… de las galletas búho con glasa

Galletas buho con glasa

Como viene siendo habitual, en el cumple del Peque no sólo hice la tarta de búho que él tanto quería. No. Además, hice galletas de búho que fueron una auténtica sorpresa y que encantaron tanto a los peques como a los mayores. La técnica, como siempre, es a base de glasa (royal icing) y de la producción en cadena que ya os conté en las galletas de Olaf.

No tenía ni idea de cómo hacer las galletas. No tengo un cortador en forma de búho. Pensé en recortar las galletas a mano alzada (de nuevo, como las de Olaf), pero no me apetecía nada. Sobre todo, porque tenía la idea de llevar algunas a la guarde del Peque, a modo de detallito de cumpleaños. Eso significaba que tenía que hacer 20 galletas para llevarlas y otras tantas para casa. ¡Qué perezón me daba!

Al final, encontré una forma bastante aceptable. Se trataba de hacer galletas en forma de círculo y después hacer el búho en ellas. Como veis, nada de cortar la forma de un búho. Una vez más, la clave estaba en hacer una parte de la galleta con la glasa, dejarla secar y volver a hacer otra parte.

Lo ideal es dejar secar la glasa unas 6-8 horas antes de pasar al siguiente paso, pero yo iba muy, muy justa de tiempo. Así que lo hice de corrido. Bueno, todo lo “corrido” que puede ser hacer 36 galletas. No quedaron mal, pero al ser diferentes colores hubiera estado mejor esperar algo más de tiempo. Podéis ver por qué lo digo si os fijáis bien en las fotos.

CONTRAS:

  1. El fallo del tiempo. Al no poder dejarlas más tiempo para que la glasa estuviera bien seca, se nota que se mezclaron un poco los colores. Hay que fijarse, sí, pero yo lo veo y no me gusta. Pero es que se me echaba el tiempo encima para llevarlas a la guarde.

  2. Al trabajar sobre la galleta redonda, no hay límite físico. Hay que calcular el espacio para que no quede un búho deforme o falte espacio para otros detalles.

 

PROS:

  1. No son tantos colores como parece: marrón, blanco y verde. No hay más. Yo para el naranja, teñí el blanco que sobraba. Y aproveché que tenía estos rotuladores de tinta comestible para pintar los detalles de la panza del búho y el negro de los ojos. Pero si no los tenéis a mano, se pueden hacer aclarando u oscureciendo un poco el verde inicial y coloreando la glasa blanca que sobre de negro.

  2. Para el marrón, lo ideal es que la glasa esté más espesa para la ramita y, después, aligerarla un poco para el resto. Así que no es problema, sólo ir aligerándola poco a poco con cuidado.

  3. Estas galletas de búho son el complemento ideal para la tarta de búho. Quizás tenía que haber puesto los búhos de las galletas azules, para ir en concordancia con la tarta, pero es que así aprovechaba el verde de las hojitas.

  4. Como usé una masa quebrada dulce que hice yo misma, las galletas, además de vistosas, estaban riquísmas.

Por cierto, al final resultó que en la clase del Peque en la guarde había algún niño alérgico y, en el último momento, se cayó el plan de llevar las galletas. Me tocó salir a por otro “regalito” no comestible para que todos los peques pudieran disfrutarlo. Vamos, que en el cumple de casa hubo galletas para todos nosotros y para más que hubieran venido 😉

Y, ahora ya sí, os dejo con el vídeo con el tutorial del paso a paso de estas galletas de búho que ya está disponible en el canal de YouTube del blog (al que puedes suscribirte 😉 ).

4 comentarios en «… de las galletas búho con glasa»

  1. ¡Qué artista eres Ara! Demuestras saber hacer e ingenio sin límites. Felicidades y sigue así! Gracias por seguir mostrando tus cosas a través del blog.

    1. ¡Muchas gracias! Yo es que las miro y lo noto un montón, pero como las saqué todas juntas en una bandeja, pasó desapercibido, jejejeje… 😉

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

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