… de los vídeos familiares

Por qué hacer vídeos familiares

Estas Navidades, sin saber muy bien por qué razón, mis hijos pidieron ver el vídeo de nuestra boda (me resulta curioso que preguntaran por el vídeo y no por el álbum de fotos). No teníamos otra cosa mejor que hacer aquella tarde, así que lo buscamos y lo vimos. Y resultó que les supo a poco porque echaron un vistazo al resto de vídeos familiares que teníamos y al final, uno por uno, pidieron verlos todos.

A mí siempre me han gustado los álbumes. Tenía hechos muchos desde que me regalaron una cámara de fotos por mi Comunión. Antes de irme de casa de mis padres, hice uno con las mejores fotos que tenía de todos esos años. También le pedí a mi madre alguna de las fotos que ella tenía de cuando yo era pequeña. Si un día arde mi casa, ten por seguro que no saldría de ella hasta no estar segura de que toda mi familia está a salvo y de que tengo conmigo esos álbumes de fotos.

Cuando estábamos preparando la boda, Papá³ y yo nos compramos una cámara de vídeo con la idea de llevárnosla al viaje de novios. Y así lo hicimos. Con el vídeo añadido a nuestras vacaciones y fechas señaladas, empecé a hacer vídeos que resumían todo un año. Cuando nació el Mayor, le hice uno de su primer año (junto a un álbum de fotos de sus 12 primeros meses también). Pero ahí mi velocidad para hacer vídeos familiares anuales fue menguando.

Tal es así que tengo vídeos de todos los años hasta 2008. Luego la cosa se pone difusa porque tengo un vídeo de cada primer año de cada uno de mis hijos, alguna boda, algún viaje suelto, algún festival de fin de curso… y del año 2011 (a saber por qué). Sin embargo, salvo estas excepciones, no hay más vídeos familiares desde 2009 hasta hoy. Y esto es un fastidio más allá de tener que ponerme a montar el vídeo en sí porque yo solía hacer DVDs (con sus menús y todo) y ahora no hay programa o aplicación que me permita hacer esto. Se ha perdido la magia de hacer DVDs, supongo. Esto significa que haré los vídeos como siempre, pero después, en vez de hacer el menú de la película, tendré que crear un vídeo de una hora (al menos) por año.

Pero adversidades tecnológicas a parte, yo quería contarte que esos ratos viendo vídeos familiares en familia han sido geniales. Papá³ y yo hemos cambiado mucho, nuestros hijos también, pero el resto de la familia no se queda atrás. A mis hijos les hizo mucha gracia ver a su prima mayor cuando era pequeña, ver a un abuelo sin canas y al otro sin pelo, por decirte solo un par de curiosidades. Yo me vi bastante más delgada, qué le vamos a hacer y Papá³ y yo teníamos una cara de niños que echaba para atrás.

Y qué me dices de volver a oír hablar a mis hijos con su lengua de trapo o ver cómo me daban besos en la barriga cuando estaba embarazada de alguno de sus hermanos. Momentos mágicos que se han quedado grabados para la posteridad y créeme cuando te digo que verlos me hizo soltar alguna que otra lagrimilla más de una vez.

Así que, si me permites un consejo, haz vídeos siempre que puedas de vuestro día a día en familia, pero no te quedes ahí. Junta varios para hacer uno de un año o de un verano o de unas vacaciones. Y guárdalos como oro en paño. Con las fotos, lo mismo. Haz muchas fotos y selecciona las mejores para crear álbumes de fotos. No dejes que estas maravillas se queden olvidadas en tu teléfono móvil o en tu cámara de fotos o vídeo. 

CONTRAS:

  1. Tengo un miedo horrible a perder fotos y vídeos. Así que lo guardo todo de mil maneras posibles para evitar que me quede sin ellos si pierdo el móvil, el disco duro o los DVDs donde los voy almacenando.

  2. No te mentiré, en los últimos años no me gusta mucho salir en fotos y vídeos y, cuando lo hago, no me gusta lo que veo. Pero, ¿sabes qué? Pues que mientras le pongo remedio a esto, me fuerzo a salir porque no quiero mirar esos vídeos y fotos en un futuro y no verme junto a los míos (aunque sepa que yo estaba detrás de la cámara).

PROS:

  1. Qué subidón ver todo lo que Papá³ y yo hemos conseguido estos años juntos, la familia bonita que hemos formado.

  2. No son vídeos para ver todos los días, pero cada cierto tiempo sí. Al verlos después de tantos años sin acordarnos de ellos, es como mirar hacia el futuro con otra perspectiva, centrándome más en lo que realmente importa. No sé si me explico.

  3. Me han entrado ganas de hacer más vídeos, aunque no pueda pasarlos luego a un DVD con su menú y todo. Ahora solo tengo que buscar algo de tiempo… ¡solo son unos diez u once vídeos nada más! 😅

¿Tienes la costumbre de hacer vídeos y montarlos en casa? ¿Qué haces con los vídeos y fotos que vas haciendo en tu día a día?

¿Te apuntas al boletín mensual?

Charlamos un poco y además recibes un resumen de las entradas del mes.

 

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.