Si te digo que el Peque lleva uniforme todos los días, seguro que piensas en el colegio. Si continúo diciéndote que se lo pone de lunes a domingo, descartas el cole. Y si te digo que ninguno de sus hermanos llega uniforme, entonces ya te descoloco. Pero es todo verdad. Lo que pasa es que el Peque tiene la costumbre de disfrazarse en casa prácticamente todos los días.
Sé que a todos los niños les gusta disfrazarse. A los Mayores también, no te vayas a creer. Pero el Mayor y el Mediano es de vez en cuando. El día que se acuerdan, van a la caja donde guardamos los disfraces y complementos y se ponen el que prefieran en ese momento. Da igual que ya no les valga o que solo les entre una mano. Si es el que quieren, se lo ponen (o medio ponen, según la talla 😉 ).
Luego es muy divertido ver al Mayor con el disfraz de oveja que tuvo que llevar con 4 años al colegio y ver que el pantalón le llega a las rodillas y las mangas al codo. O al Mediano con un disfraz de ninja que llevó con 5 años en Carnaval y que le queda súper pesquero. Pero nada, oye, que ellos son felices así y, como no es nada malo, yo les dejo hacer el pase de disfraces.
Pero el Peque, ay, el Peque… Este le ha cogido especial cariño a un disfraz de Spiderman que, la verdad, no sé de qué Trasto es. Pero a él le gusta y se lo pone prácticamente todos los días después de venir del colegio y los sábados y domingos nada más levantarse. Como yo digo, es su uniforme de estar en casa. Y no veas lo mal que lo pasa si no lo encuentra porque lo estoy lavando.
Tanto es así que, para su cumpleaños, se ha pedido otro disfraz de Spiderman. Pero negro. Y es que, aunque el que tiene ahora ya le queda bastante corto, el Peque dice que, como ya tiene un disfraz rojo y azul, ahora quiere el negro. Una lógica aplastante que yo soy incapaz de echar abajo. Así que he incluido su tan ansiado disfraz de Spiderman negro en la lista de regalos.
Por lo que supongo que en un par de semanas cambiará de uniforme, del disfraz que tiene ahora al de color negro. Igual que le pasó en Navidades, que se encaprichó de un disfraz de Hulk que tuvieron a bien traérselo los Reyes Magos. Y lo mismo, era llegar a casa y ponérselo. Para muestra, la foto de esta entrada. Luego estuvo un tiempo alternando entre Hulk y Spiderman, pero creo que se decidió por este último por ser un disfraz completo (tipo mono).
E incluso alguna vez nos ha tocado llevarnos el disfraz cuando hemos ido de visita a casa de las abuelas. Hasta ese punto llega su cariño por su disfraz. Otra cosa más que me toca incluir ahora en la mochila. Y es lo primero que pide tras quitarse el abrigo. Da igual si ese día va en chándal o con ropa chula, el disfraz lo tapa todo.
CONTRAS:
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Como ya he mencionado, cuando el Peque se encariña con un disfraz, lo pasa mal el rato que se lo cojo para lavárselo. Y eso que, tras sacarlo de la lavadora, lo pongo en un radiador y, con la tela tan fina que tiene el disfraz, se seca al momento.
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Miedo me da cuando llegue el verano como siga disfrazándose con estos disfraces de cuerpo entero. Le veo sudando a todas horas.
PROS:
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Personalmente, no creo que solo haya que disfrazarse en Carnaval (o ahora ya también en Halloween). Al menos yo no les pienso decir a mis Trastos que solo pueden disfrazarse dos veces al año.
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Teniendo en cuenta que el Peque es el último de mis hijos, por mí puede ponerse todos los disfraces que quiera sin miedo a que los rompa.
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Como el disfraz que se ha pedido por su cumple es negro, espero que las manchas (sí, esas que por mucho que las laves y frotes no salen) se le noten menos 😉
Mi bichilla es de disfraz diario. Primero con el de Elsa de Frozen, ahora con el de Anna de la misma película. Desde que se levanta hasta que se acuesta ya lavarlo por las noches a traición para que no se ponga irritable por no tenerlo disponible en cuanto se levante y lo reclama. También tiene un gorro de Yoda para conjuntar con el vestido de princesa. ¡Está para verla!
Jajaja… ¡Tiene que estar fantástica! El Peque también mezcla disfraces, aunque por aquí de princesas no tenemos. Su combinación preferida es el de Spiderman con la careta de Hulk o el de Hulk con la careta de Darth Vader… ¿Por qué será que les encanta tanto un disfraz?