… de no echarse la siesta

No echarse la siesta

El terrible momento que llevaba esperando desde el año pasado finalmente ha llegado. Mi hijo ya no se echa la siesta. El Peque ha dicho que la siesta es para bebés y que prefiere quedarse a ver una peli que dormir un sueñecito.

Y, claro, con sus cuatro años ya cumplidos, no quiero obligarle a dormir. Tenemos la suerte de que en su colegio permiten a los niños que han empezado el colegio echarse una siesta de unos 45 minutos. Así que esa costumbre no la ha perdido. El Mayor dijo adiós a la siesta con tres años y medio, justo cuando decidió regalarle su chupete a los Reyes Magos. El Mediano dejó de dormir siesta el año que cumplía cuatro, con tres años largos.

Así que el hecho de que el Peque dejara de echarse la siesta era ya cuestión de tiempo. Sinceramente, yo esperaba que fuera después del verano. Pero no ha sido así. Empezó como sus hermanos, quedándose sin siesta algunos días, levantándose de la cama otros. Hasta que, al final, ya no quiere oír hablar de siesta. Él solo quiere quedarse en el salón como todos. Y ver una peli.

La diferencia es que a veces, bueno, la mayoría de los días, se queda frito en el sofá. Algo que sus hermanos no hicieron jamás. Cuando decidiesen no dormir la siesta, no se la echaban ni en el sofá. Pero el Peque es terco como él solo y a cabezota no le gana nadie. No quiere irse a la cama a dormir, pero está agotado e irremediablemente cae muy a su pesar.

CONTRAS:

  1. No te creas que se echa un sueñecito. ¡Qué va! Se echa una señora siesta, como las de la cama, pero en el sofá. Normalmente le despierto después de la peli, pero su cuerpecito quiere más y tardo como media hora (o más) en despertarle del todo.

  2. Como consecuencia, muchas tardes se despierta un poco de mal humor. Y no queda otra que dejarle hasta que se espabila del todo.

  3. Además, el día que él no se duerme, tampoco me deja echar a mí una cabezadita si se tercia. No suelo dormitar en el sofá después de comer, pero el día que eso pasa, siempre hay un “¡mamá, que te duermes!” de parte del Peque. ¡Auch!

PROS:

  1. Vale, no se echa la siesta. Pero el día que cae frito en el sofá, me deja descansar si no le da por despertarme.

  2. Ahora, quedarse a comer en casa de una abuela o salir a pasar el día fuera de casa ya no es problema. Sigue estando cansadito al caer la tarde, pero ya aguanta como un mayor.

  3. ¡Podemos hacer planes a las cinco de la tarde! Antes, se despertaba sobre las seis, así que hasta las seis y media o las siete no podíamos salir de casa a menos que le despertara antes.

¿A qué edad dejó tu peque de echarse la siesta? ¿Qué soléis hacer durante ese rato?


¿Te apuntas al boletín mensual?

Charlamos un poco y además recibes un resumen de las entradas del mes.

4 comentarios en «… de no echarse la siesta»

  1. Mi bichilla sigue haciendo siesta voluntariamente. Hay días (poquísimos) en los que se la salta y nos ponemos a temblar, porque no suele ser capaz de aguantar despierta hasta la noche y se nos duerme a traición de 7 a 9 ¡eso sí que es dramático! No sé cuándo dejarla de querer hacerla, porque cuando vaya al cole también le darán esta posibilidad.

    1. Eso es lo peor de que no duerman siesta… a su hora. Caen rendidos a destiempo y luego no hay quien les acueste de noche a su hora normal. Esos días desde luego son los peores porque no descansa nadie, ni mostrad ni ellos porque no duermen igual.

  2. Yo se que mi hijo aguanta perfectamente sin siesta, de hecho es un problema acostarle desde los 2 años porque nunca quiere, pero no me interesa en absoluto, y espero poder alargarla todo lo posible.

    Él no es un niño de caer rendido, de hecho con 7 meses lo dejabamos a ver si caía y aguantaba hasta las 3 de la madrugada dando brincos en el sillon, y porque lo acostabamos, nunca vimos hasta donde llegaba. Y no te creas que irritable, sino feliz y dando gritos como si fueran las 10 de la mañana. Es un tema.

    Ahora no se pone irritable, pero se acelera conforme ve que tiene sueño. Los dias que no la duerme se pone a hablar como metralleta y no hay quien lo calle. Quemando cartuchos hasta el final jaja. Asi que aunque él aguanta bien, nosotros no, y somos nosotros los que necesitamos que la duerma, por la paz mental! jajaja.

    1. Los míos, cuanto más cansados, más activos. A nosotros nos ha pasado decir a las siete de la tarde que nos íbamos a casa porque el Peque estaba cansadísimo porque no se había echado siesta y mirarnos raro porque estaba súper activo. ¡Se pensaban que era una excusa! Pero no, es que hay niños que parecen tener extra energía cuando más agotados están.
      Y también me ha pasado lo que tú dices: ellos súper activos y yo cayéndome de sueño por los rincones 😀

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.