La semana pasada el Peque cumplió tres años, lo que significa que ya hemos dejado atrás los dos años. Los llamados terribles dos años. Y, como creo que es la última vez que me voy a ver en una de estas, voy a aprovechar para contaros mis pros y mis contras de tan tierna edad.
CONTRAS:
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La operación pañal, que suele venir en esta época marcada la mayoría de las veces por el inminente comienzo del colegio. No me entretengo más en ella porque ya lo conté aquí 😉
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La lengua de trapo. Ese quiero hablar y contar cosas al mundo… Pero el mundo no me entiende, jo. Ya hablé sobre este tema en la entrada de la koiné 😉
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Las rabietas incontrolables e impredecibles. Nunca sabes cuándo tendrá lugar la siguiente ni por qué. Da igual lo tranquilo que sea el niño porque acabará teniéndolas. Y cada una de ellas nos pone más a prueba como madres (o padres). Y, lo peor de todo, lo que funcionó ayer para calmarle, hoy parece que le cabrea más…
PROS:
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Es la época de los descubrimientos conscientes. Un bebé está descubriendo cosas desde que nace, cierto, pero es a partir de los dos años cuando es más consciente de lo que va descubriendo. Qué si abro el grifo sale agua, que si la toco me mojo, que qué será este ser con patas que corre tan rápido por el suelo, que si la barba pincha, que si tengo pito y por ahí sale el pis pero mamá no tiene y a ver por dónde hace pis ella… En fin, esta serie de cosas.
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Empieza a formarse su personalidad. O al menos es cuando los demás empezamos a verla. La frase del quiero esto y del esto no lo quiero están a la orden del día. Y, aunque desquicie un poco, la verdad es que para mí es emocionante ver cómo delante de mí se va formando una personita.
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Los dos años también son el momento del yo solo que muchas veces nos saca de quicio y nos obliga a esperar o a tener que limpiar tres veces lo mismo. Pero llega un día, también durante esos dos años, en el que descubres a tu peque haciendo las cosas solo de verdad, con autonomía y sin ayuda. Y ese día tu orgullo sube para arriba y tienes ganas de llamar a todo el mundo para contarle que, por fin, ha conseguido ponerse las zapatillas él solito.
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¡Empiezan las manualidades! Sí, a lo largo de los dos años, los niños empiezan a tener más motricidad fina y les encanta pringarse y hacer cosas con sus manitas.
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Descubren los cuentos. A veces es cansado tener que leerles el mismo cuento una y otra vez y también frustrante intentar leer con un mínimo de cordura el cuento mientras ellos pasan las hojas sin ton ni son. Sin embargo, esa curiosidad que despierta en ellos un cuento y ese momento de relativa calma es maravilloso.
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Durante los dos años, los niños aprenden a hacer cosas como dar besos y abrazos. ¡Qué bien le sienta al alma que tu peque te plante un beso sólo porque sí!
Estos son algunos de mis pros y mis contras de los dos años. Mal llamados terribles, creo yo, porque sólo son una época de experimentación. Experimentan con su cuerpo y sus mentes poniéndose a prueba ellos mismos día tras día. Y hay que reconocer que esto puede ser cansado y frustante para los padres. Ya no son nuestros bebés que estaban tranquilitos y controlados todo el día, pero tampoco son niños mayores que hagan muchas cosas por sí solos.
Los dos años son la edad de acompañarles en todo, de vigilar muy de cerca sus pasos y de enseñarles qué pueden hacer y qué no. Quizás si los padres nos lo tomáramos de otra manera no los calificaríamos como terribles. ¡Yo prefiero llamarles “los movidos dos años”!
Completamente de acuerdo! La semana que viene Niña cumple dos años y está totalmente inmersa en esta etapa con todas las características que cuentas, no se deja ni una!! Ay, son terribles porque son agotadores, preciosos por el cambio que se va formando en ellos, pero tienes que cargarte de paciencia jajajaja
Es que esa edad es como una montaña rusa. Sólo nos queda la paciencia y el sentido del humor, jejeje… ¡Y felicidades a tu niña por adelantado! 😀
Totalmente de acuerdo… son terribles porque los inesperados ataques de furia y descontrol que les da acaban con nuestra paciencia y cordura pero… están tan ricos con esa edad!!! son tan inocentes y tienen tantas ganas de aprender y crecer que te los comerías a besos…
Pues sí, a nosotras se nos hacen muy cuesta arriba porque no se portan siempre de la misma manera, pero es una edad preciosa donde lo mismo se enfadan porque no les dejamos tocar el agua del wáter que nos sueltan fracesitas llenas de su lógica que nos derriten 😉
Con 17 meses, mi bichilla anda enrabietándose y volviéndonos locos de vez en cuando. Y lo de la lengua de trapo… ¡desde la 6 de la mañana estamos despiertos hoy porque se ha puesto a charlar en su jerga incomprensible, regañando y ando explicaciones sobre no sé qué y ya no hemos podido volver a dormirla! Yo no sé si estos son sus 2 años por adelantado o si lo peor aún está por llegar.
Madre mía, ¡desde las 6 de la mañana! Tu bichilla sí que tiene marcha, jejejeje… Pero mientras sólo sea que parlotea muy temprano… Ya si eso volvemos a hablar del tema dentro de 6 meses y me lo cuentas, jejejeje 😀