… de decir palabrotas

Decir palabrotas

Vamos a ver cómo enfoco yo la entrada de hoy… Verás, hoy vengo a pedir ayuda. Sé que todos los niños son distintos. Cada uno, como los adultos, tienen sus manías. Y mis hijos tienen la manía de decir palabrotas.

Cuando el Mayor era aún un bebé, Papá³ apenas conseguimos que adultos cercanos dejaran de decir palabrotas delante de él. No es que estuvieran siempre diciendo palabrotas, ni que tuvieran siempre en la boca los peores tacos. Pero vaya, que sí las decían. Al principio con la excusa de que era un bebé y poco se enteraba y después con la afirmación de que las oía en la calle y, si le iba a dar por eso, poco se podía hacer.

Mi hermana y yo nos hemos criado en la misma casa, con el mismo ambiente y yo apenas suelto tacos y ella, de cada cuatro palabras que dice, tres son palabrotas. Así que supongo que eso de decir o no esas palabras tan feas irá en el carácter de cada niño.

El caso es que el Mayor creció y, efectivamente, palabrota que oía (aunque fuera en conversaciones ajenas de extraños por la calle) la hacía suya y la repetía hasta la saciedad. Y el caso es que no es la soltara así porque sí, es que la soltaba en el contexto adecuado.

Papá³ y yo decimos algunas palabrotas, es cierto, pero son muy ligeras y no las soltamos mucho (más bien se nos escapan). Y las tenemos identificadas. Así que, cuando el Mayor llegaba del colegio diciendo cualquier otra, sabíamos perfectamente que en casa no la había pillado.

Aunque ahora ya las dice menos, esta fea costumbre se la ha contagiado a sus hermanos. O sus hermanos se han copiado de él. Sea como fuere, el caso es que mis tres Trastos tienden a soltar palabrotas. Y hemos probado de todo: les hemos explicado por qué está mal decir palabrotas; les hemos contado que, aunque haya adultos que las digan, los niños no deberían decirlas; les hemos ignorado; les hemos remitido al diccionario (en el caso del Mayor y el Mediano) o explicado (al Peque) qué significan y que, por tanto no deberían decirlas; hemos probado a decirles que, si no sabían qué significaban, no las dijeran; les hemos regañado y castigado… Pero nada parece surtir efecto.

Es verdad que las han reducido, pero la manía sigue ahí. Y el caso es que solo se las oímos en casa porque hemos hablado con sus profes y nos han dicho que en clase no las dicen.

Sé que no son los únicos niños que dicen palabrotas, pero no me gustaría que estuvieran jugando con otros peques y las soltaran. Ya he tenido que oír algún comentario al respecto que no me ha gustado nada, aunque fuera dicho «en plan broma», porque lo que daba a entender es que a mí me daba igual que dijeran palabrotas. Cuando es todo lo contrario. Me preocupo, me he preguntado una y mil veces «¿qué hago para que mi hijo deje de decir palabrotas?«, me gustaría que no las dijeran y he probado mil cosas… pero hasta ahora no he dado con ninguna que realmente funcione.

Así que no sé si conformarme por haber logrado que las reduzcan y que en clase no las digan o seguir buscando la manera para que dejen de decirlas del todo. Aunque, la verdad, no sé qué me queda por probar…

CONTRAS:

  1. Lo peor de que tu peque empiece a decir palabrotas es que sus hermanos le imiten. Que es lo que nos ha pasado en casa. Yo puedo ignorar la palabra para no darle importancia o no reírme para que no vea que eso no hace gracia, pero si sus hermanos le siguen el juego y se ríen, es batalla perdida.

  2. Siempre que vamos al parque, me preocupa que suelten alguna palabrota. Si esto sucede, les corrijo inmediatamente, pero no por ello me preocupa menos. Y que haya otros niños que también las digan o las digan peores no me consuela, la verdad.

  3. No puedo controlar donde oyen mis hijos palabrotas. Ya no se trata de familiares, es que las oyen en la calle, en el colegio, en la tele, en algunos dibujos animados y hasta en alguna película de Disney.

PROS:

  1. Aunque no me consuela, sé que mis Trastos saben qué palabras son palabrotas y cuáles no. Si tienen alguna duda, te aseguro que preguntan. Y si se las oyen decir a otro de sus hermanos, rápidamente vienen a contármelo. Aunque esto no quita para que al rato, sea el acusador el que diga el taco del que antes se chivó…

  2. Supongo que el que no digan palabrotas en clase indica que saben dónde no pueden decirlas… y en casa se relajan y se les escapan.

¿Tu peque también dice o decía palabrotas? ¡Te agradecería cualquier consejo que te haya funcionado a ti!


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8 comentarios en «… de decir palabrotas»

    1. Sí que es complicado. Una muestra más de que, en lo que respecta a los hijos, no podemos controlarlo todo…
      Lo del diccionario nos fue bien un tiempo, pero es un arma de doble filo: aprenden un montón de sinónimos y, normalmente, ninguno bueno. Pero nosotros seguimos con ello, así al menos se lo piensan dos veces antes de decir determinadas palabrotas.
      ¡Besotes!

  1. Yo nací diciendo palabrotas, por una muy mala influencia familiar. Y ahora digo (algunas…) y trato de controlarme delante de mi bichilla, porque todo lo copia. Aún así, ella es pequeña para esta fase. Reconozco que he leído tu post esperando ver qué pros le encontrabas a esto de decir palabrotas.

    1. Aunque de puertas para afuera no podemos controlar lo que oyen, la verdad es que hay cosas que empiezan en el entorno familiar. Si hay un familiar que dice palabrotas delante de los niños, pues seguramente ellos empezarán a repetirlas también… ¿Y qué haces: lo dejas correr o te enfrentas? Porque no todo el mundo está dispuesto a aceptar las normas de tu casa…
      Lo de los pros de esta entrada es más un «quien no se consuela es porque no quiere». Reconozco que esta vez me ha costado encontrar la mitad llena del vaso 😉

  2. Yo digo bastante palabrotas Aunq delante de ellos me controlo muuuuchisimo. Han tenido la época de caca culo pis y de palabrotas más fuertes. Ahora han remitido mucho y apenas las dicen. Pasará la época y dejaran de decirlas seguro lo q pasa q con tres la época se alarga. Yo no sé más trucos ni consejos. Lo único como en todo la paciencia. Si ellos saben q está mal dejaran de decirlas. Yo lo único q no he visto es lo de sustituirlas x palabras graciosas. Córcholis o mecachis. A los míos les hacía gracia y estuvieron una época cambiándolas ( después de decir la gorda eso sí). Animo!!!

    1. El «caca, culo, pedo, pis» es hasta gracioso. Pero luego entran en una etapa de palabrotas feas y malsonantes. Creo que tienes razón en que es una etapa que, al ser tres, dura más que si solo hubiera uno. El Mayor tuvo una época muy mala, pero ya dice muchísimas menos. Ahora es más el Mediano y el Peque que les copia todo lo que les oye.
      No tiro la toalla, aunque a veces no sepa qué más hacer, supongo que solo queda paciencia y seguir repitiéndoles que no deben decir palabritas…
      ¡Muchas gracias!

  3. Buf, pues el peque ya comienza a saber cuáles son y cuáles no y o hace sin demasiado conocimiento y más como risa. La mediana a veces suelta algo pero uno no sabe si está desafiando, si es incosciente…Es complicado, y lo malo que senos escapan de vez en cuando sin querer,,,Qué complicado

    1. ¡Y que lo digas, Vanesa! Esto es como darse cabezazos contra un muro. El Peque empezó como tu mediana, que no sabíamos si era a propósito o pura repetición. Pero al final, quizás a base de oírlas, empezó a ser consciente de que ciertas palabras eran palabrotas y en qué contexto había que decirlas.
      Yo digo tres contadas y no de las fuertes, pero sí, a veces se me escapan delante de ellos y entonces, adivina, me hacen coro los tres y me dicen: ¡esa boca! Vamos, ya te digo yo si saben o no qué está mal decir…
      Complicado, sí, me parece la palabra más acertada.

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

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