… de los olores corporales de mis hijos

Todas las madres sabemos que, en algún momento, nuestro pequeño va a dejar de oler a bebé. Es algo a lo que nos vamos mentalizando, nunca estamos preparadas para que nuestra criatura empiece a oler a niño mayor, es cierto, pero poco a poco nos vamos preparando para ese momento. Pero te puedo asegurar que para lo que no estamos preparadas es para los olores corporales de nuestros hijos cuando llegan a la pre y adolescencia.

El Mayor lleva ya tiempo «oliendo a hombre», aunque aún el olor no es muy fuerte. Yo se lo noto sobre todo cuando me da abrazos si no se ha duchado recientemente. Ya me entiendes ;). Pero bueno, él acaba de cumplir 13 años y es algo normal para esta edad (aunque sus olores corporales empezaron a enfatizarse más al principio de los 12).

Pero hace un par de semanas, sentada en el sofá con mis Trastos mientras veíamos una peli, me llegó ese característico olor sobaquil. Papá³ no estaba con nosotros, así que estaba libre de sospecha. Por lo que mis pensamientos se dirigieron inmediatamente al Mayor. Pero este estaba demasiado lejos de mí (el Peque estaba entre ambos), aún así, yo, terca como yo sola, seguí pensando que era él.

Mi sorpresa llegó cuando el Mediano, que estaba a mi otro lado, levantó el brazo. ¡Por favor! ¡Vaya olores! Me pilló desprevenida porque solo tiene 10 años y pensaba que, como el Mayor empezó con el eau de sobac más tarde, al Mediano también le quedaban aún un par de años para alcanzar el «olor a hombre». Pero no, parece que va a desarrollar antes que su hermano mayor. Solo espero que el Peque no empiece antes también que el Mediano porque acaba de cumplir los 8 años.

Así que nada, volviendo a lo que te contaba, como era de esperar, les mandé a los tres a la ducha en cuanto acabamos de ver la película. Y entonces, sí, por fin, los buenos olores volvieron a reinar en casa. Al menos mi nariz agradeció el olor a jabón y a recién duchados. Ellos, por supuesto, se ducharon de mala gana porque alegaban que tampoco olían tan mal.

Porque esa es otra, no sé si esto pasa en otras familias, especialmente en las que tienen niños (y aquí uso el masculino no genérico con toda intención), pero a mis hijos les hace mucha gracia eso de oler a choto. Es más, cuanto peor les huelen las axilas, parece que más se regocijan en ello. Para desgracia de mi pobre nariz. Es un poco como cuando empezaron a ir al baño solo y se llamaban para que los hermanos adoraran el pedazo truño que acababan de soltar. Todo muy bonito y muy escatológico, sí. ¡Puaj!

CONTRAS:

Desde que acabaron las clases, mis hijos se han relajado en el tema de la ducha. La verdad es que a mí no me había importado, teniendo en cuenta que no salían de casa y apenas se movían. Pero lo que pasó a ser un día sí, un día no acabó por convertirse en una carrera a ver cuántos días podían estar sin que el agua les tocara. Y, por lo tanto, en una pelea casi diaria para que se ducharan; más que nada por los olores corporales que ya arrastra el Mayor si no se ducha.
Lo del Mediano ha sido una sorpresa, que vale que sus once años están a la vuelta de la esquina, pero los olores preadolescentes podrían haber tardado un poco más en aparecer. Vamos, digo yo que tampoco hubiera pasado nada.
Como te puedes imaginar, ahora tengo dos proyectos de hombre en casa que, a lo que me descuido, van oliendo a choto. Y encima se echan carreras para ver a quién le huele más el sobaco.
Para rematar la faena, el Peque se siente dejado de lado. No entiende por qué sus sobacos no huelen tan mal como los de sus hermanos. Vaya mosqueos que se pilla de vez en cuando.
Menuda adolescencia a tres bandas me espera, que de todas las cosas que se me habían venido a la cabeza, los malos olores corporales de mis hijos no estaban entre ellas. Y ha sido algo que me ha golpeado en la nariz, nunca mejor dicho.

PROS:

Bueno, pues visto lo visto y dado que el verano se presta a los malos olores, hemos vuelto a establecer la ducha diaria para garantizar. Sin contemplaciones. Así que ahora la pelea para que se duchen es diaria. Espera, ¿esto no sería otro contra?

Foto de Nathan Dumlao.