… de jugar con plastilina

Plastilina

El otro día mis Trastos no tuvieron cole, pero el Tripadre sí tenía que irse a trabajar. Así que aquí me quedé yo con los tres y mi faringitis. Inventando maneras de entretenerles. ¿Una película? Os recuerdo que sólo duran sentados escasos 10 minutos. ¿Parque? Hacía mal día. ¿Juegos con los coches? Estupendo hasta que empiezan a pelearse por el mismo (con la cantidad de coches que tienen, pues siempre se les antoja el mismo a los dos…). Así que me fui a por la caja de manualidades sin saber muy bien qué haríamos esta vez. Pero cuando llegué, ahí al lado, solita, vi la caja de la plastilina.

Hacía mucho tiempo que no la sacaba porque el Mayor había cogido la costumbre de mezclar colores (que, bueno, pase) y de intentar metérsela en orificios varios (y eso sí que no). Además, hay que sumarle a todo esto que siempre acababa tirada en el suelo, pisoteada y demás. Bueno, supongo que os hacéis una idea…

Pero muchas veces, algo que no funciona un día, al cabo del tiempo va de maravilla. Y pensando eso, saqué la plastilina. Y crucé los dedos. Y saqué los bártulos. Y mis Trastos mayores dieron palmas con las orejas. Y yo sonreí. Y me las vi muy feliz un buen rato. Y mis hijos me pidieron que les hiciera monigotes. Y yo se los hice. Y pasaron 10 minutos y ahí seguían con el culo en la silla. Y les hice un caracol. Y empezaron a levantarse. Y se acabó lo que se daba. Bueno… más o menos…

No es culpa de la plastilina, que volveré a sacarla en breve. Es que mis hijos son de culo inquieto. Todos, que el Peque está en plan “me tiro al suelo sea como sea” y menudas vueltas que da. ¡Lo que me cuesta que no se lance al vacío cuando le tengo en brazos! Pero bueno, ésta es otra historia, que me disperso.

Sin embargo y a pesar de todo, ese ratito (breve para mi gusto, ojalá hubieran estado toda la mañana entretenidos, con la plasti o lo que fuera, que no soy exquisita), como digo, ese ratito nos dio mucho juego ;-).

CONTRAS:

  1. A mí no me gusta mezclar. Tengo que ser la única persona que, cuando come comida china, va plato por plato. Pues con la plastilina me pasa igual. Detesto que se mezclen los colores. Aunque a base de jugar con mis hijos estoy superándolo ;-).

  2. El suelo se sigue llenando de pegotes. Pero esto también lo tengo superado. Sólo tengo que darme prisa en barrerlo antes de que lo pisen.

  3. Lo mismo que pasa con los coches pasa con los cortadores de formas. Se les antoja a los dos el mismo. Y tiene que ser en ese preciso instante.

  4. Ya puede ser un gurruño, que lo que acaba de hacer un Trasto es una obra de arte. Esperemos que no venga el otro y se lo destroce porque entonces ya la tenemos liada.

PROS:

  1. Imaginación al poder. No hace falta ser muy mañosa, al menos a mis hijos les vale todo lo que se le parezca a lo que tenían en mente.

  2. Me maravilla la destreza que tienen en esas pequeñas manitas. Verles hacer churritos fue genial y así practican la motricidad fina.

  3. La plastilina no mancha. Creo que este pro vale por dos, jejeje…

  4. Ninguno intentó metérsela en la boca o por la nariz. ¡Genial!

  5. A pesar de lo (para mí gusto) breve tiempo que estuvieron entretenidos con la plastilina, fue un buen rato. Hicimos caracoles, leones, elefantes… y después, cuando empezaron a levantarse de la silla, jugamos un ratito con ellos, rugidos incluidos :-). También hicimos coches (no podía ser de otra manera) y nos echamos algunas carreras. Supongo que a las niñas les gustará hacer collares, pulseras y anillos (a mí me encantaba ;-)).

Ahora os toca a vosotros contarme a mí si vuestros peques juegan ya con la plastilina y qué es lo que más les gusta hacer con ella. Estaré encantada de leeros y así, entre todos, intercambiamos ideas ;-).

10 comentarios en «… de jugar con plastilina»

    1. Jajaja… me alegra no ser la única con esa manía 🙂
      Lo de meterse cosas por la nariz es una muy mala costumbre y, además, peligrosa. Así que cuando ví no lo hacían me puse la mar de contenta 😀
      Besotes.

    1. Pero si cuando la mezclas adquiere un color asqueroso… ¿O quizás pensaste que era chocolate? En cualquier caso, no me extraña que te sentara mal jejejeje… Pobrecita, encima del mal rato, también regañina…
      Besotes, guapa.

  1. A mi me encanta utilizar la plasti como recurso, desarrolla no solo la motricidad, tambien la imaginación, la concepción de volumen, las formas……y como dices, a los niños les encanta.
    Es cierto que tiene contras, pero sopesando los pros se imponen.

    Es un engorro, pero no pueden por naturaleza estar más de cierto tiempo haciendo la misma actividad, el truqui está en tener varios recursos y actividades e ir cambiando para que no se dispersen…y aún así….lo hacen!!! jeje, no te preocupes, no son los tuyos, son TODOS…jajaj.

    Besos.

    1. Desarrolla un montón de cosas y les ayuda para comprender otras, es verdad. En el cole la usan para aprender los números :-).
      Y hablando del cole, no sé cómo hacen para entretenerles tanto tiempo… A mí me cuesta mucho aunque tenga varias actividades preparadas jejeje…
      ¡Besotes!

  2. La plastilina no es para mezclar pero yo no podria comer comida china sin hacerlo…la verdad que es material muy socorrido y barato. Yo tengo talleres de cuadros y posavasos. Mi hijo esta apuntado a talleres de jumping clay. Lo es exactamente igual pero mola un monton!!un beso.

    1. Cierto, la plastilina no es para mezclar… Pero es raro que no acabe así, ¡al menos en mi casa! Jejejeje… Me pasaré a ver esos talleres, así cojo nuevas ideas 😉
      Y, ay, no me hables de jumping clay porque ando como loca detrás de ella. Había un sitio aquí donde la tenían, pero se han trasladado. No la compré en el momento con la idea de volver y, cuando volví, ya no estaban. Pero me encantaría traerla a casa porque ¡mis hijos iban a disfrutar un montón!
      ¡Besotes!

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

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