Vuelvo a retomar malas costumbres. O lo que es lo mismo, a repetir letra. Hoy repito con la P de pañales. Porque si hay algo que trae la maternidad son cantidades ingentes de pañales. Da igual si son de tela o de un solo uso. Los primeros años de la maternidad están llenos de pañales… y de lo que están llenos los pañales.
No es un camino de rosas. Ojalá. Éstas al menos huelen bien, aunque pinchen. Cambiar un pañal no es tarea fácil… al principio. Recuerdo un día, a pocas semanas de nacer el Mayor, estando el Tripadre y yo solos, rodeados de las cositas para el bebé, sosteniendo un pañal tamaño recién nacido en la mano. Yo lo miraba absorta. Lo abrí, lo cerré, lo miré por delante, lo miré por detrás… y al final le pregunté al padre del bombo si él creía que sería fácil ponerlo y que si lo haríamos bien. Dudas de embarazada. Me contestó que sí, que al tercero lo haríamos perfecto. Lo que ahora no tengo claro es si en aquel momento se estaba refiriendo al tercer pañal o al tercer niño…
Si tú que estás leyendo esto, eres la madre. Felicidades. El primer pañal no es cosa tuya. Es más, intenta por todos tus medios que no sea cosa tuya. Si estás perfecta porque has tenido el parto soñado, no lo digas, cállatelo hasta después del primer cambio de pañal. Y si eres el futuro padre, no has leído nada… yo no he dicho eso… es todo producto de tu imaginación… y felicidades, vas a tener el (dudoso) honor de cambiar por primera vez los pañales a tu querido bebé…
Y es que hay una cosa que se llama meconio que ni es caca ni es nada. Eso es una sustancia entre verde y negra, súper asquerosa y súper pegajosa. Algo que cuesta mucho limpiar y que os prepara, queridos recién estrenados papás, para lo que viene después. Bueno… o eso me han contado porque aquí servidora no ha visto el meconio ni de lejos. Pero preguntadle al Tripadre…
Después de esta clase acelerada para prepararos los estómagos a lo que vendrá después, todos los padres y madres empezamos a cambiar pañales, con más o menos éxito, a un ritmo exagerado. Los primeros meses todo es dormir, comer y cambios de pañal. Y cruza los dedos para que no haya escapes, que a esa edad pises y cacas tienen parecida consistencia y las manchas en la ropa están a la orden del día.
Luego la cosa mejora, toma otra consistencia. Y cuando crees que ya está todo controlado, oh, sorpresa, el bebé que antes se estaba quietecito decide que ya es hora de poner a prueba tus habilidades maternales y empieza a moverse. Elevación de piernas, giro de torso, pataditas… más monos… Vamos, que ni tú en tus mejores años haciendo fitness… Y tú ahí, sudando la gota gorda para poder limpiarle sin mancharle más y abrocharle el pañal en el menor tiempo posible.
Con el tiempo, las cacas se tornan más espesas y más controlables. Al que no puedes controlar es a tu bebé, que ahora mueve las manos y todo su afán es tocarse justo ahí cuando más caca hay. Es la fase que yo he llamado me faltan manos o me sobra niño. El Peque está justo en esa etapa. Así que ahora, además de limpiarle el culo, también me toca limpiar manos y hasta pies. También es posible que todo esto vaya acompañado por intentos constantes de ponerse de pie. Felicidades, acabas de alcanzar el siguiente nivel: poner un pañal en vertical.
Para no asustaros, os diré que luego la cosa mejora. Las cacas tienden a quedarse en su sitio, pero hay que darse mucha prisa en cambiar el pañal porque un culetazo mal dado hará que se desparrame por fuera del pañal. A parte de esto, el bebé-ya-no-tan-bebé empieza a entender que ha de estarse quieto. Otra cosa es que le dé la gana hacerlo.
Y así, poco a poco, llegan a la edad en la que el pañal diurno desaparece. Pero os queda el nocturno. Éste parece fácil. Con el Mediano yo me confié aquí y más de un día me lo encontré después de la siesta hurgándose en el pañal porque se había hecho caca y aquello le molestaba en el culete. La imagen de las sábanas, manos y niño cubierto de caca aún me atormenta por las noches. Afortunadamente, sólo fueron un par de veces y aquella fase también pasó.
Luego están los escapes inoportunos, pero como ya le dediqué otra entrada, no me repito aquí hoy. En fin, y así es como os convertís en padres expertos en cambios de pañal. Felicidades, aquí tiene usted su diploma su niño para que le cambie el pañal, que ya huele 😉
CONTRAS:
-
Insisto en lo del meconio, futuras madres. Si hace falta, desmayaos, llorad o alegad locura transitoria. No cambiéis el primer pañal. Y si lo hacéis (valientes), recordad que yo os avisé.
-
Cuando el bebé empiece a moverse, vais a tener que echar mano de todo tipo de argucias para manternerle en su sitio: canciones, juegos, juguetes… Esto ayuda a desarrollar la imaginación que no veas.
-
Mis hijos se ríen cuando lo digo, pero “un culete limpio es un culete feliz”. Bromas a parte, no dejéis pasar mucho tiempo entre las cacas y el cambio de pañal, que luego el culete se irrita y es mucho peor.
-
Si por alguna razón alguien se ofrece a cambiar el pañal a vuestro hijo, dejadle. Por muchos pañales que cambien, vosotros siempre cambiaréis más.
PROS:
-
Aunque os pueda poner de los nervios, es increíble ver las destrezas que van adquiriendo vuestro bebé con el paso de los meses. Tomáoslo así y no desesperéis si tardáis en cambiar un simple pañal un cuarto de hora.
-
Haced del cambio de pañal un momento divertido. Vale que huele fatal, pero eso no es impedimento para echarse unas risas. Y ya sabéis que ♫♪con un poco de azúcar esa píldora que os dan, pasará mejor…♫♪
-
Siempre podéis hacer fotos del momento, guardarlas y sacarlas cuando sean mayores y vengan con el novio o novia de turno a casa. La venganza es un plato que se sirve frío, frío… muajajajajaja… 😉
Puede que mis neuronas anden un poco remolonas por tanto cambio de pañal y se me haya olvidado alguna fase o algún contra o pro. No te cortes y dímelo en los comentarios.
Y para terminar, os recuerdo que el blog está de sorteo y estos gatitos pueden ser vuestros 😉
“La maternidad de la A a la Z” es un carnaval de blogs iniciado por Trimadre a los Treinta que consiste en que cada madre participante describa un sentimiento al que ha descubierto un nuevo sentido con la maternidad, o una faceta de su personalidad que desconocía antes de ser madre. El objetivo es crear en red, colaborando unas con otras, un “Diccionario de madres” con el que reírnos, emocionarnos y conocernos un poco más.
Síguelo en Twitter #AZdelamaternidad.
Si estás interesada en participar, tienes toda la información a tu disposición aquí.
JAJAJAJAJAJAJJAA, Te superaste a ti misma! que jarta de rei!!! Cuento, en una de esos cambio de pañal…9 meses el cachorro, andaba ligerisisimo de tripa y le llego a la nuca, te cuestiona donde pongo yo al niño que no lo pringue todo? ¡bueno pues donde siempre la cosa era urgente! saco el pañal el niño dio un giro inesperado se tiro del cambiador lo agarro a dos brazos por el aire….y acabamos los dos a partes iguales de caca y metidos los dos en la bañera…tire mi ropa!
Besos
¡Ay, madre! Faly, te imagino y no puedo sino reírme yo también. ¡Bendita bañera! Lógico que después tiraras la ropa 😉
Besotes.
Fases detalladas al dedillo jijijijiji
Muy bueno!!! yo recuerdo el segundo pañal…..con meconio aún….ay!! cuando estábamos en plena faena el grifo ancho (culete) se abrió….y de verdad pensamos que la niña se nos iba con intestinos incluidos porque aquello no paraba!!! paquete de toallitas a tomar por saco, porque cada vez que nosotros limpiábamos….volvía otra vez jajaja menuda odisea!!!
Un beso
Eso es lo peor, que empiecen con la faena cuando se está en pleno cambio de pañal. De ésas el Mayor nos hizo unas cuantas. Afortunadamente, sus hermanos han sido más cautos y lo han hecho pocas veces 🙂
Besotes.
Jajajajajaja me ha gustado la advertencia inicial!!! Jajajajajaja a mí lo que más cosa me daba y por eso hacía los cambios de pañal a la velocidad de la luz… Eran los pises en plan manguera del niño… Anda que no me ha meado veces el jodío!!!!
Un besote!!
Mira, yo no sé si las niñas lo harán igual, pero los niños es que siempre mean hacia arriba, por lo que siempre nos mojan, jajajaja…
Creo que habría que incluir un mini paraguas en los imprescindibles para bebés 😀
Besotes.
Pues me has hecho recordar la primera cagada!!!!!!!!!!!! Tal cual……. Durante tres años la vida parece envuelta en pañales!!!!!!!!!!
Genial entrada
Un beso
Muchas gracias por tu comentario, Bea. La primera mirada, el primer olor, la primera cagada… hay cosas que nunca se olvidan, jajaja…
Besotes.
Qué bueno! En casa llevamos cambiando pañales ininterrumpidamente desde octubre de 2006, casi 7 años, pardiez! Si nos diesen un céntimo por cada pañal cambiado… (prefiero no hacer la cuenta de lo que llevamos gastado en pañales, que me da un jamacuco) 😀
El meconio lo conocí con el Peque, del Mayor y el Mediano se encargó amorosamente el Papi! (como debe ser 😉 )Y digo más, que él los cambia mejor que yo, pues aún no he sido capaz de cambiarlos encima de mis rodillas (y mira que lo he intentado veces, pero nunca me quedan bien puestos!) y él sí.
Suscribo también lo que apuntó Vero-Mixka: cambiar pañales a la velocidad de la luz para evitar los chorritos del aspersor 😀
Un beso!!!
Las cuentas con los pañales, yo también prefiero obviarlas… En fin, yo he tenido la suerte de no conocer el meconio nada más que de oídas 🙂 ¡punto para mí!
A mí me cuesta cambiarlos sobre las rodillas, para eso la experta es mi suegra. ¡Qué dominio de culo, toallita y pañal tiene la mujer!
Sobre el «aspersor», para evitarlo, yo suelo dejar una toallita tapando el asunto hasta que pongo el pañal limpio encima, por si las moscas 😉
¡Besotes!
jaJAJAJAJA, no quiero imaginarme la estampa con el rebozado de cacas………qué horror!
Hay cosas que es mejor no imaginar… que luego vienen las pesadillas a media noche, jajajaja 😉
¡Besotes!
Jajajajajajajaja para haber sabido antes lo de la fotooooooo. Muy bueno niña!!! Post de obligada lectura para las futuras mamás o mamás incipientes. Qué gustito haber pasado ya la bebelescencia por Dioooos!!!
Un beso!
Que conste que mi madre tiene una de esas fotos de la menda que suscribe. Que conste también que el Tripadre la vio antes de la boda y aún así se casó conmigo. Y por último, que conste que, si por mí fuera, quemaba la foto. Así que hablo con conocimiento de causa, jajaja…
¡Besotes!
jajajajajajajajajaja que genia!!! De haberte leído antes che… el meconio fue misión imposible para mi marido que tuvo que cambiarla… a la hora llegó la nurse y nos dice: «pero esta criatura no está bien higienizada». Hoy me río, pobre Demi… Yo inmóvil por la anestesia y la cesárea…
Ni te cuento las anécdotas posteriores… Sos un ídola che!!! P de pañales para todas las primerizas!!!
Besazo
Pues yo iba avisada por los cursos de preparto… que era tarea del padre!!! Y así fue mentalizado mi marido. Con los siguientes, lo mismo, salvo que el Tripadre ya sabía a lo que se enfrentaba y yo tenía muy claro que el primer cambio era cosa suya. Visto lo visto… ¡menos mal! 😀
Muchísimas gracias por tu comentario.
¡Besotes!
Jajaja jaja no he parado de reir y de recordar esas etapas ahora es peor cuando se les olvida tirar de la cadena o no saben usar la escobilla y un largo etc …. que hasta que no son adolescentes creo que no se va acabar jajaja
No me hables de los baños y los charquitos porque creo que la fregona y yo nos estamos haciendo ya demasiado buenas amigas… jajajaja… Espero que se pase pronto esa etapa y empiecen a atinar con puntería ya 😉
Besotes.
Tengo una canción para compartir, la que le canto a mis hijos. La música es sospechosamente parecida a la de Pipi Calzaslargas
«Vamos a cambiar ese pañal
ese pañal sucio que llevamos.
No podemos estar
ni un minuto más con ese pañal» 😀
Oye, pues si funciona… La pregunta del millón es… ¿se quedan quietos mientras les cambias el pañal o es un momento como de lucha libre? Porque si se quedan quietos, ¡yo les canto lo que sea! 🙂
Besotes.
Ay, ahora estamos en la fase vertical del cambio de pañal… Lo tumbas y se pone a llorar como un descosido, se retuerce y hasta que no está de pie no para. Que si el pañal es de pipi, pues pasa, pero si no… Unos sudores que me caen. Eso sí, el papá es el cambiador oficial de pañales desde el primer día 😉 Lo que no quita que yo haya cambiado también los míos…
Un beso!
Qué suerte, aquí la que cambia los pañales suelo ser yo. El Tripadre también ha cambiado alguno (meconio incluido), pero te aseguro que bastantes menos…
¡Besotes, guapa!
JAjaajajajajaja!! Creo que las autoridades deberían «panfletear» este post para todas las preñis… porque no se puede decir de forma más clara, veraz y plástica (jajaja), lo que les esperaaaa… GENIAL!
Un abrazo guapa!!
Me encanta que os haya gustado tanto :-D. Ya veo mi entrada junto al folleto de la leche materna, jajaja…
Muchísimas gracias por tu comentario.
¡Besotes!
Es un gran alivio encontrar a alguien que realmente sabe lo que están hablando en la red . Definitivamente, que sabes cómo llevar articulo a la luz y que sea adictivo. Más peña tiene que leer esto.
Genial, formato de tu blog! ¿Cuanto tiempo llevas bloggeando? haces que leer en tu blog sea entretenido. El aspecto total de tu web es bien pensado, al igual que el material contenido!
Saludos
El primer pañal lo cambió el papá y no protestó mucho…. quizá porque el enano se hizo caca estando en la tripa…. le hizo ese favor a su padre, pues yo no estaba para cambio de pañales….
Increible la destreza en cambio de pañal que se va adquiriendo a lo largo del tiempo. A díá de hoy soy una experta en cambio vertical y a la velocidad de la luz!!! jajajajaja
Un abrazo!!!!!
Son como pantallas de vídeojuegos, ¿verdad? Lo malo es que cuando has dominado una forma, va el niño y te la cambia… Si eres capaz de cambiar un pañal en vertical y súper rápido, me quito el sombrero ante ti 😉
¡Besotes!