La decoración no es lo mío, así que este no el típico artículo sobre tendencias ni habitaciones lindas con un montón de fotos y de enlaces a tiendas que te dan ganas de llevártelo todo según lo ves. No, voy a hablarte más de qué es lo que nos ha resultado a nosotros útil y práctico en casa para aprovechar la habitaciones de los niños desde que eran bebés hasta hoy, donde el Mayor está entrando en la adolescencia. Mira cómo decorar la habitación infantil para convertirla en una juvenil aprovechando lo máximo posible la cama.
Nuestros Trastos durmieron en su cuna, salvo algún periodo de colecho. Así que, cuando llegó el momento de comprar la cuna yo personalmente me vi tentada de elegir una que se transformaba en una cama pequeña con una mesita. Afortunadamente, Papá³ me quitó esa idea de la cabeza y te cuento por qué. Verás, esas cunas transformables, por las dimensiones que tienen, se convierten en camas de menos de 90 cm, que es lo que podríamos llamar una cama al uso de medidas normales. Yo misma dormí en una de esas dimensiones hasta que me fui de casa de mis padres. Y mido 1,72 cm.
Así que, si hubiéramos optado por una cuna-cama, con el tiempo hubiéramos tenido que comprar otra cama mayor, una de 90 cm. Alrededor de los dos años, mis Trastos ya no cabían en su cuna, así que fue el momento de pasarles a la cama. Y, desde entonces, duermen en una de 90 cm. Por ello, la siguiente encrucijada fue qué tipo de cama comprar. Básicamente creo que pueden agruparse en tres grupos: individuales, camas nido (con dos colchones) y literas.
Las literas
Con el Mayor, teníamos claro que no sería hijo único, así que más que nada por las dimensiones de la habitación del piso donde vivíamos antes, optamos por una litera. Y todavía hoy me alegro de habernos decidido por ella. Es más, aunque tengas un solo hijo, te la recomendaría o, en su defecto, una cama-nido. Esta otra es la que tenemos en la otra habitación, que ahora es del Mayor pero que fue del Peque hasta hace poco. Pero de la cama-nido te hablo un poco más adelante.
Volviendo a la litera, te diré que, además del ahorro de espacio en la habitación, para mí es un desahogo los cajones que la nuestra tiene debajo. Ahí puedes guardar juguetes o ropa de cama (que es lo que hago yo). Así que, si en tu casa los hermanos comparten habitación, para mí es la mejor opción. Tener una cama sobre otra permite que los peques jueguen mejor en su habitación.
Las camas-nido
Si, por otro lado, en la habitación solo va a dormir un niño (o niña, ojo no se me ofenda nadie), yo optaría por la cama-nido. Como te decía, tenemos tres hijos pero solo dos habitaciones, así que en una hay una litera y en la otra una cama-nido. La nuestra tiene, a parte del segundo colchón que se saca para convertirse en una segunda cama, cajones también. Y, de nuevo, yo los uso para guardar ropa de capa, aunque también podrían emplearse para guardar los juguetes.
Lo bueno de la cama-nido (y que no permite la litera si no tiene a su vez un tercer colchón bajo la segunda cama), es que cuando vengan amigos a casa, pueden sacar la cama y dormir ahí. Y, aunque ahora tu peque sea pequeño y eso de que vengan amigos a casa a dormir lo veas muy lejano, créeme que llegará ese día. Y, hasta que llegue, también se puede quedar a dormir un familiar (como un primo). Pero tampoco hay que pensar en que venga alguien a dormir a casa. Verás, cuando el Peque dormía en la cama-nido, alguna vez que estuvo malo me iba yo por las noches con él. Y más de una noche terminé durmiendo en la segunda cama, pero a su lado.
Para terminar, te diré lo que para mí es lo más importante de todo: independientemente del tipo de cama que elijas, escoge una que sea práctica y que le dure a tu peque hasta la adolescencia. Para ello, te recomiendo que no escojas modelos demasiado infantiles. Por ejemplo, he visto camas con forma de coches que harían las delicias de cualquier peque; pero si no quieres tener que comprar otra cama a medio o largo plazo, creo que es mejor optar por una más tradicional que aguante bien el paso del tiempo y de los gustos de tu peque.
CONTRAS:
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Sé que las literas y las camas-nido son más caras que una cama normal y que necesitan un segundo colchón, pero creo que merece la pena hacer la inversión tanto si buscas aprovechar el espacio como si estás pensando que tener una cama disponible en cualquier momento es una gran idea.
PROS:
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Tanto la litera como la cama-nido con cajones, además de aprovechar el espacio, te dan soluciones de almacenaje.
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Este tipo de camas funcionan muy bien tanto para niños pequeños como para adolescentes. ¡Lo hemos comprobado en casa!
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Para que a tu peque le guste la cama y no ponga pegas para seguir durmiendo en ella según vaya creciendo, como te decía, descarta los modelos demasiado infantiles. Piensa siempre si a un adolescente le gustaría dormir en esa cama. Sí, si tu peque tiene tres años sé que es pensar a muy largo plazo, pero si la cama aguanta y no se rompe en el camino, te ahorrarás tener que comprar otra cuando tenga 15 años.