… de que tus hijos no se pidan juguetes para Navidad

Hijos no se pidan juguetes para Navidad

Creo que una de las cosas más estresantes que tiene la Navidad para los padres es buscar los regalos. Yo he sufrido no encontrar un juguete que alguno de mis Trastos quería con locura y he disfrutado de haber encontrado otro al primer intento. Lamentablemente, no en el mismo año, je, je… Así que nunca se me ocurrió pensar que había algo peor que recorrer pasillos y webs buscando el regalo soñado, pero sí que lo hay: que tus hijos no se pidan juguetes para Navidad.

Sé que el tema de juguetes es bastante complicado. En nuestro caso, que tenemos la familia de ambas partes cerca, el día de Reyes es una locura. Además de los regalos en casa, mis Trastos suelen juntarse con los que Sus Majestades dejan en casa de los dos abuelas, en la de los tíos y alguno más que suele aparecer «mágicamente» de parte de algún amigo de la familia. Multiplicado por tres. Y no es que una abuela o una tía le traiga varios regalos a un solo niño, no es eso, basta con uno de cada familia de fuera para que esto parezca una tienda de juguetes.

Otros años, mis Trastos se pedían prácticamente todo lo que veían (sobre todo en la tele) y luego tuvieron que ir recortando la lista de peticiones. También ha habido años en los que se han pedido «poco» (me refiero a que no llegaba para todas las abuelas y tías) y les hemos tenido que animar un pelín a pedirse alguna cosa más. Como resultado, de nuevo, un montón de juegos y juguetes para un mismo día. Una locura, vamos.

Así que este año, yo no sé qué ha pasado, se han pedido muy poco. Y, esta vez sí, poco es poco. ¿El resultado? Abuelas y tías y tíos que andan como pollo sin cabeza sin saber qué regalarles. Y yo les entiendo, que conste. El problema reside en que una de las pocas cosas que se han pedido mis Trastos es dinero y, claro, que alguien aparezca con un billetito no es problema, pero si todos aparecen con dinero, van a tener más del que ellos pueden gestionarse. Pero sería un regalo de los Reyes para ellos, ¿cómo decirles en qué pueden o no gastárselo?

Y todavía para el Peque, con seis años, se puede improvisar un regalo; pero ¿qué me dices del Mayor? Con sus 10 años y esa preadolescencia que tiene ya, no es tan fácil encontrar algo que le guste. Pero ni Papá³ ni yo queremos insistirles para que se pidan más cosas. Así que creo que vamos a tirar por algún juego de mesa al que podamos jugar todos en familia. Algo que sirva para los tres y que no ocupe mucho espacio, ja, ja, ja

CONTRAS:

  1. Es muy complicado no saber qué regalar, lo entiendo, pero Papá³ ni yo no queremos que nuestros hijos aprendan a pedir por pedir solo para que todo el mundo tenga algo que regalarles.

  2. Quizás esto sea una señal de que mis Trastos se hacen mayores. Y me da penilla. Puede que este año sea el último para el Mediano sin conocer la verdad y eso hace que me entre aún más pena.

PROS:

  1. A pesar de lo complicado que es regalarle a alguien que no se ha pedido algo en concreto, he de decir que me alegro de que este año la carta a los Reyes haya sido tan ligera.

  2. Siempre hemos intentado que en Reyes tuvieran algún juego o juguete para compartir, pero creo que a partir de este año esto se va ha hacer muy necesario. Lo que me parece perfecto.

Y tu peque, ¿qué se ha pedido para Navidad?

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