Queridísimo Mayor:
Esta semana cumples diez años, tu primera decena. Aún no sé cómo ha pasado, pues hace solo un parpadeo eras mi primer bebé. Tú y yo nos estrenamos juntos en esto de la maternidad. De aquel día recuerdo, sobre todo, tus ojos grandes, pendientes de todo.
Contigo aprendí sobre la marcha en qué consistía en realidad esto de ser madre. Y aún hoy seguimos aprendiendo juntos. Estás a punto de entrar en la pre-adolescencia y me siento de nuevo como una madre novata. Ahora no se trata de si tienes cólicos o no. Ahora se trata de razonar contigo lo que está bien y lo que no está tan bien, de tus notas, de tus gustos…
Hace poco fuiste a por pan por primera vez tú solo. Y yo me quedé como una tonta en casa contando los minutos hasta que llegaste. Miedo me da cuando empieces a salir con tus amigos por ahí. Te pido que tengas paciencia conmigo. Y rezo para que todo lo que intentamos enseñarte en casa Papá³ y yo lo interiorices para que mañana, cuando de verdad salgas al mundo, sepas manejarte solo.
En estos días cumples tu primera decena y te veo tan mayor… Me llegas ya por los hombros y sé que mis días de mirarte hacia abajo están contados. Se nota que te distancias un poco de tus hermanos, que hacen cosas de pequeños, aunque luego te veo jugando con ellos y siento que os queréis más de lo que reconocéis.
Casi sin avisar, resulta que ya tienes diez años. Entramos en otra nueva etapa, juntos como siempre. Pero ahora ya no vamos de la mano. Ahora tú vas un poquito por delante de mí y yo voy detrás, muy atenta, por si te caes y me pides ayuda. ¿Qué te parece si lo hacemos como tú y yo hacemos las cosas: con mucho amor?
Queridísimo Mayor, bienvenido a tu primera decena.
Te quiero. Siempre.
[google-translator]