Ya te avisé de que mi locura con los botes de cristal no acababa solo en decorarlos. Creo que esta manía mía con los tarros de cristal me viene de mi abuela. Confieso tener en casa una caja donde voy guardando los botes de cristal que me caben en ella: grandes, pequeños, anchos, estrechos, con formas curiosas, rectos… ¡Se les pueden dar mil usos! Como este que te cuento hoy: hacer un desayuno en un bote de cristal.
Es el desayuno perfecto si tienes prisa por la mañana y no puedes sentarte a desayunar o hacerte un buen desayuno. Además es equilibrado. Y, lo mejor, solo se mancha el bote. Dicen los expertos que un buen desayuno se debe componer de cereales, lácteos y fruta. Y este que te enseño hoy lo tiene todo, es un desayuno muy completo y fácil de preparar.
Tan fácil como coger un bote de cristal tamaño taza (aunque el tamaño depende de la cantidad de ingredientes que uses y de lo saciada que te quedes después) y echar una cucharada sopera de avena. Tiene que cubrir el fondo, aunque puedes ser tan generosa como quieras. Después puedes hacer como yo y echarle una cucharadita de café de semillas variadas (sésamo, amapola, lino…) y otra de chía (la llamada súper semilla). Y así completamos la parte de los cereales.
Ahora vamos con los lácteos. Yo le echo un yogur natural sin edulcorar, aunque se puede usar un yogur griego. Para que me sea más fácil, lo remuevo antes y después ya lo echo al bote. Un chorrito de miel para endulzar (aunque puedes usar azúcar, edulcorante o nada) y lo lleno casi hasta arriba de leche de almendras. ¿Por qué de almendras? Porque últimamente me he aficionado a ella, porque aporta fibra y porque me ayuda a tener más energía. Pero si a ti no te gusta, puedes usar perfectamente la leche que usas habitualmente. La parte láctea ya la tenemos cubierta.
Ahora solo queda remover (la misma cucharilla con la que se removió el yogur sirve) o tapar el bote y darle un par de meneos para que todo se mezcle bien. Después solo queda añadir la fruta en trocitos. Personalmente me chifla la frambuesa, así que la compro en Lidl congelada y le echo unas cuantas al bote. Pero también se puede usar fruta fresca (alguna vez he usado kiwi).
Y ahora viene la magia. Se mete el bote en el frigorífico toda la noche y a la mañana siguiente solo hay que sacarlo, darle un par de vueltas y disfrutarlo. La avena habrá espesado un poco, por lo que no estará tan líquido como el día anterior. Su textura será similar a un yogur cremoso y ligero.
Desde que tomo este desayuno en bote me resulta más fácil aguantar toda la mañana, así que con un tentempié ligero (como una pieza de fruta a media mañana) aguanto perfectamente hasta la hora de comer, a la que llego sin mucha hambre. Y esto me permite comer más ligero.
CONTRAS:
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Hay que acordarse de hacerlo el día antes. Así que lo mejor es hacer un par de botes a la vez.
PROS:
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Una vez preparados los botes, estos aguantan perfectamente un par de días en la nevera. Por eso yo siempre hago dos o tres.
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Lo bueno de la avena y las semillas es que son de absorción lenta, de manera que van dando energía a lo largo de toda la mañana.
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Cereales, lácteos y fruta, todo listo para desayunar sin tener que preparar nada.
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Es un desayuno ideal para írselo comiendo de camino al trabajo. Aunque esto no lo he probado 😀
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Las cantidades y el tamaño del bote se pueden ir variando según cómo te guste más.
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Puedes hacer muchas combinaciones: varios tipos de leche, varias frutas. He visto en Internet que hay quien le añade hasta cacao (sin azúcar) o canela (si lo hace con manzana).
¿Qué te parece este desayuno? ¿Te animarías a probarlo?
¡Genial!
¿Verdad que sí? Espero que te animes a probarlo y me cuentes qué te parece 😉
¡¡Pues me encanta!! Comparto este desayuno tan genial! Me ha parecido una idea estupenda de tener un desayuno completísimo! Voy a probarlo y te voy contando, pero me parece una opción genial! Besos
¡Cuánto me alegra que me digas eso! Yo empecé sin mucha fe, no sabía si me iba a gustar o no, y ahora no pasa un día sin que lo haga. Y encima es súper completo y llego a la comida sin problema.
Ya me dirás qué tal te va a ti ¡y muchísimas gracias por compartirlo! 🙂
Me encanta! Tiene un aspecto delicioso y tan fácil de hacer… Acabo de conocer tu blog, pero con esta receta me has conquistado. Un saludo!
Qué bien, Marian. Me alegro de que te guste la receta y el blog 🙂 Ya verás que siempre hago las cosas facilitas, para no complicarnos.
Espero verte a menudo por aquí. ¡Bienvenida a mi casa virtual! 🙂
Mañana mismo voy a comprar la avena y demás semillas para prepararme uno… ¡¡qué buena pinta!!
¡Me alegra oír eso! Lo mejor es que lo haces a tu gusto, con las frutas que quieras, y también lo puedes hacer más o menos espeso.
Y a la mañana siguiente, ¡listo para tomar! Ya me contarás 😉