… de los consejos gratuitos al volante

Lerda al volante

Como sabéis, tenía amaxofobia (miedo a conducir). Lo digo en pasado porque, a fecha de hoy, miedo no tengo, ya no hay sudores fríos, revolución en el estómago o temblores mezclados con cierta parálisis. Hoy lo que tengo es falta de práctica.

Para acabar con ella, intento coger el coche todo lo que puedo, sobre todo, dentro de mi municipio porque he salido pocas veces a la autovía. ¿Qué queréis que os diga? Aún me asusta un poco ir tan deprisa y, sobre todo, las incorporaciones. Pero sé que a fuerza de hacerlo, iré cogiendo confianza.

El caso es que muchas veces no voy sola conduciendo. Voy con alguien en el asiento del conductor. Y, aunque cada vez me pasa menos (especialmente con el Tripadre), he tenido (tengo) que oír muchos consejos y algunos de ellos me molestan un poco. Como he vuelto a conducir, estoy como recién salida de la autoescuela, lo que parece ser igual a ser algo lerda.

Voy con los ejemplos para que me entendáis mejor. Ejemplo 1: como aún le tengo respeto al embrague (aunque ya casi no se me cala el coche, un hurra por mí), tardo en mover el coche una vez arrancado el motor. Así que prefiero pegarme a la puerta del garaje para que no le dé por cerrarse cuando consigo empezar a mover el coche. Bueno, pues ahí está el “¡¡¡que te das!!!” que me asusta casi más que si me hubiera llegado a dar. Cosa que, por cierto, aún no ha pasado.

Ejemplo 2: cuando aparco en casa, hay una pared enfrente. Como aún no calculo muy bien el morro del coche, tomé la referencia de un bordillo que tenía a la altura del hombro. Así que cuando aparco en el garaje, una vez cuadrado el coche en la plaza, miro a mi izquierda hasta que mi hombro está a la altura del bordillo. Una vez más, se oye el “¡¡¡para ya, que te das!!!” o, en el caso de mi padre, el “¡¡¡soooooooo!!!”, sí, habéis leído bien. Por cierto, tampoco me he dado nunca contra esa pared.

Ejemplo 3: como aún estoy cogiendo confianza con el coche, empecé yendo muy lenta. No pasaba de segunda. A lo largo de estos meses, he ganado velocidad y llego hasta tercera :). Creo que mi récord está en 40 km/h en ciudad. No necesito más. Aún así hay quien me llama “lentita al volante”.

Ejemplo 4: la mayoría de los que sientan a mi lado en el coche, son asiduos conductores. Lo de ir de copiloto lo han hecho poco. Pues siempre me están diciendo que me pego demasiado a la derecha. Puede que sea verdad, al fin y al cabo, mi referencia está al lado derecho del coche, lo de ir al volante es nuevo para mí. Pero no puedo evitar preguntarme si efectivamente me pego mucho o si es que ellos también se guían por la referencia de ir siempre conduciendo (lado izquierdo) y por eso se les hace que voy demasiado a la derecha. Aclaro también que, hasta hoy, no me he llevado ningún espejo de los coches de mi derecha.

Ejemplo 5: al igual que me falta práctica al conducir, también me falta práctica al aparcar. Intento guiarme por las indicaciones que me dio mi profesor de autoescuela y, la mayoría de las veces, funciona y aparco sin problema. Pero a veces, especialmente si tengo mucho hueco, me falla la referencia y me cuesta más aparcar. Si voy sola, intento visualizar cómo está el coche y la maniobra que tengo que hacer para aparcarlo. Me lleva un rato, pero lo suelo conseguir a base de maniobras y de la prueba y error. Si voy con alguien, empieza a darme indicaciones sin explicación (“gira todo el volante a la derecha… ahora a la izquierda… ¡no tanto!… gira mientras mueves el coche… no hace falta que lo pares… ahora hacia delante…”). A parte de ponerme nerviosa, no sé lo que estoy haciendo. Sigo las instrucciones y aparco, pero cuando salgo del coche no he aprendido cómo lo he hecho.

CONTRAS:

  1. Como he dicho, estos consejos gratuitos no me aportan nada.

  2. Muchas veces, lo único que consiguen es ponerme nerviosa y, algunas veces, hacerme sentir estúpida e inútil.

PROS:

  1. Obviamente, no todos los consejos son molestos. Algunos me ayudan mucho a la hora de conducir. Pero esta entrada trata de los consejos que no me gustan nada.

Estos consejos gratuitos los oigo bastante a menudo. En muchos aspectos, no sólo al conducir. Otro día os hablo de los otros, que tampoco tienen desperdicio.

Por el momento, sigo practicando con el coche, ahora que creo haber superado mis miedos. Mi próximo objetivo es salir a la autovía. Y, como mi sentido de la orientación deja mucho que desear, creo que por mi cumpleaños voy a pedirme un aparatejo de esos para no perderme. Que hable, eso sí, que aún no estoy preparada para quitar la vista de la carretera. Quizás estas Navidades pueda ir yo sola a por los regalos de Reyes, para delicia y gozo del Tripadre. Os seguiré contando ;).

14 comentarios en «… de los consejos gratuitos al volante»

  1. Jeje! Mucho ánimo, que conducir es sobre todo práctica. Yo llevo un porrón de años conduciendo, creo que casi 10, y la verdad es que me gusta y creo que no lo hago nada mal. Pero aun así también he tenido que oír más de un consejo, sobre todo a la hora de aparcar. Pero yo soy de las cabezonas que no se van de una plaza de aparcamiento por tener a alguien detrás presionando, o publico en la acera, tarde lo que tarde por mir narices que aparco!!

    Feliz semana!!

    1. Pues eso está muy bien, que no puedan contigo. Yo, de momento, si no veo claro lo del aparcamiento, sigo de largo y me busco otro más fácil para mí…
      ¡Besotes!

  2. Jajaja… me siento muy identificada. Aunque hoy estoy hecha toda una fitipaldi (jijijij-risafloja-), yo también tuve amaxofobia (palabro que acabo de descubrir gracias a ti!). Me saqué el carnet con 18 años y ahí se quedó, adornando mi cartera, de lustro en lustro… Jajaja. Sólo lo saqué para renovarlo.
    Pero llegó el momento en que había que llevar a laMayor al cole, y el nuestro, no está precisamente al lado de casa… así que tenía que arremangarme…
    Me apunté de nuevo a la autoescuela. Como lo lees. Me dieron ocho clases de «reciclado», y oye… poquito a poquito… y a mi trantrán, fui quitándole el miedo. No hagas caso a nadie. Ve todo lo despacio que necesites. Ya verás como cuando lo básico, se convierta en «mecánico» empiezas a disfrutar y a relajarte.

    Un abrazooo campeona!!!

    1. Mi carnet también estaba criando polvo y también lo he tenido que desempolvar por mis Trastos, si no fuera por ellos, seguro que seguía en el cajón, jejeje…
      Aunque aún voy pendiente del coche, es cierto que hay cosas que ya las hago de forma más mecánica, así que yo sigo poco a poco, ¡no tengo intención de dejarlo esta vez! 😀
      ¡Besotes!

  3. Jajajajaja, te entiendo… pero el mundo de la conducción es un mundo aparte del que vivimos! 😉 Estoy segura que el día que vayas de copilota con tu hijo harás lo mismo. No me digas cómo o por qué lo hacemos. 😉 Yo estuve en tu situación y ahora supongo que en el lado contrario.
    Conduzco mucho por trabajo y aunque en otras situaciones, aún en situación de experiencia sé callarme. Cuando voy de copilota no… no sé si es por defensa de tu propia seguridad o qué, pero probablemente sea insoportable también.
    No lo tomes a mal, coge posición y devuelve la jugada! Jajajaja
    Feliz semana!♥

    1. Pues no había pensado que los comentarios podrían ser un mecanismo de defensa, jajajaja… Cuando empiecen mis Trastos a conducir no sé cómo me comportaré porque ahora les encanta cuando acelera el Tripadre… Miedo me dan, jijiji (risa nerviosa) 😉
      ¡Besotes!

  4. Te voy a contar lo que me pasó a mí a los 3 meses de sacarme el carnet. Sin ningún tipo de percance en ese tiempo, debo añadir.
    Situación: campo de mi hermana. En el coche: mi pareja de copiloto (sin carnet), mi padre (con carnet) y mi madre (sin carnet) en los asientos traseros. De espectadores: mi hermana y mi cuñado (ambos con carnet) y mis sobrinos pequeños. Ah, y el perro de mi hermana.
    Salimos, de culo, por la puerta automática, no de las correderas sin de las que se abren de par en par, con temporizador. Voy despacito porque la visibilidad es nula hasta que casi estás con el culo en la carretera (bastante transitada). Voy enderezando, fijandome en las puertas de ambos lados, para no chocar, mientras un coro (todos excepto mi madre) me va diciendo: derecha, izquierda, endereza, que se cierra la puerta. Resultado: el coche se cala porque me ponen nerviosa, se para a mitad salir, justo cuando las puertas nos dejan encajados. Del envión que pegó el coche hacia atrás, se me quedó el parachoques colgando.
    Desde entonces, al primero que se le ocurre intentar darme indicaciones se lleva un grito.

    1. Ay, pobre… Debió de ser bastante estresante… Así no me extraña que le grites a quien te dé indicaciones, yo también lo haría… Si es que a veces es mejor que nos dejen a nuestro aire porque no todo el mundo hacemos las cosas de la misma manera…
      Gracias por contar esa anécdota. ¡Besotes!

  5. Hola Arusca, me saque el carnet hace 26 años tengo 54, a los 3 meses tuve un accidente por culpa de otros, me dieron (siniestro total) tuve síndrome, era comercial en aquella época y me pasaba las noches enteras sentada en la cama pensando que si o si tenia que coger el coche cada día. fue horrible.
    Ya te dije que mi hijos están creciditos y que de tres ya solo queda en casa uno, a estas alturas se hacen muchos cabalas sobre lo vivido, tengo ya una edad.
    Ahora estoy en condiciones de decir (y lo digo muy seria) pero con mucho cariño, que ahora se cual es el coche mas difícil de conducir.
    No tiene chapa ni piezas de reposición y ninguna autoescuela da clases (NUESTROS HIJOS)
    Si no dejas a nadie que dirija la educación que les das…y estoy firmemente convencida que lo estas haciendo genial. no dejes que te subestimen con el coche.
    Tres hijos son tres vidas con un disco duro listo para meter programas, y tres programas diferentes, porque los hijos como los dedos de la mano tienen personalidades propias.
    Y me haces un favor!!! con dos ….. que se queden los que no confíen en ti en casa, y tu… a tu ritmo, que si el coche se raya para eso esta el chapista, , que ( cuando menos te lo esperes te conviertes en una fitipaldi y te montas una autoescula chiquilla.
    No existe nada nada que una mujer se proponga que no lo consiga,

    Suerte que el coche da mucha libertad e independencia, si mi coche hablara. (suspiro)

    Besos

    1. Uffff, Faly, te leía y te iba imaginando… En tu lugar, no sé si yo hubiera podido volver a coger el coche…
      Lo de que nuestros hijos son el coche más difícil de conducir, ya me estoy dando cuenta… ¡Y eso que aún son pequeñitos! El Tripadre y yo intentamos que nadie se entrometa en la educación que les damos, lo que es algo difícil a veces con los abuelos… Pero, en fin, ahí vamos poco a poco 🙂
      Muchas gracias por tus palabras. Ya me estoy aprendiendo eso de la libertad al conducir, jejeje
      ¡Besotes!

  6. Yo soy amaxofóbica perdida, y confieso que soy de las que hacen comentarios, o más bien el comentario: «no corras tanto», «¿no vas muy deprisa?», «esa señal ponía máximo 80». Y me pongo muy pesada (y me dicen aquello de «como se nota que no conduces», o «los que no conducen que se abstengan de opinar»), pero es que luego vienen las multas por exceso de velocidad (la última, hará dos semanas 🙁 ), y esas no puedo abstenerme de pagarlas!!!

    1. Cuando voy de copiloto sólo me meto con la velocidad y sólo si veo que se pasa en exceso… Aunque, de momento, multas no llegan a casa… ¡Cruzaremos los dedos!
      Lo de «se nota que no conduces» también he tenido que oírlo yo… Pero ya no más 😀
      ¡Besotes!

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

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