Sí, ya lo sé, el horario de verano entró en vigor hace tiempo. No es que me acabe de dar cuenta hoy (cosa, por otro lado, de la que sé que soy perfectamente capaz). Lo que pasa es que ya vamos para mediados de junio, a pesar de que tengo la sensación de haber guardado el árbol de Navidad antes de ayer. Y supongo que todo el mundo sabe lo que significa junio: vacaciones escolares.
Dentro de poco se acabarán los horarios y mis Trastos y yo estaremos 24 horas juntos. Vacaciones a parte, es cuando más les quiero y más me sacan de quicio a partes iguales. Como yo no trabajo fuera de casa, tengo el privilegio de pasar todo el verano con ellos. Y lo estoy deseando, no puedo negarlo.
Sé que los primeros días se harán largos y pesados, al fin y al cabo, hay que coger nuevas rutinas (espero que levantarse tarde sea una de ellas) o, lo que es lo mismo, olvidarse de los horarios apretados que hay que seguir a lo largo del curso (acostarse pronto, levantarse temprano, bañarse a tal hora, cenar a esta otra…). Para los Trastos llega el momento de jugar y, para mamá (o sea, yo misma), es el tiempo de estrujarse más la cabeza para mantenerles entretenidos. Y esto es toda una empresa, pues ya se sabe que su capacidad de atención y pegar el culo a la silla es más bien escasa a sus tiernas edades. Y eso sin contar con el Peque, que está empezando a andar y sólo quiere explorar en el suelo a sus anchas.
Y soy realista. También es el tiempo de salir sola con los tres, poniéndome el mundo por montera y dejando en casa la vergüenza. Es el tiempo en el que las tareas del hogar (llamadlas como mejor os plazca) se alargan. Lo que ahora tardo en hacer dos horas dentro de un mes voy a tardar tres días. Y todo esto amenizado por un continuo ir y venir de “¡mamáaaaaaaaaa!”.
¿Y por qué os cuento todo esto? Pues porque, como ya habréis adivinado, voy a tener menos tiempo para mis cosas. Entiendo por “mis cosas” este blog. De hecho, ya me ha pasado este fin de semana, que publiqué la última entrada de la semana pasada el jueves y la siguiente este lunes a la hora de comer (por poco no llego). Ya me encantaría a mí seguir publicando de lunes a sábado, pero creo que me va a ser completamente imposible con los Trastos pululando a mi alrededor todo el día. Así que, para que nadie se lleve a engaño, mejor las cosas claras.
Mi intención es reducir las entradas semanales a la mitad, es decir, tres a la semana (lunes, miércoles y viernes a ser posible), con suerte cuatro. Intentaré siempre publicarlas por la mañana. Cuando me vaya de vacaciones (que nos iremos :D), dejaré programadas las entradas correspondientes. De esta manera, espero poder responder a vuestros comentarios, que me encantan y me animan a seguir escribiendo lo que no os imagináis, y también leer y comentar otros blogs a los que sigo.
CONTRAS:
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Cuando empecé el blog no sabía la frecuencia a la que iba a publicar pero, cuando quise darme cuenta, iba a entrada por día (salvo los domingo, que hay que descansar también de escribir, jeje…). Supongo que habrá gente que me sigue por esto o, al menos, es una de las razones. Espero que sepáis entenderlo.
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Espero poder publicar tres entradas semanales porque no tengo ni idea de cómo va a ser el verano. De todas formas, si hubiera cambio en la programación, os avisaría, tal como estoy haciendo ahora.
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Con los Trastos todo el día por casa espero que no haya accidentes con el ordenador, como ya os conté aquí y aquí. Ya os aviso que soy negada para escribir desde el móvil.
PROS:
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Si no queréis estar pendiente de si publico o no entrada, siempre podéis suscribiros :D.
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Reduciendo el ritmo de publicaciones semanales y dejando algunas programadas para cuando esté de vacaciones espero seguir contando con todos vosotros este verano.
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Supongo que, al igual que yo, vosotros también tendréis menos tiempo libre si tenéis niños pequeños. Así que de esta manera tampoco os saturo a entradas.
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Después del verano, con el inicio del colegio, espero volver al ritmo habitual al que os tengo acostumbrados. La idea es que esto sea temporal.
Sé que las vacaciones de verano no las dan hasta finales de junio, pero yo voy a empezar ya con mi horario de verano. Mi intención es escribir entradas, cuantas más mejor, para irlas publicando poco a poco y tener siempre alguna guardada en el cajón por si la semana se pone complicada (que habiendo niños de por medio, nunca se sabe) y no me da tiempo a escribir ninguna. Espero que sigáis ahí porque yo sí estaré. Y después del verano pienso pasar lista, que conste ;).
3 a la semana está genial, no te preocupes que en el verano las visitas también decrecen para nuestra desgracia.
Es época de descansar y yo misma creo que reduciré las entradas.
No tengo hijos y me resulta dificil publicar todos los días por lo que no me quiero imaginar tu. Ahora doy gracias si llego a seis a la semana.
Un beszo y quiero verte levantarte más tarde de lo que acostumbras el resto del año sino me enfadaré.
No hace falta que diga que pasa con una preñada puteada verdad??? pues eso
He dicho.
No pienso hacerte enfadar, Anita, pero lo de levantarse más tarde creo que vas a tener que decírselo a los Trastos. Yo quiero, pero ¡no me dejan! Joooo 🙂
¡Besotes, guapa!
Seguiremos por aquí, no te preocupes. Yo creo que también reduciré el ritmo. Disfruta mucho del verano con tus hijos. Yo sólo pude hacerlo con la baja con mi segunda que me pilló en verano.
Un beso
Ellos tienen ya ganas de empezar las vacaciones, pero yo estoy deseando dejar atrás tantos horarios y relajarme un poco. De momento, ya estoy buscando actividades que hacer con ellos para que no se aburran y yo no me tenga que tirar de los pelos ;).
Me alegra poder seguir contando con tod@s vosotr@s 🙂
Besotes.
No te agobies amiga! Hay que disfrutar tú que puedes! Además, siempre puedes poner una fotico y una frase con un pro y un contra 😉
Oye, pues eso no se me había ocurrido… ¡Creo que acabas de darme una idea! 🙂
¡Besotes!
¿Tres a la semana? Ja, ja, si son normalmente las que hago yo…si las reduzco a la mitad tendría que publicar una entera y el título de otra… 😀 No hace falta que te diga que tus fieles seguidoras estaremos aquí, al pie del cañón 🙂
Por cierto, si consigues que tus niños se levanten más tarde en vacaciones avísame, a los míos toooodo este curso ha habido que sacarlos ( a las 08:00) con grúa de la cama, y los fines de semana ya estaban despiertos a las 07:30!!!
Un besazo 😀
Qué alegría saber que seguiréis estando por aquí 🙂
Si consigo que se levanten tarde, prometo contarlo, pero no sé por qué, me da que nos vamos a quedar con las ganas las dos, jajaja… A los míos este curso les ha pasado igual que a los tuyos… ¡Cruzaremos los dedos en verano!
Besotes.
Mi niña, como te envidio! echo de menos la infancia de mis hijos, el suelo de casa lleno de juguetes y yo como una colilla todo el día recogiendo, los tirones de falda que te desestabilizan y te sacan asta el tirante del hombro, los churretes en sus caras, y saber que soy una gallina con sus pollitos toooodo el día, mama, mama, que te van a desgastar asta el rango de madre ! ¿porque tienen que crecer tan deprisa? Y hoy solo me queda un adolescente en casa, y cambiaría mi verano por el tuyo (vívelo) y vívelo mucho que crecen.
Prometo echarte de menos.
Un abrazo.
Cuando sean mayores seguro que yo también echo muchas cosas de menos… pero creo que los juguetes por el suelo no será una de ellas, jejeje…
Es cierto que crecen muy deprisa, por eso intento pasar el mayor tiempo posible con ellos y disfrutarlo al máximo. En el fondo yo soy tan niña como ellos 😀
No me eches mucho de menos porque seguiré por aquí, aunque no con la misma asiduidad 😉
¡Besotes!