Hace mucho que no comparto alguna receta por aquí y esta sopa de miso, setas y pollo bien merece ser compartida. Es una de esas sopas que reconfortan porque parece que te abrazan desde dentro. Es perfecta para cuando hace mucho frío porque te hace entrar en calor rápidamente. Pero también viene genial para cualquier otro día. Lo mejor es que todos los ingredientes están al alcance tu mano (sí, en serio, hasta el miso) y casi se podría considerar receta de aprovechamiento.
Estoy segura de que el miso es lo que te echa para atrás. Pero que no cunda el pánico, lo puedes encontrar en Mercadona, en Alcampo y en Carrefour (y seguro que en otros tantos sitios más también). Y casi todos los demás ingredientes ya los tienes. Pero vamos al lío. Si quieres hacerla, apunta.
Ingredientes:
- 1 cebolla
- 1 trocito de jengibre (da igual que no te guste, no hay por qué comérselo luego, pero le da un toque especial a la sopa, créeme)
- 1 bote de setas (también sirven deshidratadas)
- 1 sobre de sopa de miso
- pollo (puede ser crudo, en cuyo caso es preferible una pechuga, o ya cocinado, y en este caso cualquier parte del pollo sin hueso y sin piel te vale)
- 1 l de caldo de pollo o de agua
- arroz de acompañamiento (para dos personas, entre 60 y 100 g, según lo que os guste). Yo uso arroz integral o basmati, que se cuece a parte y se reserva.
Pasos a seguir:
- Como te comentaba, se hierve el arroz según las indicaciones del paquete, se cuela y se reserva.
- En una olla, se sofríe la cebolla (a mí me gusta en juliana) hasta que empiece a dorarse.
- Se añade el jengibre cortado en bastoncillos (es decir, como una mini patata frita).
- Añadir después el caldo de pollo o agua junto con el bote de setas (líquido incluido, solo asegúrate de que no haya tierra en el fondo del bote).
- Echar el sobre de miso y dejar cocer todo junto 15 minutos con la tapa puesta.
- Si el pollo es crudo, trocearlo y añadirlo al terminar los 15 minutos iniciales. Dejar cocer otros 5 minutos más o hasta que el pollo esté hecho (lo que no será mucho tiempo porque está troceado).
- Si el pollo ya está cocinado, trocearlo, añadirlo, apagar el fuego y dejar así 5 minutos más para que coja el calor de la sopa. Esta es la opción que yo suelo hacer (por eso decía que esta receta se puede considerar casi de aprovechamiento).
Al momento de servir, poner arroz al gusto en el fondo y echar por encima la sopa. Si eres como yo y no te gusta encontrarte el jengibre, apártalo sin culpa. Su labor en la sopa ya está hecha.
CONTRAS:
Puede que te cueste encontrar el miso en el supermercado, a mí me pasó. Suele venir en unas cajitas con unos sobres para hacer sopa (búscalo así: «sopa de miso»). Suele estar en la sección de comida internacional. Mercadona tiene su propia marca y lo presenta en un sobre (con los otros sobres dentro); en otros supermercados, venden la marca Blue Dragon, que es una cajita negra tipo Sopinstant.
Insisto: da igual que no te guste el jengibre crudo porque no hace falta que te lo comas. Pero no prescindas de él porque le aporta sabor a la sopa sin hacer que esta pique. No sufras.
PROS:
- Si aun así el jengibre crudo no es tu amigo, sustitúyelo por jengibre en polvo. Yo siempre añado jengibre crudo, pero creo que con media cucharadita de jengibre en polvo será suficiente.
- Yo siempre hago esta sopa cuando me ha sobrado pollo de otra receta. Los restos de pollo asado le van genial.
- Yo pensaba que a mis hijos no les iba a gustar esta sopa por aquello de que se sale un poco de la sopa tradicional de pollo. Me equivocaba. No a todos les gusta con el arroz, pero sí lo que es la sopa en sí.
Esta receta es original de Jamie Oliver, aunque un poco a mi manera, eso sí. Pruébala y me dices si tengo o no razón.