Después de un mes probándolas, aquí os dejo mi opinión:

CONTRAS:

  1. Según las indicaciones, una vez pegadas, hay que esperar 10 minutos antes de su primer uso para que se adhieran bien. Con una esperé 20 minutos y no fueron suficientes. Empezó a despegarse con la primera tirada de cadena. Creo que es mejor ponerlas por la noche y esperar toda la noche o ponerlas por la mañana y esperar a la tarde. A mí me coincidió con el viaje a Teruel, así que la volví a poner antes de irnos y, al volver, ya se había pegado como debía.

  2. Los dos modelos que yo elegí fue un Rayo McQueen que se vuelve rojo y una nube en la que aparece un sol. El coche sí lo hemos visto rojo, pero el sol sólo se intuye. No es un problema de la pegatina, sino que mis hijos no tienen la cantidad suficiente en sus pequeñas vejigas para que aparezca el sol. Si pensáis en comprarlas para vuestros peques, os aconsejo que escojáis pegatinas que cambien de color.

  3. Cuando dejen de funcionar, no sé si podré despegarlas sin problemas. De momento, si es verdad, lo que pone en la bolsa, duran muchísimo. Ya os contaré.

  4. Como no han sido capaces de hacer salir el sol de debajo de la nube, no se creen que esté ahí. La de cosas que me vienen diciendo que hay debajo de la nube… Supongo que cuando sean más mayores podrán ver el sol.

PROS:

  1. Pegatinas WC guanteLas indicaciones de cómo ponerlas correctamente están muy bien explicadas. Además, junto con la pegatina, viene un guante de látex para cuando se coloque. A mí me pareció un detalle, pues podían haber metido sólo la pegatina con las instrucciones.

  2. Una vez que se ha pegado bien, la pegatina resiste al agua de la cisterna.

  3. Hoy he vuelto a limpiar los baños. Uso un limpiador específico para el baño, como el que cualquiera pueda tener en su casa. Y limpio como si la pegatina no existiera. Después de un mes, las pegatinas siguen en su sitio y funcionando bien.

  4. No os voy a mentir, sigue habiendo escapes en el suelo. Ahora bien, se han reducido considerablemente.

  5. Mis hijos se pusieron súper contentos cuando las vieron, sobre todo la de Rayo. Estuvieron una semana enseñándosela a todos los que se pasaron por casa. También se alegran mucho cuando consiguen que el coche se vuelva rojo.

  6. Desde hace semanas, en mi casa ya no se dice “voy a hacer pis”. Ahora se dice “voy a poner el coche rojo” :-D.

Quiero aclarar que esta entrada no está patrocinada ni nada. Una amiga me recomendó un producto, lo probé y os cuento mi experiencia. Para mí, está cumpliendo su cometido. Por ello, intenté sortear las pegatinas proponiéndoselo a la empresa que las fabrica (Nosalpiques.com), pero me dijeron, muy amablemente, que no hacían sorteos con blogs. Una lástima, pues creo que pueden venir muy bien a todos quienes vais a aprovechar la primavera para empezar la operación pañal de vuestros peques y, además, me hacía ilusión sortearlas. Otra vez será :-).

Para más información, podéis ir directamente a la web de las pegatinas.