Queridísimo Mayor:
Esta semana cumples 12 años y estoy más asustada que cuando cumpliste los terribles dos. En mi cabeza, tus doce años se me presentaban lejanos y la barrera entre el niño que tenía entonces en brazos y el proyecto de adulto en el que te estás convirtiendo. Recuerdo cuando cumpliste dos años y tuve que dejar de buscarte ropa en la zona de bebés para pasar a la de niños. Ahora, con doce, hemos dejado la zona de niños para pasarnos a la de adolescentes ¡o incluso adulto!