… de las cosquillas (maternidad de la A a la Z)

AZ de la maternidad

– Mamá, hazme cosquillas…

– ¿Ahora?

– Sí, ahora…

– ¿Puedes esperar un momento? Estoy terminado de…

– Vengaaa… porfi… hazme cosquillas…

Y ahí estoy yo, con un mico de 6 años haciéndole cosquillas como si no hubiera un mañana. Y se ríe. Y su risa es pura. Es diversión en grado máximo. Puro placer de reír por reír. Él se estira, se retuerce, a ratos no puede respirar. Paro. Coge aire. Creo que le he agotado. Un “mamá, ahora hazme cosquillas por aquí” me deja claro cristalino que tiene ganas de más.

El Peque nos mira y se ríe. Se ríe con ganas. La risa es contagiosa, está claro. Con su lengua de trapo me dice “má, má”, lo que con el pequediccionario en la mano viene a significar que siga cosquilleando a su hermano y que, por supuesto, él también quiere. Alargo la mano que me sobra y le hago cosquillas a él también. Más risas.

Con el rabillo del ojo miro al Mediano. Le veo con los ojos como platos. Con una sonrisa de oreja a oreja. Se acerca cauteloso. El Mayor sigue revolviéndose y dando carcajadas. Espera paciente dos o tres nanosegundos. Después me suelta el “¡ahora a mí, mamá!”.

Cuento a los Trastos… uno… dos… tres… Cuento mis manos… una… y dos… Vaya, esto es un problema… Dejo de cosquillear al Peque y empiezo con el pipiolo de en medio. Ahora las risas suenan más altas, pero igual de puras. Me sorprendo a mí misma riéndome también. Alterno entre mis hijos para dar a basto con todas mis manos. Nos reímos los cuatro. Creo que si alguien pudiera vernos en ese instante por un agujerito, se convencería de que estamos algo chiflados en esta casa. Quizá no le falte razón. Pero aquí nos seguimos riendo.

CONTRAS:

  1. Hacer cosquillas es cansado para quien las hace. Qué dolor de manos se me pone algunas veces.

  2. En ocasiones, los adultos llegamos a la conclusión de que ese momento no es buen momento para hacer cosquillas a los niños. Creo que deberíamos pararnos a sopesarlo un poco más. ¿En serio no hay buenos momentos para hacer cosquillas? Yo estoy empezando a creer que cualquier momento es bueno para sacarle una risa a un niño.

  3. Se forma mucho alboroto. Bueno, para quienes estáis con el reto del rinoceronte naranja, ¿esto no cuenta como grito, verdad? 😉

PROS:

  1. Quien recibe las cosquillas acaba cansado. Y todos sabemos que después de la tempestad viene la calma… ¿Queréis cansar a un niño? ¿Pero de verdad? Hacedle cosquillas. Muchas. Por todo el cuerpo.

  2. La risa es contagiosa. Raro es que empecéis a hacerles cosquillas a vuestros hijos y no acabéis riéndoos vosotros también.

  3. Las cosquillas traen risas, las risas traen felicidad. Si habéis tenido un mal día, hacedles cosquillas a vuestros retoños. A los treinta segundos se os habrán olvidado todas las penas.

  4. Las cosquillas también son un juego. Jugad con vuestros hijos. Todos lo agradeceréis.

¿Que por qué incluyo las cosquillas en el Diccionario de la Maternidad de la A a la Z? Pues porque yo sólo hago cosquillas a mis hijos. El Tripadre no tiene y, además, prefiero no buscárselas ;-). Las cosquillas significan un rato en familia, un rato de juegos, un rato de diversión pura y dura. Las cosquillas implican prestar atención a las demandas de mis hijos, es dedicarles toda mi atención en ese preciso instante, buscar ese recoveco por dónde meter la mano y cosquillearles a gusto.

Y, si os animáis, después de hacerles cosquillas a ellos, que ellos os hagan cosquillas a vosotros. ¿Recordáis la última vez que alguien os hizo cosquillas de verdad y os reísteis a placer? ¿No es un rato genial?

“La maternidad de la A a la Z” es un carnaval de blogs iniciado por Trimadre a los Treinta que consiste en que cada madre participante describa un sentimiento al que ha descubierto un nuevo sentido con la maternidad, o una faceta de su personalidad que desconocía antes de ser madre. El objetivo es crear en red, colaborando unas con otras, un “Diccionario de madres” con el que reírnos, emocionarnos y conocernos un poco más.
Síguelo en Twitter #AZdelamaternidad.
Si estás interesada en participar, tienes toda la información a tu disposición aquí.

25 comentarios en «… de las cosquillas (maternidad de la A a la Z)»

  1. Ay…. en casa somos de «cosquillitas», de caricias. No conozco un método de relajación mejor que ese (PRO), aunque provoca adicción y uno siempre quiere más y más y más tiempo… (CONTRA).
    Un beso!

  2. Tengo otro contra: que de tanta risa cosquillil se originen escapes y fugas de pis… 😉
    ¡Pero aún así claro que valen la pena, para escuchar esa risa pura, como bien has dicho, y no las risitas fingidas de conveniencia que tanto se oyen entre adultos! En casa somos unos «sobones» auténticos: que si cosquillas, que si masajitos, que si besos y abrazos, que si aplastamientos… cualquier forma de contacto físico les vale, con tal de estar cerca de mamá y papá 🙂
    Palabra imprescindible en este diccionario ¡me encanta! Un beso 😀

    1. Ay, es verdad, los escapes, jajaja…
      Es que el contacto físico es muy importante. No solo de «tequieros» vive una familia y cuantos más besos y abrazos y cosquillas, mejor 😉
      Besotes.

  3. jajajajajajaja, me suena la situación: turnos de risas que acaban en «ahora yo, el ha tenido más cosquis y más rato». Es un moment tan chulo que al mediano, que no tiene cosquillas, le encanta fingirlo y suelta unas carcajadas a destiempo estupendas
    Pero la verdad es que no hay nada mejor que ese relax y esas risas
    besos

    1. Más de una vez he pensado en cronometrar los ratos de cosquillas para evitar esas discusiones… pero entonces le quitaría la gracia 😀
      Ya me imagino a tu mediano, yo me parto viéndoles desternillarse de risa incluso antes de tocarles 😀
      Besotes.

  4. Que bueno Arusca…aprovéchate que eso es lo mas, yo me tiraba al suelo con mis hijos y rodábamos haciéndonos cosquillas y como dice María Isabel asta se escapaba alguna vez un pis, que FELICIDAD! ahora no se deja hacer cosquillas, pero cada vez que paso por su lado lo abrazo como si no hubiera un mañana.

    Besos

    1. Supongo que cada edad tiene su cosa… yo pienso aprovecharme y seguir haciéndoles cosquillas y dándoles besos y abrazos hasta que se dejen… y aun así, ya veremos quien puede más, si ellos o la pesada de su madre, jejeje 😉
      Besotes.

  5. Jajajaja, nunca es mal momento para hacer cosquillas, ni para reír, ni para pasárselo bien… y más aún cuando hay niños por medio. A mis hijos les encanta también y a la mínimo allá que van mis dedos a buscárselas.
    Genial.
    Besitos

    1. Es cierto, nunca es mal momento para echarse unas risas en familia. Los niños lo saben y nosotros, como adultos, deberíamos hacerles más caso en este sentido. Tus dedos hacen muy requetebién 😉
      Besotes.

  6. Ay Arusca… me contagiaste la risa… todas las noches le hago cosquillas a Muriel y ella a su papá y nos morimos de risa en la cama!!! Es el mejor momento del día… cuando estamos los tres y disfrutamos de ese rato juntos!!!

    Un besote grande che!!! Y a las cosquillas!!!

    1. Ya sabía yo que Muriel era muy afortunada. Qué bien que hayais metido a las cosquillas en vuestro día a día. Además, seguro que así Muriel se queda relajadita y duerme mucho mejor 🙂
      Pues nada, a seguir disfrutando todos juntos y a reírse todo lo que se pueda 😉
      ¡Un besote enorme, guapa!

    1. Ahí le has dado: «momentos compartidos». No se me ocurre nada mejor en el mundo… y encima siempre acabamos riéndonos nosotras aunque sean los niños quienes reciban las cosquillas 😉
      Besotes.

    1. Parece que a los mayores nos cuesta lanzarnos a cosquillear, ¿verdad? Menos mal que siempre andan nuestros hijos por ahí recordándonos lo bueno de las cosquillas… y su risa, ay, ¡su risa es lo mejor del mundo! 🙂
      Besotes.

  7. Las cosquillas son sanas, son sinónimo de risa, risa es sinónimo de vida. Y vida son ellos. Nuestros hijos.

    Y nooooooo, los gritos de risa no cuentan para el rinoceronte naranja! Jajajajajaja

    Me parece una terapia sanísima en un mal día de trabajo. En un día de tristeza. Sólo encuentro cosas positivas.

    ¡¡Un besote!!

    1. Me he tenido que pensar bastante los contras porque a mí también se me venían a la cabeza sólo cosas positivas ;).
      Es el antídoto perfecto para mejorar un mal día. Menos mal que los gritos de las cosquis no cuentan para el rino naranja, si no, ya te digo yo que sería imposible llevar a cabo el reto 😉
      ¡Besotes!

  8. me encanta el momento cosquillas!! es cierto que por ahora, tengo dos manos para un solo niño, así que lo tengo más fácil….
    Adoro ver esa sonrisa de oreja a oreja, los ojos iluminados y escuchar esa carcajda contagiosa…. no hay un solo día en que no le haga cosquillas, nos lo pasamos genial….

    Besos!

    1. ¡Ni un solo día sin cosquillas! Deberíamos apuntarlo en el frigorífico y llevarlo a cabo todo el mundo. ¡Los niños seguro que se apuntan y lo cumplen a rajatabla! 😉
      Besotes.

  9. Es un PRO descaradamente lo de las cosquillas!! Hacerlas, digo, porque yo no las puedo soportar, me pongo hipernerviosa!! 😛 Pero hacerle cosquillas a Pichu o Rubiazo es uno de los mayores placeres de la vida, sólo por escuchar sus carcajadas a buen volumen, ver sus caritas rojas de tanto reír y su mirada de «para pero sigue».
    Me ha encantado tu AZ!!
    Muak!

    1. La mirada del «para pero sigue» es lo mejor. A mí el Mayor me dice «mamá, para» y yo paro, entonces me dice «vale, ya no pares, ¡sigue!» y yo me parto de risa con él.
      Yo tampoco las llevo bien, en seguida me quedo sin poder respirar…
      Besotes.

    1. Si ya lo venía yo diciendo… las cosquillas son el remedio perfecto para arreglar un mal día o ponerse de buen humor. Y, aunque las risas son contagiosas, molan un montón :D.
      Besotes.

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

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