
No es celulitis, es la manera que tiene mi cuerpo de decir «soy sexy» en braile.
Como ya estaba en el límite de la talla extragrande y mi tripa bien parecía unos de mis embarazos a los 6 meses, las pasadas Navidades me propuse, como propósito de año nuevo, perder peso, al menos, 10 kilos (y volver a conducir, pero eso ya lo sabéis ;-)). Después de Reyes, empecé la operación kilos fuera, basada en no picar entre horas y comer menos dulces (que me encantan) y menos comida basura. No es que ésta fuera algo normal en mi dieta, pero decidí, apoyada por el Tripadre, reducirla a su máxima expresión y, en este caso, hacerla casera a poder ser. Más ensalada, menos dulces e hidratos de carbono pocos. Todo esto, basándome en una dieta que me dio el médico hace unos años. Y quiero hacer énfasis en “me dio el médico”.
También empecé a hacer algo de ejercicio en la hora que tenía desde que los Trastos mayores se iban al cole y el Peque se despertaba. Pero he de reconocer, para mi deshonra, que tuve que dejarlo en cuanto volví a dar clases de conducir y ahora con el blog no he vuelto a retomarlo.
Aún así, desde el 8 de enero, que fue mi primer día kilos fuera, hasta hoy (4 meses), he perdido 7 kilos (me quedan sólo 3 para alcanzar mi objetivo inicial :-)). Esto se traduce en que he podido volver a ponerme un pantalón que hacía mucho que no rozaba mis caderas y en que he perdido una talla (que he festejado comprándome unos pantalones nuevos porque los que solía usar ya me los podía quitar sin desabrochar). Y así andaba yo contenta este fin de semana.
Por aquello del Día de la madre, el sábado comimos con mi madre (y mi hermana) y el domingo con mi suegra (y cuñados). Y yo me calcé mis pantalones nuevos de una talla menos. Resultado: nadie se ha dado cuenta. Ni un comentario ni nada. Cero patatero.
CONTRAS:
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Soy realista. Sé que no se me ha quedado cuerpo de modelo (entre otras cosas porque mi tripa sigue ahí, colgandera). Pero aún así, si mis viejos pantalones se han dado cuenta, esperaba que alguien más también.
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Me he venido un poco abajo. No porque nadie me haya llenado de halagos (tampoco es eso), sino porque su ausencia me hace sospechar que no se me notan los kilos perdidos.
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Sé que mi tripa me acompañará siempre, pues ya estaba ahí antes de mi peso-sin-niños. No he tenido el vientre plano ni con 20 años ni haciendo abdominales.
PROS:
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El Tripadre se ha dado cuenta :-). ¿Habrán tenido algo que ver el alboroto que monté cuando me entraron los viejos pantalones? ¿O habrá sido quizá la sonrisa que se me quedó en la cara cuando me compré los últimos pantalones una talla menos?
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Mi salud lo agradece, pues he bajado mi índice de masa corporal (IMC), que estaba por encima de lo aconsejable.
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Yo me siento estupenda con una talla menos. Así que voy a seguir haciendo lo que hasta ahora. Pienso bajar los 3 kilos que me faltan para llegar a los 10. Y, si puedo, seguir bajando hasta mi peso-sin-niños. Ya os contaré.
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Me he encontrado en Twitter al #clubdeladieta. Nos damos ánimos entre todas y así los deslices se nos atragantan menos ;-).
Está claro que si me he propuesto perder 10 kilos es porque me sobran, no es un capricho de quinceañera en plan “me veo gorda”. Ya llevo perdidos 7 y espero no desesperarme antes de perder los 3 hasta mi objetivo. Mientras tanto, creo que algo tendré que hacer para ponerle remedio a esta tripa colgandera. Se acerca el verano (estación que nunca me gustó, por cierto) y miedo me da empezar a ponerme menos ropa porque eso implica que se ve más chicha. Pero oye, si he conseguido sacar la teta en cualquier sitio dignamente para que mis bebés se alimentaran, también podré llevar dignamente mi tripa, colgandera sí, pero no por comer bollos (aunque haya catado alguno), sino por engendrar vida.
Me ha gustado mucho tu énfasis en que la dieta te la dio un médico. El Papi también ha vuelto a hacer la que le dio el suyo antes de operarse una rodilla. Pero es que parece que «no mola» si no vas a un nutricionista, o dietista cada quince días (aflojando la pasta, claro) y te dan una dieta super mega estrafalaria (personalizada, eso sí) con un montón de complementos: que si las pastillitas saciantes, que si la infusión para la retención de líquidos, que si la crema, que si el parche, que si el no sé qué, que si el no sé cuánto, con la sacarina de esta marca y las galletitas de la otra… El negocio que hay montado alrededor de todo esto! Mucho ánimo y enhorabuena por esos 7 kilos perdidos! Y por cierto, eso del vientre liso es una milonga, ¿acaso Marilyn Monroe no tenía tripita? Pues eso 😉
Yo fui al médico de cabecera y le comenté que quería bajar peso y me dio una dieta, con unas indicaciones básicas: beber muchos líquidos, algo de ejercicio, evitar la pasta, mucha fruta y verdura… Nada de nutricionistas ni parecido. Estoy fuera de onda, jajajaja…
Lo del vientre liso lo doy por perdido, no lo tenía con 18 años, después de 3 embarazos menos, pero lo asumo y no me importa 🙂
¡Muchas gracias por los ánimos!
Qué bonito eso último!!! ¿Hay algo mejor que sacrificar nuestro cuerpo -lo más físicamente íntimo que tenemos- en beneficio de una nueva vida?…Está claro que a las mujeres se nos debería rendir un homenaje por el sacrificio de dejarnos trastocar por fuera y por dentro cuando decidimos ser madres. !Ojo! desde que lo decidimos…porque yo tampoco sé la de cosas que me habré metido -seguro que insanas- para lograrlo.
Ánimo con esa dieta!!! estoy segura que conseguirás los 3 que te faltan.
Besos.
Pues tienes toda la razón, a ver para cuándo un monumento a la tripa colgandera, que ya está tardando 😀
¡Gracias por tus ánimos!
una gran enhorabuena!! Perder esos quilos sé que cuesta mucho. Mi pareja engordó durante los embarazos, y yo no me quedé atrás!
Ahora llevo ya unos días de nuevo, y bueno, espero que dure. Sobre todo por salud y por sentirme mejor conmigo mismo.
Ánimo a por esos 3, que son feos y cobardes 😉
Al Tripadre también le cayeron un par de kilillos… Por aquello de la empatía conmigo, dice él, jejejeje… Menos mal que si yo como más sano, el Tripadre también. Al final es una cuestión más de salud que de estética.
Se agradecen los ánimos, ¡los tengo rodeados! 😉
Ya hemos tuiteado antes!!! pero se me ha olvidado darte mis enhorabuenas por esos kilos perdidos!!!!! ánimo que vas a lucir palmito este verano para envidia de todas las trimadres (incluida yo, por supuesto)!!! un besazo
Palmito no sé, pero alguna talla menos espero que sí 🙂
Y de envidia nada, ya digo que la tripa colgandera sigue aquí conmigo jejeje
¡Un besote!
Ole ole!!! pues si te sirve de algo estoy muy orgullosa de ti, estás teniendo una constancia que ya la quisiera yo, 7 kilos! eso no es moco de pavo amiga, y te entiendo perfectamente, entrar en los pantalones de una talla menos para una misma es lo más. Para que te rias de mi te diré que yo me estoy poniendo unos de antes del embarazo para torturame, me quedan tan apretados que siento que me violan y tengo ganas de gritar pero así me mentalizo jajaja arriba ese #clubdeladieta, nosotras podemos! besotes
Claro que me sirve y me da ánimos en esos momentos de debilidad :-). No se lo digas a nadie, pero yo sigo usando camisetas de premamá y de lactancia, sssshhhhh… Jajaja
¡Besotes!
Siempre veo en ti pruebas superadas y me encanta esa actitud! Que sepas que yo te «leo» divina! 😉
Como siempre, me encantan tus comentarios y me animan mucho :-).
Tú que me lees con buenos ojos 😉 jejeje
¡Un besote!