… de que vengan amigos de mis hijos a dormir a casa

Que vengan amigos de mis hijos a dormir a casa

Hace un par de meses te contaba que el Mayor y el Mediano se habían quedado ya alguna vez a dormir en casa de algún amigo. Así creo que aquella historia se merece una segunda parte que te voy a contar hoy: cuando vienen amigos de mis hijos a dormir a casa. Porque es normal que, si tu peque duerme una noche en casa de un amigo, ese amigo duerma también una noche en casa.

No se trata (o al menos no en nuestro caso) de una obligación en plan «como él invitó a mi hijo a su casa, ahora tenemos que invitarle nosotros a la nuestra»; no, nosotros no actuamos por compromiso. Lo que pasa es que a los niños les hace ilusión invitar a sus amigos a casa, ya sea a jugar un rato o a pasar la noche entera. Es algo divertido y emocionante. Y ya no solo para el «niño anfitrión», qué va, en nuestro caso, sus hermanos también disfrutan un montón con la visita.

Y, si cuando mis hijos se quedan a dormir en casa de algún amigo lo que más me preocupa es cómo se comportarán (si son amables, si no dicen palabrotas, etc.); cuando algún amigo viene a casa, lo que más me inquieta es también que mis hijos se peleen poco entre ellos y sean amables con el amigo. Y es que quiero que el niño se lo pase bien para que quiera volver más veces porque es lo que quiere mi hijo. Quizá te parezca una tontería porque es muy raro que un niño vaya a visitar a un amigo y se lo pase tan mal que no quiera volver. Pero en mi cabeza existe esa posibilidad.

Además, me gusta poner la casa «a punto» para el amigo de mi hijo: cambio sábanas, ordeno el salón, pido a mi hijo que ordene también su habitación, doy un repaso al baño y pienso en una comida o cena que le guste tanto a mis hijos como al amigo invitado. Pero los preparativos no acaban con la casa o el menú, qué va. Tengo tres hijos, lo que hace que tenga que hablar con los dos que no han invitado al amigo.

Veamos si consigo explicarme. Recuerdo cuando las amigas de mi hermana venían a jugar a casa y yo me comportaba como si fueran mis amigas; a mi hermana no le gustaba nada. Pero es que al contrario también pasaba: venían mis amigas a casa y mi hermana actuaba como si fueran sus amigas y a mí me sentaba muy mal. Y esto es lo que quiero evitar en lo posible cuando algún amigo viene a casa.

Por otra parte, si viene el amigo del Mayor, no quiero discusiones del Mediano y el Peque por ver quién duerme con el amigo del Mayor. Y esto es otra odisea en casa, como te imaginarás. A veces tengo que cambiar a mis hijos de cama para que el invitado duerma con quien le invitó, cosa que veo lógica y normal. Y eso no siempre acepta de buen grado el que tiene que cambiar de cama o hasta de habitación.

En cualquier caso, estas visitas siempre han acabado muy bien y tanto mis hijos como el amigo han terminado el día queriendo repetir la visita ¡a veces el fin de semana siguiente! Señal inequívoca de que se lo han pasado genial y todos han disfrutado un montón (incluido el que tuvo que dejar su cama por una noche, je, je, je). ¡Prueba superada!

CONTRAS:

  1. Cuando viene un amigo a casa, mis hijos (los tres) se ponen muy nerviosos. Esto implica que horas antes de la llegada del amigo, mi casa es un caos, como un huracán que no puedes parar. Y la mayoría de las veces temo que no se calmen ni cuando llegue el amigo. Afortunadamente, los nervios siempre acaban apaciguándose y todo vuelve casi a la normalidad.

  2. Con la entrada en escena de otro niño, siempre hay algún roce. Normalmente, uno de los dos que no lo ha invitado se queja porque quiere jugar a otra cosa y el amigo y su anfitrión no le dejan. Pero esto se suele solucionar al explicarle que el amigo no va a estar siempre en casa y que, cuando se vaya, él podrá jugar a lo que quiera.

PROS:

  1. Si cuando mis hijos van a casas ajenas me preocupa que digan palabrotas, cuando viene algún amigo a casa puedo comprobar que a él también se le escapa alguna. Lo que me hace pensar que lo de decir ciertos tacos quizá no sea algo exclusivo de mis hijos, sino que quizá sea algo habitual en estas edades.

  2. Puede que una de las preocupaciones que podemos tener cuando nos convertimos en madres (y padres) es que nuestros hijos no consigan hacer amigos. Así que me tranquiliza mucho comprobar que mis hijos no solo tienen amigos, sino también buenos amigos que invitan a mis hijos a dormir a sus casas y a los mis hijos invitan a dormir en la suya.

  3. No puedo negar que mi hijo anfitrión se siente ese día súper importante porque ha venido su amigo a casa. Le gusta enseñarle su habitación, sus juguetes, sus cosas… y hasta le explica cómo hacemos aquí algunas cosas, como, por ejemplo, que para ver una peli nos encanta usar una esterilla o que las zapatillas siempre se dejan en el zapatero, ¡ver para creer!

¿Tu peque ya ha invitado a algún amigo a dormir o jugar a casa? ¿Qué tal la experiencia?

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2 comentarios en «… de que vengan amigos de mis hijos a dormir a casa»

  1. Todavía no se ha dado el caso. Ya te contaré cuando vengan, pero no sé si lo haremos alguna vez. Yo soy de las que por el día lo que quieras, y por la noche si es fuera de casa. Pero en mi casa a partir de cierta hora prefiero la intimidad jejeje

  2. La verdad. Aún no ha venido ningún amigo a dormir a casa. A jugar sí, pero no mucho por el espacio que es escaso. Suele ir a casa de amigos a veces en cumples. Pero preferimos quedar en el parque para la peque o en el polideportivo hay más espacio para jugar.
    Por la noche me gusta más estar en familia. A parte del lío que se forma en casa. Te admiro. 😘💞

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

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