Estamos apurando los últimos días del verano. Aunque con la vuelta a clase parece que se haya acabado ya. Pero el otoño está a la vuelta de la esquina. Tardaremos en sacar los abrigos lo que nos dé de margen el tiempo. Y entonces, las camisetas y pantalones de manga corta irán de vuelta al armario (o a cajas) a esperar hasta el año que viene. Pues os voy a contar mi truco³ para la ropa de la próxima temporada.

No, no me he vuelto loca. Veréis, seguro que según se acaba el verano muchos de los peques están apurando esa camiseta que ya le va quedando cortita o ese pantalón que ya empieza a apretarle. Dadas las fechas en las que estamos, ya ninguna vamos a ir a comprar nada de verano. Total, para los días que nos quedan…

Pero el año que viene estaremos a principios de verano como locas probando a nuestros peques la ropa de este año, viendo a ver qué le vale y qué es lo que hay que comprarles porque no tienen. Pues de eso va el truco. De ahorrarnos un poco ese trabajo.

Se trata de tener una hojita donde apuntar lo que seguro vamos a tener que comprar el verano que viene. Sí, ya sé que los niños crecen y que hay prendas que no sabemos si les valdrán o no el año que viene. Pero yo me estoy refiriendo, por ejemplo, a ese pantalón vaquero que ahora le está justón y que, por lo tanto, va a necesitar sí o sí el año que viene.

El mejor sitio para poner esa hojita es con la masilla de la que os hablé aquí. Si la usáis, incluso podéis ponerle pegado al lado un lápiz o un bolígrafo. Y, el mejor sitio para mí, es en la puerta del armario (que en casa no son correderas).

A algunas os parecerá un truco³ un poco tonto, pero yo os propongo que, cuando llegue la hora de sacar la ropa de otoño e invierno, penséis en este truco, a ver si os hubiera evitado algún dolor de cabeza. Porque yo el año pasado ya sabía que el Mayor necesitaría un par de camisetas interiores de manga larga porque las que tiene ya no podía apurarlas más.

CONTRAS:

1. Hay que acordarse de ir apuntando lo que veáis que les va a hacer falta. No vale con pensarlo, ni siquiera pensarlo con mucha fuerza, porque seguro que el año que viene se os habrá olvidado.

2. La hoja donde lo apuntemos tiene que estar en un sitio muy accesible desde el armario donde tengan los peques la ropa. De lo contrario, a lo que vamos a escribirlo, aunque sólo tardemos dos minutos, se nos habrá olvidado.

PROS:

1. Quizás en una casa con un solo peque este truco³ no tenga mucho sentido. Pero en mi casa, con tres niños con tres pilas de ropa distintas, me es completamente necesario. A veces sé que tenía que comprarle un chándal a uno… pero no recuerdo a cuál de los tres.

2. Aunque siempre vamos a tener que revisar la ropa porque haya prendas de tamaño dudoso (¿le valdrá al Mediano o será para el Peque?), a mí me ayuda a tener más controlado en mi cabeza lo que hay que comprar y me ahorra tiempo.

3. A mis hijos les gusta poco tirando a nada eso de probarse la ropa. Así que con este truco³ no sólo me ahorro tiempo, sino también el disgusto del momento probador.

¿Qué os ha parecido este truco³? ¿Tenéis alguno para organizar la ropa de una temporada a otra y saber más o menos qué les hace falta?