No sé si será la edad de mis Trastos o si seré yo. El caso es que últimamente veo que no controlo la situación con ellos. El Mayor pasa día sí y día no por una fase de malas contestaciones, el Mediano pasa por fases amor-odio hacia sus hermanos y el Peque hace todo lo que ve hacer a sus hermanos. Y yo no sabía cómo manejar la situación. Harta de peleas y de enfadarme a diario con ellos, decidí poner en práctica esta tabla de comportamiento para niños. Y desde entonces los días en casa han mejorado un montón.
Si lees habitualmente el blog, ya sabrás que no me gusta complicarme demasiado. Y esas tablas en las que hay que poner caritas, escribir conductas, días de la semana… Ufff… para una vez estaba muy bien, pero eso de tener que repetirla todas las semanas, pues no, la verdad. Yo quería algo que solo tuviera que hacer una vez y me sirviera para siempre (o casi). Y así llegué hasta esta idea y me pareció genial.
Se trata de hacer algo así como un semáforo, pero con más colores, para que los niños vean de una manera gráfica cómo se están portando. Y así, sean ellos mismos quienes se frenen si su comportamiento no es el adecuado. Te aseguro que, mientras la estaba haciendo, me preguntaba si el esfuerzo, aunque pequeño, merecería la pena.
¡Y vaya si la merece! Básicamente, con un cartón y unas cartulinas puedes hacer tu propia tabla de comportamiento infantil. Yo hice la mía en menos de media hora y eso porque decidí emplear pintura de pizarra (que se puede usar o no) y tuve que dar dos pasadas y esperar a que se secara.
Según mi experiencia, de nada sirve que les diga a mis hijos que se están pasando. Tampoco sirve de nada si les voy contando faltas a modo de tarjeta amarilla, tarjeta roja… Ellos son niños y no controlan, así que a veces se pasan de la raya. Luego ya estará dónde marque cada familia la raya. Ahí no voy a entrar.
Una vez hecho este DIY (porque se puede considerar una manualidad), es muy fácil ponerlo en práctica. Solo hay que ponerlo en un sitio visible (yo elegí el salón porque es donde mis Trastos pasan la mayor parte de su tiempo en casa) y representar a cada niño con una pinza. La tabla va desde el color azul (en mi caso porque era el color de la pintura de pizarra que tengo en casa) hasta el negro. Y cada color tiene un mensaje para que el niño sepa cómo va. Los colores y mensajes que yo elegí son:
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azul → perfecto
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verde oscuro → muy bien
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verde claro → bien
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amarillo → regular
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naranja → cuidado
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rojo → te pasaste
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negro (sin mensaje)
Uso y reglas de la tabla de comportamiento para niños
Cada Trasto tiene su propia pinza de madera marcada con su nombre y una pegatina de color, ya que el Peque aún no sabe leer. Pero tengo pensado sustituir las pegatinas por pequeños pompones, si es que los encuentro, para que se distingan mejor.
Las pinzas empiezan todos los días en el color azul y se van bajando según el comportamiento de cada niño. Así, si se pelean, la pinza baja; si se insultan, la pinza baja; si no hacen caso a mamá o a papá, la pinza baja. La pinza se puede ir bajando de color en color o varias veces en un mismo color antes de saltar hasta el siguiente. Por ejemplo, si dicen una palabrota que no sea muy gorda, la pinza baja un poco dentro del mismo color; pero si se pelean y hay golpes por medio, la pinza salta al color siguiente.
Hay dos reglas que hay que respetar para que el invento funcione. La primera es que ninguno de mis Trastos puede mover las pinzas. De hacerlo, su pinza bajará inmediatamente al color negro. La segunda es que pinza que se baja, no se sube; hasta el día siguiente, cuando empezará otra vez en el azul.
Si al terminar el día, hay alguna pinza en el color rojo, ese niño no disfrutará de algo que le guste (como por ejemplo, la consola) al día siguiente. El color negro implica mayor tiempo sin disfrutarlo (por ejemplo, tres días, una semana…).
Por el contrario, si al terminar el día la pinza sigue en el color azul, se pueden hacer dos cosas: dar un premio inmediato o determinar que por cada X días en azul, hay un premio gordo (ir al cine, salir a comer fuera, pedir pizza para cenar, ir a casa de un amigo…). Sea lo que sea, hay que dejarlo bien claro desde el primer momento para no liar a los niños.
Yo usé pintura de pizarra porque en casa nos hemos decantado por la segunda opción: para conseguir su premio gordo deben portarse bien varios días. Así que, por cada día que su pinza sigue en el azul, les marco a cada uno una raya con tiza debajo de la inicial de su nombre (no se ve en la foto porque las añadí después). Una vez conseguido su premio, la pintura de pizarra me permite borrar las rayas y empezar desde cero sin tener que modificar la tabla de comportamiento infantil.
CONTRAS:
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Esta tabla no es tan fácil como imprimirla y usarla porque hay que hacerla.
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Como hay que tomar las medidas (del cartón y las cartulinas), se va un ratito en prepararla y montarla.
PROS:
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A parte de la pintura de pizarra, todo lo demás seguro que lo tienes ya en casa.
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Yo usé pintura de pizarra porque ya la tenía en casa, pero, si tú no la tienes, la puedes sustituir, por ejemplo, con chinchetas para anotar los días que la pinza se mantiene en el primer color. También se puede usar pintura magnética, en cuyo caso, tendrías que usar pequeños imanes para anotar los días.
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Yo no tenía muchas esperanzas en que la tabla sirviera para algo la verdad, pero lo ha hecho. ¡Realmente sí funciona! Mis hijos pueden ver de un vistazo cómo se están portando. Si ven que la pinza sigue en el azul o el verde, solo tienen que seguir portándose así. Y si ven que ya va por el amarillo o naranja, entonces ellos mismos se frenan en su comportamiento y hacen todo lo posible para que su pinza no baje más.
Desde que la puse en casa, hace ya más de una semana, te aseguro que las tardes en casa son mucho más relajadas. Grito y me enfado menos y mis Trastos se portan mejor. Te aseguro que, de haber sabido lo útil que iba a sernos en casa, la hubiera hecho mucho antes. A continuación puedes ver el vídeo del paso a paso de cómo hice nuestra tabla de comportamiento infantil en este vídeo que ya está en el canal de YouTube del blog.
Pues yo tengo un calendario donde les pongo la carita sonriente media o enfadada al final del día pero claro hasta el final del día no hacemos balance. Y las prisas muchos días hacen saltarnos ese paso.
Como pros lo veo muy gráfico para los niños y muy fácil de q lo comprendan
Como contras en mi caso no estamos mucho en casa por lo q muchos días no lo usaríamos.
De todas formas tocaré madera xq estamos en buena racha y esta semana se están portando fenomenal. ??
Esas rachas hay que mantenerlas, ¡claro que sí! Al principio pensé en hacer algo como lo que tú cuentas que tenéis en casa, pero al final lo descarté por lo de las pegatinas. Si te animas con esta tabla, ya me contarás los resultados 😉