… de que Papá³ trabaje un día desde casa

Trabajar desde casa. Ordenador

Papá³ tiene un trabajo peculiar. Como ya os conté, viaja de vez en cuando, pero además es que no tiene un horario definido porque trabaja con empresas de otros países y debe adaptarse al horario de estas la gran mayoría de las veces. Pero es que el trabajo de Papá³ le permite trabajar desde casa. Por eso muchos días llega a casa de la oficina y sigue trabajando hasta altas horas de la noche desde el ordenador.

Con los teléfonos inteligentes de ahora, también suele estar trabajando cuando salimos de casa: que si contestando correos, que si hablando con clientes, que si revisando proyectos… Bueno, seguro que os hacéis una idea.

Cuando éramos novios recuerdo que a veces le llamaban y tenía que irse corriendo a la oficina, fuera la hora que fuera, a solucionar el problema. Esto cambió con los móviles. Ahora las puede solucionar fuera del trabajo, con lo que tenemos más libertad de movimientos.

Pero, como digo, ahora lo normal es que acabe trabajando con el ordenador en casa. Así es que, de vez en cuando, se permite la licencia de quedarse un día trabajando desde casa. Es entonces cuando pierdo a mi marido y adquiero un mueble más.

CONTRAS:

  1. No se le puede molestar, está trabajando. Tanto a los Trastos como a mí nos es muy difícil verle en casa e ignorarle. Pretender que no está cuando en realidad sí que está es muy complicado.

  2. Por tanto, gran parte del tiempo tengo que estar pendiente de que los Trastos no le molenten. Así que no hago todas las cosas que suelo hacer en la casa cuando están los niños. Suerte que este contra sólo se da cuando los Trastos no tienen clase y algún que otro fin de semana…
  3. De la misma manera, él nos ignora a nosotros. Aunque sólo le vaya a preguntar una cosa o a decirle que salgo a comprar el pan, me cuesta que me preste atención. ¡No veáis cómo se concentra este hombre!

  4. La música, porque Papá³ se concentra con la música y, en cuanto a esto, no nos suelen gustar las mismas canciones. Así que siempre tengo que pedirle que o baje el volumen (que esa es otra, le encanta poner la música a todo trapo) o que se ponga los auriculares. Lo siento, no me gusta la música alta. Será que paso tanto tiempo rodeada de gritos infantiles que, cuando estoy sola, me gusta estar en silencio.

PROS:

  1. Aunque nos ignoremos mutuamente (pero con mucho cariño, eso sí), me gusta tenerle en casa. Siempre puede echarle un vistazo a los niños para que yo me duche tranquila a una hora “normal” y con calma o abrir la puerta para recibir un paquete si yo no puedo. Bueno, esto último siempre previo aviso, por lo de la concentración que he contado antes.

  2. Puedo cenar a una hora decente. Los niños no le esperan para cenar porque nunca sabemos a qué hora llegará a casa (¿a las nueve, a las once de la noche?), pero yo sí. Así que el día que se queda en casa podemos cenar en familia a una hora aceptable para todos.

  3. Si surge algo urgente que tengo que consultarle, no hay problema. No tengo que estar esperando a que salga de una reunión o a que pueda contestar el teléfono. Se lo pregunto directamente y obtengo una respuesta rápida… cuando consigo llamar su atención 😉

  4. Los Trastos siempre están contentos de verle en casa antes de la hora habitual. Aunque sepan que no hay que molestarle hasta que Papá³ nos dé permiso.

¿Conocéis a alguien que trabaje desde casa? ¿Cómo se las apaña para concentrarse y que no le molesten los demás miembros de la familia?

2 comentarios en «… de que Papá³ trabaje un día desde casa»

  1. ¡Ay! En nuestro caso, esto de vernos los dos trabajando en casa no sé cómo sería ¡sólo se me ocurren contras! No creo que pueda darse el caso, porque el papá de mi bichilla debe viajar por trabajo, visitar clientes y demás, pero no creo que fuese la situación ideal.

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

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