… de la tarta Frozen

Tarta Frozen

He visto la película. Mis hijos han visto la película. Varias veces. Muchas. Papá³ flipa con la canción Libre soy que se marca Elsa, la particular reina de hielo. Mi sobrina idolatra a Elsa. Su cumpleaños fue hace poco y ¿adivináis de qué quería la tarta? ¡Exacto! ¡Quería una tarta de Frozen! Y ya supondréis quién fue la encargada de hacerla 😉

Cuando mi cuñada me lo pidió, fui yo quien flipó. Después de la tarta de Peppa Pig del año pasado, estaba deseando hacer su tarta de cumpleaños y que fuera de esta peli suponía un reto para mí. Tras hablar con mi cuñada y, siguiendo las indicaciones de mi sobrina, se decidió que la tarta sería de tres pisos (a saber: verde, azul y morado), que no llevaría fondant y que estaría cubierta por rosas azules.

Por mi cuenta y riesgo, decidí rellenarla de mermelada de fresa; darle al bizcocho, a parte de los colores, sabor a fresa; y utilizar un buttercream de vainilla para las rosas. ¿Os he mencionado ya que jamás me había puesto a hacer rosas con la manga pastelera? Pues sí, esa soy yo.

Como tenía que teñir el bizcocho, usé esta receta de un bizcocho de claras. La dividí en tres partes que teñí con sus correspondientes colores. Para hacer la buttercream seguí las indicaciones de esta receta. Y, para hacer las rosas, recurrí a este fantástico tutorial de aquí.

Además, me lié la manta a la cabeza e, inspirada por todas las fiestas de Frozen que veía por Internet, decidí que a la tarta le irían bien unos cristales de caramelo que emularan el castillo que se marca Elsa cuando decide liberarse y ser ella misma.

CONTRAS:

  1. Los cristales de caramelo acabaron con pompitas. No es un gran problema y pasan desapercibidos en medio de la tarta. Pero a mí me hubiera gustado que quedaran lisos como en las galletas de caramelo. He de reconocer que probé a hacer el caramelo yo misma desde cero, pero no tenía el sirope de maíz que decía en la receta. Intenté solucionarlo con agua y azúcar, pero el resultado fue desastroso: aquello no terminó de solidificar y tuve que prescindir de él.

  2. Usé las cantidades especificadas en la receta, pero me quedé corta de buttercream. Tuve que hacer más en el último momento, con el consiguiente riesgo de no obtener el mismo tono de azul que la primera vez. Por suerte, como fui añadiendo colorante poco a poco, conseguí el mismo o, al menos, uno tan parecido que no se notó la diferencia.

  3. Aunque el tutorial de las rosas es magnífico, a mí me faltaba una cosa. No tenía la boquilla adecuada para las rosas. Así que tuve que improvisar con las que tenía en casa. Os aseguro que tengo un montón de boquillas, es más, tengo hasta una cajita con varios tipos; pues ninguna de ellas se parece a la que usan en todos los tutoriales de rosas que encontré por Internet.

  4. Decidí adornar la tarta azul con copos de nieve hechos de glasa (y también de sabor a fresa). El conjunto quedó estupendo, pero como me salieron pequeñitos, resultaron ser muy frágiles y se rompían al momento de despegarlos del papel de horno donde los había hecho. Si hay próxima vez, tengo que hacerlos más grandes para que me salgan más gorditos y así tengan más consistencia y aguanten el momento de ponerlos en la tarta.

  5. Una vez montados los bizcochos y decorados con las rosas, aún la tarta no estaba lista. Los últimos detalles tenían que ponerse justo un momento antes de sacar la tarta con las velas. Tuve que llevármelo todo lo que faltaba, con la consiguiente infraestructura para su transporte sin que nada se estropeara o rompiera por el camino.

PROS:

  1. Bendita planificación. Sin ella, hacer esta tarta con los niños por en medio hubiera sido imposible. Aproveché el ratito que el Peque está en la guarde y un día hice el cristal de caramelo, otro día el bizcocho, otro día el buttercream y el último día lo monté todo.

  2. Los cristales de caramelo resultaron estar riquísimos. Además, como usé varios sabores de caramelo, también eran muy vistosos. ¡Ideales para el cumpleaños de una mini princesa!

  3. Los copos de nieve de glasa (receta de la glasa aquí) pueden parecer una tontería, pero os puedo asegurar que tienen un efecto espectacular sobre la tarta azul. Además, para terminar, ya con toda la decoración puesta (copos de nieve, cristales de caramelo y muñecas), espolvoreé un poco de azúcar glas por encima simulando la nieve. Fue el toque de gracia para la tarta.

  4. No penséis que la tarta quedó excesivamente dulce con la buttercream, los cristales de caramelo, la glasa, la mermelada y el bizcocho en sí. Según mi suegra, estaba menos dulce que las tartas de fondant. Además, los niños acabaron con la mayoría de los cristales de caramelo y los copos de nieve de glasa 😉

Como veis, sólo hace falta juntar todos los elementos y ya está hecha la magia. Resultado: una niña feliz a más no poder y una madre encantada con la tarta de su hija. En serio, ojalá pudiera mostraros las fotos con su carita de felicidad. Otra que acabó flipando 😉

La tarta no fue lo único que llevé al cumpleaños, pero eso os lo cuento otro día en otra entrada y en otro vídeo, jejeje… De momento, os dejo con el vídeo del paso a paso de la tarta Frozen que ya está disponible en el canal de YouTube del blog (donde podéis suscribiros si queréis, jeje). A ver qué os parece 🙂

5 comentarios en «… de la tarta Frozen»

  1. ¡Qué cosa más complicada! Yo ya me veo pagando un dineral por una tarta fondant de la temática que elijamos para el cumpleaños e mi bichilla porque yo para esto no tengo mano ni paciencia.Lo del color azul dela tarta me ha encantado.

    1. Todo es ponerse, de verdad. Pero si no te ves capaz, hay gente muy buena en hacer este tipo de tartas.
      Y lo del azul de las rosas, bueno, no todas las tartas de nuestras princesas tienen que ser rosas, ¿no? 😉
      ¡Besotes!

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

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