He de confesar que me gustan las manualidades. Si sirven para decorar, estupendo. Si es barato, todavía mejor (recordad la entrada sobre pintar piñas). También he de confesar que, aunque me gusta hacer los purés y papillas para el Peque yo misma, muy de vez en cuando hecho mano de los potitos comprados. Se toma el potito y después me quedo con un bote de cristal que, por lo general, acabo tirando.
He pensado en aprovecharlo haciendo papillas de frutas y luego guardarlas como si fueran conservas, pero no sé si así sabrían igual. Así que no había encontrado ninguna utilidad para esos botes… hasta ahora.
¿Y qué es lo que ha pasado? Pues que el otro día llegó el Mediano con unas pocas margaritas cogidas para mí. No os cuento la ilusión que me hizo porque necesitaría otra entrada entera, pero supongo que os hacéis una idea ;-). El caso es que no sabía dónde ponerlas porque un jarrón normal era demasiado grande, así que pensé en un vaso, pero los que tenemos en casa eran demasiado anchos. Y buscando encontré uno de esos botes de cristal de los potitos. Lo llené con agua y ahí puse las margaritas. Y el Mediano feliz de verlas cada día, es más, ha ido trayendo más para sumarlas al ramito.
Y aunque el bote no tenía ya la pegatina, quedaba un poco soso. Y llevaba días pensando en cómo decorarlo y el domingo, por fin, se me ocurrió una idea. Utilicé lo que tenía en casa, a saber: una pistola de silicona para manualidades (comprada en los chinos), cuerda fina, hilo grueso azul (pero no el de coser), un palillo (para apretar el hilo y la cuerda en la silicona) y el bote de cristal de los potitos. Como veis, ninguno de los materiales son caros. Supongo que con el washi tape se podría haber hecho algo más mono, pero a mí aún no me ha dado por él (falta de tiempo, desconocimiento…).
A mí me costó dos intentos hacer el de la foto porque al principio empecé a hacer líneas con la silicona de arriba a abajo del bote y, cuando quise poner la cuerda, ya estaba seca. Vaya fiasco, menos mal que se retira bien del cristal. Pero volví a intentarlo. La segunda decidí poner un pegote de silicona en un sitio, poner la cuerda y darle vueltas al bote con ella. Cuando tenía cubierto el pegote, daba dos o tres vueltas más con la cuerda y entonces ponía otro pegote y vuelta a empezar. Y así hasta el final del bote o hasta que os parezca bien.
También tenía un hilo azul que me quedaba de otra manualidad (que ya os contaré otro día ;-)) y me pareció bien para darle un toque de color. Así que separé un poco la cuerda por dos sitios y justo ahí puse el hilo dando sólo dos vueltas. Como me sobraba un poco del hilo, repetí la operación en el cuello del bote.
Y así es como conseguí hacer un florero resultón para las flores del Mediano. Es original y único. Y el florero también 😉 ¿Qué os parece cómo me quedó?
CONTRAS:
-
Cuidado con la silicona, que se seca enseguida. Como ya os he dicho, en el primer intento, empecé a poner líneas de silicona de arriba a abajo del bote y, cuando quise poner la cuerda, ya estaba seca.
-
Cuidado también con dónde ponéis la pistola mientras dais vueltas a la cuerda, yo me he llenado la mano de silicona en varias ocasiones.
-
Hay que poner todos los pegotes en la misma línea horizontal. Esa parte pasará a ser la trasera del florero, la que no se enseña, porque queda fea. Si los ponéis sin ton ni son, los tendréis repartidos por todo el bote y a la vista no está bien.
PROS:
-
Reciclaje a tope. Usando cosas que tenía por casa. Seguro que en vuestra casa también encontráis cosas a las que darles salida y emplearlas para hacer estos floreros.
-
Barato. Porque ni siquiera el potito cuesta más de 2 €.
-
Yo usé cuerda e hilo, pero se pueden usar otros materiales (como lana o telas), otras texturas (más lisas o más arrugadas), otros colores… Podéis hacerlo a vuestro gusto.
-
También se pueden usar botes de distintas formas (más altos, más bajos, más anchos, más estrechos, rectos, más redondos…), según el florero que más os guste, e incluso, por qué no, botes de plástico que resistan la silicona o, si no, se puede utilizar cola o pegamento similar.
-
Quizás al explicarlo me ha quedado un poco lioso, pero os aseguro que se tarda muy poco en hacerlo. Y, a diferencia de las que suelo hacer con los Trastos, esta manualidad apenas mancha.
-
Se puede regalar. Sí, como quien regala galletas. Se me ocurre que, si se lo regaláis a la abuela, dejad que el peque lleve unas flores (no muy grandes, recordad que es un florero y no un jarrón ;-)) y después sacáis el florero. El pack completo ;-).
Bueno, pues no sé si os he animado a hacer floreros, lo que sí tengo claro es que éste no será el último que yo haga porque, a parte de si queda chulo o no, la verdad es que me lo he pasado genial haciéndolo. ¡Y hay infinitas combinaciones!
Mírala ella, que apañada 🙂
¡Imaginación al poder! Y ganas de ponerla en práctica 😉 jejeje…
Besotes.
Así que no estabas atando ningún cadáver… Pues ha quedado la mar de mono el potito!
Jajajaja… Esta vez no 😉
¡Gracias!
Le tengo una manía al olor de la silicona… ¿o esa no huele tanto? El florero te ha quedado chulísimo!!! Confiesa, tú no tienes una caja de manualidades, tú tienes un arcón gigantesco!
Algo sí que huele, pero se mitiga abriendo las ventanas o, directamente, haciéndolo en la terraza o el patio.
Qué más quisiera yo, un arcón para las manualidades jejeje… Es una caja, del Ikea, para más señas 😉
Muchas gracias. ¡Besotes!
Tengo ganas de comprarme una pistola de esas, pero al final nunca lo hago.
Me encanta como te he quedado….eres una artista!!. Yo reconozco que al final siempre acabo poniéndolas en un vaso, pero este florero reciclado me ha parecido una estupenda solución….a lo mejor lo hago.
Y sigue haciendo cositas de estas que me encantan!!
Besos.
La pistola la compré en los chinos, pero creo que la tienen en sitios como Leroy Merlin y por lo visto no son caras. La verdad es que hace un apaño porque estas cosas con pegamento no es igual.
Yo también he usado vasos, pero con el potito se caían menos. Y ahora que está bonito parece que las flores lucen más 😉
Siempre estoy pensando en manualidades de niños, pero de vez en cuando se me ocurren otras para hacer yo. La idea es ir poniendo algunas más en el blog… Pero si te gustan, pásate por la entrada de las piñas que he enlazado, verás qué centro de mesa más chulo 😉
¡Besotes!
Aisssss que apaña! Esta entrada no la había visto! y no me quiero imaginar lo contento que estaría tu hijo viendo las margaritas tan bien tratadas… que su mami les hizo un jarrón!
Una recomendación al respecto de las pistolas de silicona, no compreis pistolas en los chinos en la medida de lo posible, una buena herramienta se compra una sola vez, y al comprarla debéis informaros que no chorree silicona cuando esta en descanso, y cuidado con que no os caiga una gota en la mano, el dolor es peor que el del parto, y luego arrancatelo, Arusca te a quedado muy bonito, pero la silicona se desprende del cristal, esto lo digo por si te metes a hacer algo mas importante en un futuro, ademas la silicona hace grueso…quiere decir que as de poner un hilo finito de unos 5 cm y pegas. El mercado os ofrece barras de silicona, cola en barras y barras de colores para hacer birguerias.
Y os animo a hacer mas cosas, que si vuestros niños os ven ellos se animan y el dia de mañana recordaran con cariño esos dias de manualidades con mama.
Bueno, no sé a quien le gusta más el florero, si a él o a mí. A día de hoy sigue trayendo margaritas, pero ya no sé si son para mí o el florero 😉
La pistola la compré en los chinos porque era lo que tenía más a mano. Pero tengo pendiente comprar una más en condiciones..
Lo del pegote está claro, por eso recomiendo ponerlos todos en la misma línea vertical y dejar ese lado como la parte de atrás. Y sí, se desprende del cristal si haces fuerza, pero si lo dejas, aguanta.
A mí me encantan las manualidades, la mayoría las hago con mis hijos… Ya os contaré la que liamos en Navidad con la brillantina en la cocina, jajajaja…
¡Besotes!