… de la pre-preadolescencia

la pre preadolescencia

Cuando el Mayor era un bebé, a veces le miraba y pensaba que algún día me sacaría de mis casillas y que la edad del pavo seguramente sería complicada. Ya ves qué pensamiento, pero en aquel entonces no tenía a ninguno de sus hermanos revoloteando y llamando mi atención. Para mi horror, luego leí que había una fase previa: la preadolescencia, que yo ubicaba sobre los 12 años. Y ahora resulta que hay otra anterior: la pre-preadolescencia. Y creo que estamos metidos de lleno en ella.

Quiero dejar claro que yo no soy pedagoga ni psicóloga ni nada de ese estilo. Así que, como siempre, hablaré desde nuestra propia experiencia. La primera persona que nos habló de esta etapa fue la tutora del Mayor el año pasado. Fue ella también quien nos dijo que empieza sobre los 8 o 9 años, como todo, dependiendo de cada niño. El Mayor estaba entrando en la fase, pero yo no quería verlo.

Bueno, lo que no quería era enfrentarme a una especie de adolescencia ocho años después de nacer mi bebé. ¡Aquello era demasiado pronto! ¡Yo quería esperar hasta los 15 o 16 años por lo menos! La idea de la preadolescencia ya me gustaba demasiado poco como para que hubiera un adelanto años antes.

Esta etapa de la vida de un niño (llámala pre-preadolescencia, llámala la tontería de los 9 años o llámala «los terribles 9»), por lo que veo en el Mayor, viene aderezada con un «ya soy mayor» mezclada con un «aún me gustan las cosas de niños pequeños». Un verdadero cóctel explosivo. Ah, y que no se te olvide grandes cantidades de «estáis todos contra mí » ni, por supuesto, las palabrotas. Ahí es nada.

Esto, en la práctica, viene a ser que un día el Mayor pide quedarse solo en casa y a la noche siguiente quiere dormir en nuestra cama cuando hace ya bastante tiempo que no lo hace. Un día va solo en el pueblo a comprar el pan y al otro juega con un pompero y es el niño más feliz. No sé si por dentro sus hormonas empiezan a moverse, pero hay rachas que la convivencia es como una montaña rusa.

¡Y esto es solo el principio! De verdad, miedo me da la preadolescencia dentro de unos años y horror siento ante la adolescencia algo más tarde. Creo que la diferencia entre todas estas etapas radica en su continuidad. Aunque el Mayor ahora tenga días de adolescente total, la verdad es que no son sus días habituales. Me consolaré con eso.

CONTRAS:

  1. Hay días que no sé cómo tratarle, si como el niño que es o como el adolescente que va a ser.

  2. Como el Mayor es el primero, soy primeriza total. Ando buscando algún libro que me ayude a entender lo que se nos viene encima para cometer los menos errores posibles en esta etapa de su crecimiento tan delicada. Admito recomendaciones.

  3. He echado las cuentas, cuando el Peque tenga nueve años, el Mediano tendrá doce y el Mayor catorce. Nos van a salir las hormonas por las ventanas en esta casa.

PROS:

  1. Cuando le toque el turno a sus hermanos (si es que pasan por la misma fase, yo espero que no), espero saber mejor que ahora de qué va esto de la pre-preadolescencia y tener mayor perspectiva de la que tengo ahora.

  2. Como decía antes, son días sueltos. El Mayor sigue siendo un niño.

  3. Creo que esto no es más que un entrenamiento para los padres. Así no llegamos tan verdes a la adolescencia de nuestros hijos.

¿Tu hijo también está en plena fase pre-preadolescente? ¿Algún truco?


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