
El 7 no se refiere a los años, sino al número que viste Cristiano Ronaldo. Y, para preservar la intimidad del Mayor, he borrado su nombre (confío en que lo comprendáis).
Hace poco fue el cumple del Mayor, 6 añazos cumplió el señor, así, sin pedirle permiso a nadie. Y, como siempre, la tarta de cumpleaños se la hace la menda. Hace unos años descubrí el fondant y ante mí se abrió un nuevo mundo de posibilidades. Esta masa de azúcar os podrá gustar más o menos y podréis considerarla más o menos empalagosa. Lo que no me podéis negar es que resulta ideal para darle forma a las tartas, quedando así más vistosas.
Cuando cumplió 4 años, quiso a Rayo MacQueen. Y se lo hice. Fue mi primera tarta con fondant y, no es por echarme flores, pero me quedó bastante resultona y mi hijo alucinó en colores. Los 5 años los estrenó con una tarta de El Rey y también fue todo un éxito. Así que este año me esperaba otro coche, en concreto a Chick. Yo quería hacer otra cosa, así que le pregunté si no le gustaría una tarta como la de su hermano. Me contestó con un tajante no. No le insistí más en vista de que lo tenía muy claro.
Sin embargo, un rato después me preguntó si yo podía hacer una tarta con la cara de Cristiano Ronaldo. No soy tan buena (os recuerdo que no soy pastelera ni repostera). Pero no se dio por vencido y me preguntó si entonces podría ser una tarta de la camiseta del Real Madrid. ¡Eso es otra cosa! ¡Ésa sí! Y encima la camiseta es blanca, lo que significa que no necesitaba fondant de colores. Me lié la manta a la cabeza y así la hice.
Primero horneé dos bizcochos rectangulares, que serían el cuerpo de la camiseta. Recortados los bordes una vez fríos, los rellené y cubrí de nata montada con sabor a frambuesa. Después me dispuse a hacer las mangas. Para ello usé un truco que me vino muy bien cuando le hice la tarta del barco pirata al Mediano el año pasado por su cumpleaños. En un cuenco grande, desmigué todos los recortes que me habían sobrado del bizcocho y lo mezcle con queso de untar (el light del Mercadona, que aún me sobra un kilo y medio ;)). Luego sólo hay que darle la forma que se quiera (en mi caso, las mangas de la camiseta). ¿Que he dicho queso y aborrecéis el queso? No os preocupéis, os puedo asegurar que no se nota. Y estoy tan segura porque el Tripadre y mi suegro odian el queso en los postres y se lo di a probar sin decir ni mu y ni se enteraron (sólo cuando hubieron tragado el último bocado les confesé el secreto del bizcocho tan rico que acababan de zamparse ;)).
Como no soy experta en tartas de fondant, fui por el camino fácil. Una vez untadas con la nata los exteriores del cuerpo y mangas de la camiseta, los forré con fondant por separado. Y luego los detalles. Las líneas rojas (al menos intenté que fueran rojas) son chocolate blanco derretido y mezclado con colorante rojo. Las líneas negras son chocolate negro derretido. Para ello, metí en bolsas de congelar con cierre zip tres o cuatro cuadraditos del chocolate que necesitaba y después corté un poquito la punta de la bolsa. Y ¡a escribir y dibujar!
El escudo me trajo de cabeza, pero tenía guardados unos rotuladores de tinta apta para comer (en fondant, galletas, etc.). De no haberlos tenido, hubiera impreso el escudo en color y lo hubiera puesto encima del fondant. Por supuesto, lo hubiera retirado antes de comernos la tarta, que el papel no se come ;).
CONTRAS:
-
Para hacer este tipo de tartas, me gusta organizarme por días. Empiezo contando hacia atrás: el día del cumple monto la tarta, el día anterior horneo los bizcochos (así les doy tiempo a reposar y enfriarse porque de esta manera es más fácil cortarlos para darles forma)… así que tengo que tener todos los necesarios comprados de antes. Es una semana agotadora.
-
Con el Peque en casa reclamando mi atención a cada momento, es complicado poder concentrarme.
-
Siempre hay algo que me lleva de cabeza, esta vez fue el escudo. Siempre intento pensar la opción más simple para no perder demasiado tiempo con el resto de la tarta.
-
Son días en los que no paro de fregar cacharros.
-
Para forrar toda la tarta necesité un kilo de fondant. No os imagináis lo que costó amasarlo. Vaya dolor de brazos, no hace falta ni ir al gimnasio.
PROS:
-
He de reconocer que disfruto como una niña pequeña montando la tarta.
-
La tarta es única y personal. Eso sí, siempre a gusto del cumpleañero. Es una forma de no caer en la típica tarta comprada o encargada a una pastelería.
-
Es un trabajo, no puedo negarlo, pero la cara y la ilusión con que espera su tarta hace que todo valga la pena.
A parte de esto, sólo me queda deciros que la tarta estaba riquísima, que el Mayor alucinó y a sus tíos futboleros les encantó tanto que a punto estuvieron de pedirme una igual para sus respectivos cumpleaños. ¡Así da gusto meterse en la cocina!
Vaya artista! El escudo te ha quedado la mar de bien. El rojo-rosa del tinte es típico, en casa nos pasa lo mismo con el Christmas Cake que hacemos por navidad.
Seguro que al Mayor le encantó!
Jajaja… muchas gracias :). Mira que se me da mal dibujar, pero que creo que me quedó bastante apañado ;).
El Mayor alucinó, estaba súper contento. Y los tíos también, no pueden negarlo…
Me quedo esperando un post con ese Christmas Cake 😉
Besotes.
¡Menuda artista! Lo que más, lo que más mérito tiene para mi es la planificación que te haces….soy incapaz y termino haciéndola entre la noche anterior y la mañana del susodicho día, así que no sé quien termina más cansada 😛
La próxima vez quiero ver la mollita que te sale después de amasar el kilo de fondant (mi heroína 😉 ) y por supuesto la nueva ocurrencia del Trasto
Ufff… es que si, no me planifico, no llego a tiempo. Ahora, el resto de la casa lo dejo de lado. Tendrías que verme ordenando 10 minutos antes de que llegue todo el mundo, jajajaja… ahí sí que soy un desastre…
Si me dedicara a esto de manera profesional seguro que tenía más brazo que Nadal 😉
El próximo cumple de los Trastos es el del Mediano, después del verano… veremos a ver qué pide…
¡Besotes!
Eleeee ahí ese madridista! Felicidades! Qué fenómena: la rana , la camiseta… Pues para no ser repostera pareces bordadora! 😉
Feliz semana!♥
Jajaja… pues que sepas que antes hacía punto de cruz 😉
¡Feliz semana, preciosa!
¡¡Besotes!!
Si hasta pusiste el logo de Adidas! Qué tía! Te ha quedado chulísima, lo contento que debió quedar tu Mayor!
El año pasado fuimos al cumple de un niño futbolero, y su abuelo le preparó una tarta de esas rectangulares de galleta, chocolate y crema pastelera, y la decoró como si fuese un campo de fútbol. Luego imprimió fotos de los jugadores de su equipo (el Depor) pero con la cara del cumpleañero, los recortó y los clavó con palillos sobre el césped. Seguro que tuvo mucho menos trabajo que tú!
Un beso 🙂
Me salió un poco torcido, pero ahí está el logo, no le falta nada a la camiseta, jajaja…
Me voy a apuntar la tarta de galletas que dices, al leerte me ha recordado a una que hacía una tía mía y… ¡se me hace la boca agua!
Si es que no todas las tartas tienen que ser de fondant ;-). Ahora, lo de buscar a los jugadores y ponerles la cara del cumpleañero me parece algo trabajoso, jejeje…
¡Besotes, guapa!
No sabes cuanta envidia me da ver esas cosas, yo que soy un cero a la izquierda en cocina. Seguro que el mayor estaría flipando.
Un beso!!!
Pues todo es ponerse y echarle ganas. Mi idilio con este tipo de tartas tiene apenas un par de años… El Mayor sigue flipando. Hasta lo contó en el cole y algunos niños que fueron luego a su cumple pensaron que iba a sacar la tarta de la camiseta para soplar las velas, jajaja…
¡Besotes!
Que maquina, tienes que ser la madre chachi del colegio a que si??
Y menuda pinta, yo me tengo que poner a aprender hacer esas cosas así con la excusa de que es pequeño me la puedo comer yo casi toda jijijiji.
Un besazo!!
Pues la verdad es que no, no soy la madre chachi del cole, pero mis Trastos dicen que molo bastante, jajajaja… Aunque el Tripadre sí que es el padre guay del cole porque es el único que va a los cumples y juega con los amiguitos del Mayor 🙂
Si eres como yo, te la comerías entera 😛
¡Besotes!