La primera entrada de la iniciativa de publicidad gratis de marzo es un proyecto que me encanta. Se trata de los cuentos personalizados de Gema. Pero no creas que, por ser cuentos, son solo para niños. Así que también son un regalo genial para cualquier padre, por ejemplo 😉
Rabitos de pasa, cuentos a medida
Me llamo Gema, estudié Bellas Artes y llevo trabajando en diseño, sobre todo para Internet, unos cuantos años. Siempre había tenido ganas de ilustrar un cuento y cuando nació mi hijo me quité esa espinita confeccionando el relato de sus primeros meses. Como el resultado me gustó mucho, pensé que a otra gente también le gustaría tener sus propios cuentos para recordar sus historias y que yo podría ayudarles a hacerlos bonitos. Y ¡aquí estamos!
Como los rabitos de pasa que recomendaban las abuelas, yo quiero ayudar a tu memoria. Pues tu vida está llena de historias que merecen ser recordadas.
Todo el mundo tiene una historia que contar y alguien a quien contársela. Rabitos de pasa te ofrece el soporte para convertir esa historia en el regalo más bonito y original que te puedas imaginar.
Rabitos de pasa se diferencia de otros cuentos personalizados en que yo no trabajo ni con un guión preestablecido, ni con ilustraciones comunes, ni plantillas. Por lo tanto, el resultado es «de verdad de la buena», más que un cuento personalizado, tu cuento.
A los niños les encantan los cuentos, por eso son los principales «protagonistas», pero también hay «mayores» a quien les gustaría tener el recuerdo de una historia de su vida: cómo conoció a su pareja, un viaje fantástico que hizo, cómo superó una enfermedad… Rabitos de pasa también es para ellos.
Para hacer el cuento, se redacta una historia de tu vida que no quieras olvidar. Después se ilustra con tus fotos, tus colores favoritos y lo que pida tu imaginación… Por último, te lo envío a tu casa o a la de la persona especial a quien quieras regalárselo. ¿Y quién hace todo esto? Yo, yo soy la que se divierte dando forma a vuestras memorias.
CONTRAS:
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Los cuentos no son baratos. Hacer un libro totalmente a medida requiere dedicación, mimo y, sobre todo, mucho tiempo y el «tiempo es oro».
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Confeccionar el cuento requiere también trabajo por parte del «cliente»: recopilar fotos, pensar que quiere que se cuente, enviarlo…
PROS:
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Una inversión para el recuerdo. Estos cuentos se revalorizan con el paso del tiempo: a mi hijo, que ahora tiene 3 años, le encanta ver el cuento de su primeros días, imagina cuando pueda enseñárselo a sus propios hijos.
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Tu dedicación y la mía, los materiales (papeles, tela, fotos, ideas, frases, recuerdos…) y la elaboración artesanal, dan como resultado un objeto que se disfruta desde que empiezas a imaginarlo.
Sigo recogiendo solicitudes, así que quien quiera participar sólo debe ponerse en contacto conmigo. Toda la información sobre esta iniciativa de publicidad gratis para artesanos, pequeñas empresas y emprendedores en general está en esta otra entrada de aquí.