… de la hora del baño

bañera

Para mí, el día tiene 4 fases. La primera va desde que me levanto hasta que el Peque se echa la siesta. La segunda fase va desde que se duerme hasta que tengo que ir a buscar a los Mayores al colegio. La fase 3 va desde este último momento hasta que todos están durmiendo plácidamente. La cuarta fase abarca el ratito que el Tripadre y yo estamos solos hasta que nos vamos a la cama.

Como os podéis imaginar, la fase 3 es la más estresante del día. Empieza conmigo y el Peque saliendo rápidos a por los Trastos mayores y consta de: recogida en el colegio, meriendas, baños, juegos y cenas. E implica organizarme bien si quiero pasar un ratito jugando con los Trastos, todos juntos.

Una vez superadas las peleas por ver quién entra primero en casa y después de que todos hayan merendado, empiezo con los baños de los Mayores. Al principio les bañaba a los dos juntos, para ahorrar tiempo, pero lo he dejado porque supera mis fuerzas (mi espalda lo sabe) y mi paciencia. Puede darse el caso de que los dos estén en plan “no me toques ni salpiques”, lo que en una bañera es bastante complicado, o bien puede que los dos estén en modo compincheo y entonces soy yo la que entra en modo “esto no es una piscina” junto a “no salpiquéis a mamá”. Todo es inútil. Así que he decidido bañarles por separado.

Como en todo, hay días y días, pero básicamente se pueden resumir en que el Mediano se cree un tiburón que bucea por los mares y se zambulle cual delfín (doble tirabuzón incluido) y el Mayor prefiere hacer olas en el agua con el “suave” vaivén de su cuerpo. Uno detrás de otro consiguen que en nuestro baño nos bañemos tres. Por turnos, eso sí.

Pasa la tarde y se acerca la noche. Cuando los Mayores han cenado o están a punto de terminar, le toca su turno al Peque. Y está aprendiendo a chapotear en el agua. Y el grifo le llama mucho la atención. Y aún le falla el equilibrio en el agua. Y yo no doy a basto lavándole mientras intento que no se estampe contra el grifo a la vez que tengo que resignarme mientras me duchan por segunda vez.

¿Y el Tripadre? Pues a todo esto está trabajando. Con suerte llega para acostar a los Mayores. Con mucha suerte llega para darle las buenas noches al Peque. Así que aquí la que suscribe les baña de lunes a jueves. A los tres. Yo sola. El Tripadre les baña el fin de semana (que empieza el viernes), pero sólo a los Mayores. Además, él se aventura más que yo y les baña a los dos juntos. Incluso algunos domingos se duchan los tres a la vez. Pero al Peque casi siempre le baño yo… o me baña él a mí, según se mire.

CONTRAS:

  1. La fregona se ha vuelto mi amiga de penas inseparable. Ya sea para limpiar escapes a los pies del inodoro o para recoger el agua al lado de la bañera.

  2. Siempre les digo que la bañera no es una piscina. Pero claro, explícale tú a un niño pequeño, al que el agua le llega casi a las rodillas, que no puede bucear en la bañera. Y de los salpicones mejor no hablo.

  3. Al bañarles por separado, se me va casi toda la tarde. Intento hacerlo rápidamente, pero ellos tienen su propio ritmo y les divierte mucho el agua. Para ellos es un juego más, aunque yo esté deseando acabar pronto.

  4. Echo de menos un tercer ojo y dos manos más para poder controlar al Trasto que tengo delante y que no se dé un golpe fuerte (que alguno ha caído ya).

PROS:

  1. Al bañarles por separado, me pueden contar qué tal les ha ido el día, si han aprendido alguna canción nueva o si han discutido en el colegio. Con el Mayor puedo jugar al veo-veo o a las palabras encadenadas. Con el Mediano suelo contarle un cuento. Con el Peque todo son risas y juegos con el agua.

  2. Cuando salen del agua y tienen frío, quieren que les coja y les arrope. Dura apenas unos minutos, hasta que entran en calor, pero creo que es uno de los pocos momentos en que aún me dejan que les coja y abrace como cuando eran más pequeños. Entonces la que moja el baño soy yo con mis babas…

  3. Aún no estoy teniendo mucho éxito, pero de vez en cuando les insisto a que se enjabonen solos con la esponja, para que vayan aprendiendo a bañarse solos. El lavado de cara lo tenemos conseguido :-).

Sé que pronto se bañaran solos. Cuando menos me lo espere, serán lo suficientemente mayores como para bañarse sin mi ayuda. Y, como me conozco, sé que echaré de menos este ratito de confidencias conmigo. La fregona no, a ella aún le queda mucho tiempo rondando por el baño.

17 comentarios en «… de la hora del baño»

  1. La fase 4 en nuestra casa consta de muy pocos minutos…
    En nuestro caso los baño yo a los dos, ellos juntos en la bañera y es un rato muy chulo.

    Cierto que hay momentos estresantes, sobre todo a la hora de sacar a uno y que el otro también quiere salir a la vez, y claro, con dos manos poner la ropa de los dos a la vez imposible. Sobre todo teniendo en cuenta que uno es un bebé.

    Al principio sí que los bañaba por separado, pero claro, perdía mucho más tiempo, y la tarde no cundía…

    Salu2

    1. Ciertamente, si van por turnos, la tarde se hace mucho más corta… pero es que bañarles a la vez me trae pensamientos nada sanos que incluyen deportes como salto de ventana o griterío… así que intento hacerlo todo lo rápido que me dejan…
      El Tripadre sí los baña a los dos juntos… me pregunto si dentro de poco se arriesgará con los tres… 😉
      Besotes.

  2. En nuestra casa se bañan los tres a la vez, y nadie quiere ser el primero en salir! Les encanta chapotear, y jugar con tooodos los muñecos que previamente han metido en la bañera, y ocupan más sitio que ellos! Nos haría falta una piscina olímpica! Por cierto, la fregona y yo también somos íntimas:-)

    1. Jajaja… nadie quiere ser el primero en salir, otro motivo más de discordia. Y sobre los muñecos del baño, creo que daría para otra entrada 😉
      ¡Besotes, guapa!

  3. Jajaja, qué intensidad de días! En mi casa hay 2 fases: la fase de «los otros», y la fase «mía». La primera es eterna, y la segunda… breve pero intensa! 😉

  4. Ay, qué identificada me siento!!!! Tú y yo tenemos que hacer terapia de trimadres… hummm… Esto suena bien. Igual se nos ocurra algo chulo para hacer juntas. yo creo que el tema da juegooo…
    Bueno, el caso… Que en mi casa tres cuartos de lo mismo, quitando que los mayores sí se bañan juntos (de momento). Y lo que dices del momento salida del agua… es tan yo, que es como si lo hubiera escrito!! Cuando salen tan mojaditos y medio tiritando, les estrujo contra mí como si no hubiera un mañana, y ahí nos quedamos un buen rato dándonos besitos, jejeje…
    ME ha encantado el post!!!

    1. Terapia de trimadres, qué bien suena… pues por aquí hay alguna más que lo mismo se apunta también 😉
      El momento «recién salidos del baño» es lo mejor de todo, ¿verdad? 😀
      Qué bien que te haya gustado 🙂
      ¡Besotes!

  5. De momento en casa sólo hay uno, y se baña a la vez 😀
    Después de una larga y dura negociación hemos conseguido que día por otro la bañera se haya convertido en una simple ducha. A él no le gusta tanto, pero es un ahorra brutal en agua y tiempo.
    ¡Que vivan los chapuzones en la bañera!

    1. Pues ya me dirás cómo lo habéis conseguido porque los míos no quieren ver la ducha ni en pintura, especialmente el Mediano. Salvo cuando se duchan con su padre, que parece que entonces les importa menos 😉
      ¡Vivan esos chapuzones!

  6. Todavía no me veo bañando a dos, ¡qué jaleo! 🙂 De momento solo tengo uno y normalmente nos damos el baño juntos, o con su padre, aunque en ocasiones viene su «tete» y se bañan juntos. Lo cierto es que seguramente sí echemos de menos esos momentos al igual que muchos otros…
    Muy buen post,
    Saludos!

    1. Hay que disfrutar de estos buenos momentos, que luego se van y no vuelven… Me da penita, pero entonces pienso que vendrán otros momentos, no iguales, pero espero que parecidos.
      ¡Besotes!

¿Tienes algún contra o pro más? ¡Cuéntamelo! :)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.