Queridísimo Mayor:
Hay que ver cómo has llegado a los 16 años. Estás más centrado, se te ve más responsable y, sobre todo, empiezas a vivir tu vida. Se empieza a ver al adulto en el que te estás convirtiendo y quiero decirte que es una persona maravillosa. Algo de lo que no tenía ninguna duda al verte de pequeño.
Aunque aún no eres un adulto, este último año has madurado notablemente. Tu comportamiento es más pausado y más comprensivo. Sigues siendo cariñoso, alegre y bromista; pero ahora también te haces cargo de situaciones que antes ni hubieras contemplado. Cuando hablas, tus argumentos ya poco se parecen a los del niño que fuiste y muchas veces tienes tanta razón que asusta.
Aunque tu trato con tus hermanos ha cambiado, me encanta ver que, en general, seguís siendo una piña. Tenéis vuestras discusiones, pero también vuestras confidencias y vuestras risas. Mi corazón no puede ser más feliz cuando os veo a los tres juntos, disfrutando, a pesar de vuestras diferencias y edades distintas. Y, aunque aún hay cosas en las que mejorar (tú sabes a lo que me refiero), eres un buen ejemplo para tus hermanos. No puedo pedir nada más.
Los ratos que pasamos juntos los dos solos los valoro muchísimo porque sé que estás en edad de empezar a volar solo. Cosas de la adolescencia, lo sé. Pero me alegra ver que sigues sin que te dé vergüenza que te vean junto a tu madre. Igual que me encanta que te sigas queriendo acurrucar a veces conmigo en el sofá mientras vemos alguna serie o película para más mayores. Incluso es maravilloso que sigamos con nuestras guerras de cosquillas, aunque ahora seas tú quien me gane a mí.
Siento que ahora tengo tu apoyo y que puedo contar contigo si pasara cualquier cosa. Sé que eres una persona increíble a la que me encantará seguir conociendo y estar ahí para lo que me necesites. Sé que crees que estás llegando al final, pero esto no ha hecho nada más que empezar, cariño. Y me encantará ser testigo de tus alegrías pero también ser apoyo de tus penas o dudas.
Queridísimo Mayor, has cumplido 16 años con muy buen pie. Y solo puedo desearte que no te tuerzas en el camino. Quizá ya no vayamos de la mano en tu nueva aventura, pero estoy deseando verte entre bambalinas.
Te quiero, hasta donde acaban los números (ya sabes). Muy feliz cumpleaños.