… de empezar a salir en la adolescencia

Empezar a salir en la adolescencia

Escribo esto mientras el Mayor ha salido para ver a sus amigos. No se ven desde que cerraron los colegios y los mandaron a todos a casa. Cuatro meses sin verse llevan esta panda de amigos. Así que era casi obligado dejarle ir a la quedada. Sin embargo, a mí esto de empezar a salir en la adolescencia me crea una ansiedad que no veas. Se me pasan por la cabeza toda clase de peligros (algunos más imposibles que otros) y me da auténtico pavor no estar ahí con mi hijo para poder protegerle.

Quizá pienses que tengo que confiar en la educación que le hemos dado en casa Papá³ y yo. Es verdad, eso es lo primero que tengo que hacer. Pero lo que me da realmente miedo es el comportamiento de los demás. Puede que sea porque últimamente ha habido robos en el parque del barrio o porque he escuchado cada historia que asusta, pero lo que me da miedo a mí es que alguien tenga el día tonto y lo pague con mi hijo y sus amigos solo porque se le han quedado mirando. No sé si me explico.

Es ese comportamiento de otras personas para con él lo que verdaderamente me crea ansiedad. Es como conducir, que tú puedes conducir muy bien pero no está en tu mano que otro coche se salte un STOP y te lleve por delante. Pues a esa clase de situaciones son las que me preocupan. Las de estar en el sitio equivocado en el momento equivocado para encontrarte con las personas equivocadas. Porque yo en mi hijo y en sus amigos tengo mucha confianza. Son todos muy buenos chicos y chicas, pero siempre puedes encontrarte con un idiota que te amargue el día o la vida.

Y yo tengo miedo cada vez que sale y eso que, hasta ahora, solo quedan alguna tarde. Cuando empiece a salir de noche e ir a las discotecas creo que voy a ser una de esas madres que no van a dormir hasta que el chaval llegue sano y salvo a casa. Mierda. Prefiero mil veces despertarme por las pesadillas de los tres años que no dormir por esto. Yo no estoy hecha para soportar la adolescencia, lo tengo muy claro.

CONTRAS:

  1. Está claro que soy «un pelín» controladora… ya no puedo negarlo. Me pongo muy ansiosa con las cosas que no está en mi mano poder controlar. Yo intento dejar que todo fluya y pase lo que tenga que pasar y ser agua, mi amigo… y todo eso. De verdad que lo intento, pero cuando se trata de mis hijos, la situación me puede y no hay frase de autoayuda que me consuele.

  2. Quien dijo que había que salir de la zona de confort no tuvo un adolescente en casa. En serio, con el Mayor y sus 13 años estoy saliendo de mi zona de comodidad cada dos por tres. Yo quiero que siga en casa, seguro incluso a pesar de las malas contestaciones propias de esta etapa tan «maravillosa» si me apuras. Pero no, él se empeña en hacer cosas propias de su edad y salir a la calle, lejos de mí y de cualquier capacidad de reacción para protegerle del peligro. Ay…

PROS:

  1. Espero superar esta etapa adolescente con la mejor de mis sonrisas. Pero créeme, cuando los hijos empiezan a alejarse del nido, aunque solo sea unas horitas por la tarde, es duro. Esto sí que es un acto de fe para con los hijos.

  2. Venga, va, voy a decirte que esto va a forjar su carácter y es necesario para convertirse en un buen adulto. Pero en realidad, si hubiera un modo fácil de saltarme esto, lo elegiría sin dudarlo.

¿Tu adolescente ya ha empezado a salir con sus amigos? ¿Cómo lo llevas tú?

Foto de Eliott Reyna.


¿Te apuntas al boletín mensual?

Charlamos un poco y además recibes un resumen de las entradas del mes.

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.